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Reforma Tributaria: Gobierno ya no se casa con baja de impuestos y mueve el eje hacia la modernización MERCADOS

Reforma Tributaria: Gobierno ya no se casa con baja de impuestos y mueve el eje hacia la modernización

La presión acerca de definir la hoja de ruta se ha hecho sentir sobre el ministro y su equipo. Larraín dijo varias veces, cuando recién aterrizó en Teatinos 120, que no había que demonizar una eventual baja de impuestos a las empresas. «Estamos diciendo que la reforma es fiscalmente neutra, así que no se trata de una baja de impuestos. Pero eso no significa que no puedas tocar una tasa si hay compensaciones por otras partes», comentó en marzo. El escenario parece haberse moderado.


No se mostró tan animado como de costumbre el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, cuando el miércoles 23, junto a su equipo, a acudió a La Moneda a comentar el trabajo que están desarrollando para promover los nuevos ajustes a la Reforma Tributaria. Lo primero, aclaró que, pese a las expectativas que desata el cambio de ruta en relación con lo planteado por el Gobierno de Michelle Bachelet, no quieren apurar la discusión, que la meta que se han impuesto es tener una propuesta a firme en seis meses desde su entrada al Ejecutivo. Así, en septiembre debería haber novedades.

La presión sobre definir la hoja de ruta se ha hecho sentir sobre el secretario de Estado y su equipo. Larraín dijo varias veces, cuando recién aterrizó en Teatinos 120, que no había que demonizar una eventual baja de impuestos a las empresas: «Estamos diciendo que la reforma es fiscalmente neutra, así que no se trata de una baja de impuestos. Pero eso no significa que no puedas tocar una tasa si hay compensaciones por otras partes», comentó en marzo, cuando añadió que una rebaja de impuestos a las compañías no afectaría la recaudación.

Con el pasar de las semanas ese discurso se fue quedando en el tintero y desde Palacio señalaron que «todo está en evaluación», sin dar por cierto que el ajuste sea parte prioritaria de la agenda. El miércoles pasado, Larraín precisó que no había apuro en hacer anuncios y que «es una modernización importante y significativa y no es un ajuste. El acento no está solo en las tasas, sino que está en la simplificación, en hacer un sistema más amigable para el contribuyente, dar certeza jurídica, esos son temas absolutamente centrales y pueden ser más importantes que los temas de tasas».

Los expertos también están viendo difícil el espacio fiscal para que se rebajen las tasas a las empresas. Así lo comentó ayer a El Mostrador Mercados quien sonara fuerte para encabezar el Ministerio de Hacienda, Rodrigo Valdés, y quien participó de la propuesta programática económica de Piñera. «No hay espacio fiscal para reducir la carga tributaria y yo creo que no sería razonable tampoco reducir la carga tributaria. Chile tiene una carga tributaria bastante razonable para su nivel de desarrollo», dijo ayer en entrevista con La Mesa.

El ex presidente del Banco Central añadió que «no creo que con puro crecimiento se pueda compensar la baja en los impuestos, la integración, la reintegración, pongámoslo así, y la baja en los impuestos corporativos tiene un costo fiscal. Y eso tiene que compensarse con otros tributos. Yo entiendo, por lo que ha dicho el Gobierno, que precisamente se está trabajando en esa línea, no sé cuál va a ser la compensación, por dónde va a ir, pero para algún lado efectivamente tiene que haber una compensación si queremos mantener la carga tributaria».

Ayer, tras la segunda reunión de trabajo en La Moneda, Larraín continuó en la línea de mostrarse moderado frente a las presiones de la prensa para definir los ajustes a la Reforma Tributaria. «Están todos los temas arriba de la mesa y se va a tomar una definición integral, no parcial. Vamos a mirar los distintos temas, los que están arriba de la mesa y tomar una definición respecto de todos ellos», recalcó y agregó que «no hablaría de una reforma, hablaría de una modernización del sistema tributario, con uno de los ejes centrales siendo la simplificación del sistema».

El jefe de las arcas fiscales moderó su discurso en torno a que no hay que hablar de lo que se hizo en el pasado sino que «mirar para adelante», en un tono diferente al de sus primeras declaraciones en la materia, cuando afirmó que la Reforma Tributaria había ido en contra de todas las tendencias mundiales.

«Estamos mirando el conjunto del sistema tributario», respondió ante la insistencia acerca de si el proyecto incluirá una rebaja de impuestos.

Desde la escena política, de paso, han afirmado que, si bien una simplificación del sistema puede concitar los votos necesarios de la oposición, no ocurriría igual con una propuesta de reducir tributos a los grandes contribuyentes, toda vez que es parte del legado del Gobierno de Bachelet, pero además porque Larraín entiende poco de negociación política. Algo que dejó bastante claro con su manejo del episodio Harvard.

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