Publicidad
La carrera de Contreras y De Gregorio por el decanato de la influyente FEN MERCADOS

La carrera de Contreras y De Gregorio por el decanato de la influyente FEN

Después de ocho años a cargo de una de las más relevantes escuelas formadoras en el campo de los negocios, la administración y la economía, Manuel Agosin dejará el puesto. Para algunos académicos y partícipes de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile es el momento de que inicien un debate no solo en torno a la excelencia, sino también sobre un cambio del modelo económico y de la facultad, reconocida por formar a destacados empresarios y economistas.


No sabe, no responde. Parece una alternativa poco coherente cuando los consultados son destacados economistas y académicos de una de las mejores escuelas de negocios del país y de América Latina, como es la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de la Universidad de Chile, que se encuentra a horas de definir a su próximo decano y sucesor –tras ocho años– de Manuel Agosin.

El hermetismo previo a las elecciones de mañana es total y varios académicos prefieren opinar en reserva para no mostrarse como intervinientes en el proceso que determinará a la nueva cabeza de una facultad reconocida por su aporte al mundo empresarial y la formación de connotados hombres del rubro, desde Álvaro Saieh hasta algunos de los miembros de la familia Luksic, como también ex ministros, por ejemplo, Rodrigo Valdés y Máximo Pacheco, o el actual titular de la cartera de Economía, José Ramón Valente. Reconocidos economistas son, además, parte de su staff de formadores: Ricardo Ffrench-Davis, Joseph Ramos, Óscar Landerretche, Luis Riveros y Eduardo Engel, solo por nombrar unos pocos.

El cetro se lo disputan dos profesionales de amplio respeto, pero sin duda de corazones diferentes en sus postulados: José De Gregorio, ex presidente del Banco Central, ligado a la DC, quien fue triministro, investigador del Cieplan, consultor del FMI y que ostenta un vasto CV en diversas organizaciones. Su contrincante, Dante Contreras, un hombre formado y criado en la Chile, cercano al ex Presidente Ricardo Lagos, ex director ejecutivo del Banco Mundial para el Conosur y crítico de la elite en algunas de sus opiniones publicadas en medios de comunicación.

Con sus bemoles, ambos se enfrentan a una demanda que ya suena a coro entre varios de los integrantes: debatir sobre el fondo del modelo económico y su aporte a la sociedad.

La visión de la FEN –entre el resto de las facultades de la Universidad de Chile– es que se mueve un poco sola en relación con los problemas endémicos de esta casa de estudios, algo que quedó de manifiesto ayer, por ejemplo, después que la ola feminista botara al decano de la Facultad de Derecho, Davor Harasic, quien presentó su renuncia en la tarde, tras 46 días de toma en su escuela.

En la FEN se vive otro ambiente, se pliegan tardíamente a los movimientos y los conflictos de la casa de estudios parecen no afectar tanto su marcha.

Agosín ha mantenido una política, como describe la misma universidad, con foco en lo práctico: «Se han realizado diversas obras de infraestructura que permitieron dar un uso más eficiente y de calidad. Entre los más destacados se encuentran la ampliación y nueva maquinaria del gimnasio, sala multiuso para postgrado, cancha de pasto sintético, sala de computación de última generación y salas de clases con equipamiento tecnológico de primer nivel», a lo que también se agrega el enfoque en el posicionamiento universitario.

«Se ha acentuado la internacionalización de FEN, dándole especial énfasis al intercambio de estudiantes, triplicando la cantidad en los últimos años, además de lograr más de 100 convenios con las universidades más prestigiosas del mundo. Asimismo, se ha incentivado el aprendizaje del inglés de los estudiantes FEN, llegando a tener más de 30 cátedras en este idioma y tres programas de estudios de este idioma en el extranjero», describe el sitio web de la facultad.

[cita tipo=»destaque»]Un profesor titular de la Facultad de Administración de la FEN dijo que lo más relevante parece, precisamente, la necesidad de que el nuevo decano plantee cómo las demandas sociales, éticas y de la nueva economía se van sumando a los profesionales que egresen de esta casa de estudios. «Siempre he visto la misma fórmula de hacer ingenieros, de hacer gerentes, no digo que sea mala, pero debemos incorporar la mirada social. Ese es el debate que echo de menos. Muchas veces plantear esos cambios no se ve con tan buenos ojos, pero me gustaría que se dé esa conversación de cómo aportamos al modelo económico», indicó.[/cita]

También se le atribuye una política más inclusiva con los alumnos, con la intención de sacarle a la universidad la chapa de ser una formadora de profesionales de la elite, aunque eso no quita que esta última sea su esfera de mayor influencia. «La elección de la FEN es de algún modo la elección  de un protagonista activo de las políticas públicas en Chile, es una facultad con mucha visibilidad. La FEN es un mundo en sí mismo. Esta elección enfrenta a dos economistas con diferentes matices políticos, pero las salas siguen teniendo el nombre de empresas y de grandes empresarios nacionales», expresó un académico titular de la Casa de Bello.

Agosin explicó que el desafió del sucesor es grande, porque el alumnado ha ido migrando a una mayor participación de estudiantes provenientes de escuelas privadas subvencionadas y  municipales. «Hoy por hoy, tenemos unos 3 mil 200 estudiantes en tres carreras de pregrado (Ingeniería Comercial, Ingeniería en Información y Control de Gestión y Contador Auditor). Asimismo, contamos con unos 15 programas de magíster y dos programas de doctorado (uno en Economía y otro en Administración). La Escuela de Graduados cuenta con unos mil 700 alumnos aproximadamente. El crecimiento futuro necesitará de una densificación de nuestro campus de Diagonal Paraguay y de la búsqueda de otras ubicaciones, tanto para un segundo campus como también una ubicación que nos permita ampliar nuestra oferta de posgrado a tiempo parcial y diplomados», detalló.

Los candidatos

De Gregorio se sumó a la pelea por el decanato a mediados de mayo, apoyo que surgió de quienes creen que no hay que debatir solo en torno a lo ideológico, que temen una suerte de izquierdización de la facultad bajo el mando de Contreras y que apoyan firmemente la tesis de la excelencia académica por sobre otras cosas.

Un académico consultado por el tema planteó que, más que diferencias en las propuestas, lo que distingue a ambos candidatos es el modelo de organización social que los inspira. «Chile es un país tremendamente inequitativo, escaso de bienes públicos de distinta índole, muy fragmentado entre lo metropolitano y lo regional, uno se pregunta cuánto del estudio de estas cuestiones debe llevarse a la malla curricular de nuestros institutos de enseñanza terciaria. Ese es un debate fundamental que yo pienso no está hecho, pero sobre el que pienso que los candidatos son diferentes», comentó.

Profesores históricos de la FEN añadieron que lo que juega a favor de Contreras –quien no estuvo disponible a consultas de este medio– es que puede poner en agenda un debate que está al debe en la Chile: más allá de los papers o las publicaciones en revistas, es cómo pueden aportar a mover la aguja hacia el debate que la sociedad está exigiendo de la economía, con un foco social, inclusivo y más equitativo.

«Es un gran académico, de eficiente economía de los recursos y claro con los objetivos, del grupo de los economistas que le hace bien a Chile. El mundo va ahora al debate de cómo es posible cambiar la forma de hacer economía y Dante puede continuar en esa dirección. El renombre es importante, pero no es todo de lo que podemos preocuparnos», sentenció un profesor titular.

Para los académicos también es clave que este no sea solo un debate de la FEN, sino que se integre a todas las áreas: negocios y administración y que no se ponga el foco en la formación de los alumnos solo con la mirada del economista de turno.

Un profesor titular de la Facultad de Administración de la FEN dijo que lo más relevante parece, precisamente, la necesidad de que el nuevo decano plantee cómo las demandas sociales, éticas y de la nueva economía se van sumando a los profesionales que egresen de esta casa de estudios. «Siempre he visto la misma fórmula de hacer ingenieros, de hacer gerentes, no digo que sea mala, pero debemos incorporar la mirada social. Ese es el debate que echo de menos. Muchas veces plantear esos cambios no se ve con tan buenos ojos, pero me gustaría que se dé esa conversación de cómo aportamos al modelo económico», indicó.

Para Agosin lo relevante del nuevo decano será mantener el avance en dimensiones como la modernización de mallas curriculares, internacionalización, publicaciones, acreditaciones, infraestructura y mayor diversidad en el estudiantado. «A los decanos de esta facultad siempre se les pedirá su opinión. Lo importante es que sus respuestas a los requerimientos de los periodistas y sus columnas de opinión siempre tengan un sustento técnico fuerte y que no se abandericen con ninguna posición política. Eso es lo que yo he tratado de hacer», agregó.

En el contexto expuesto, algunos profesores consultados afirmaron que han extrañado un debate más profundo, donde ambos candidatos muestren más diferencias y confirmen si están dispuestos a plantear un debate de fondo.

En la FEN, por ejemplo, no existe ninguna profesora titular, una debilidad que Agosin reconoció: «Debemos esforzarnos por contratar a un número mayor de excelentes profesoras, es un trabajo que se hace desde la base, con buenas contrataciones de mujeres jóvenes con potencial académico. Un problema, que no es justificación, es que la oferta no abunda, Chile está atrasado en la formación de mujeres académicas en general».

La carta José

Los candidatos al decanato de la FEN han tenido algunas instancias para exhibir sus propuestas, entre ellas, una reunión con profesores donde mostraron sus programas. Por escrito, De Gregorio –quien también declinó hacer comentarios para esta nota– envió una carta a sus colegas para detallar sus propuestas. «Hemos llegado donde estamos gracias al esfuerzo de todos, profesores, personal de colaboración y estudiantes de nuestra facultad. Juntos hemos logrado ser un referente fundamental a nivel nacional y también, una de las instituciones académicas líderes en el Cono Sur. Pero veo que en nuestra comunidad hay voluntad y capacidad de mucho más. En estas  semanas he tenido tiempo de conversar con muchos de ustedes, he conocido varios de sus deseos y expectativas para la facultad, he tenido la oportunidad de cambiar algunas  cosas que antes pensaba, y he percibido que existe entre la mayoría una gran energía  de hacer cosas, de mejorar, de ser una facultad aún mejor», reza la misiva.

En el texto, el economista precisó que llegó a la convicción de «que es el momento de dar un nuevo salto y avanzar decididamente para ser indiscutidamente la mejor Facultad de Economía y Negocios de Latinoamérica. Esto no es una tarea fácil ni que se termine en cuatro años, pero estoy seguro de que podemos hacerlo y también creo, firmemente, que los esfuerzos aislados de profesores, departamentos o grupos al interior de nuestra institución no bastan para lograr este objetivo. Nuestra facultad debe crecer en torno a un objetivo ambicioso: llegar a ser los líderes académicos de la región potenciando el desarrollo de nuestros profesores en todas las áreas disciplinarias de la facultad. No hay duda de que se requiere un decanato activo para lograr este fin, facilitando y coordinando el proceso de desarrollo de todas nuestras unidades académicas. Pero también hay que estar conscientes que esa forma de liderar no es suficiente».

De Gregorio también apuntó a un aspecto que preocupa en las diferentes facultades: que no exista preponderancia entre una u otra. «En caso de ser elegido decano, nombraré a las autoridades entre quienes sean los más capacitados y estén disponibles, escuchando las sugerencias de los departamentos, y sin importar si hayan votado por esta candidatura u otra. Que continúe en un ambiente de creciente conexión entre la actividad de nuestros departamentos y sus académicos, y de estos con nuestro personal de colaboración y estudiantes. Superar las desconfianzas e invertir  esfuerzos en un mejor clima laboral en la facultad es un trabajo que no puede esperar», prometió.

En sus líneas, el economista se hizo cargo de la preocupación que muestran los diferentes estamentos de la facultad: los estigmas. «Desgraciadamente hay algunos prejuicios, no siempre se entiende y valora lo que hacemos. Y también, desgraciadamente, no siempre hemos sabido mostrar a los demás el valor de lo que hacemos (…) hoy el nuevo paso es avanzar en la diversidad de género y el respeto con todos y todas quienes estamos en esta facultad.  Necesitamos incorporar progresivamente más profesoras y más ayudantas en las diversas áreas. Y necesitamos que no existan espacios en los que pueda existir la arbitrariedad. Debemos promover decididamente el avance académico de las estudiantes mujeres de la facultad, tanto en pregrado como postgrado, así como en  sus oportunidades laborales. Si hay un lugar donde se espera que exista un ejemplo de inclusión y respeto es la Universidad de Chile, y particularmente nuestra facultad tiene una tarea que seguir desarrollando en ese plano», concluyó.

La escuela de la influencia

La Facultad de Negocios y Economía de la Chile tiene una influencia relevante dentro y fuera de la universidad. A nivel interno es muchas veces mirada como una de la facultades que se mueve con más soltura en lo económico y Agosín considera que este es un espacio que se lo han ganado con el trabajo independiente que realizan en diferentes ámbitos. «Nosotros también generamos ingresos propios, con el esfuerzo de nuestros académicos, profesionales y personal de colaboración. Ya mencioné al Centro de Microdatos. También ofrecemos diplomas y posgrados que tienen gran aceptación en el país y en América Latina. Nadie nos ha regalado nada. La infraestructura que tenemos, la gran calidad de nuestros profesores y equipos de trabajo, las hemos ido construyendo con nuestros propios esfuerzos y con buena gestión», manifestó.

La FEN ha sido por décadas el espacio académico donde ex autoridades de gobiernos, fundamentalmente del ámbito económico, desarrollan labores profesionales al dejar sus cargos estatales. La relación de la facultad con el Estado, a través de los gobiernos, ha provocado una y otra vez tensiones por los recursos que se movilizan.

En 2008, estalló el caso de los millonarios sueldos que obtenían algunas ex autoridades de Gobierno de Bachelet en proyectos a través de la Fundación FEN. En 2017, terminaron de cerrarse los casos que se investigaban y que, en su mayoría, concluyeron con acuerdos conciliatorios a cambio de la devolución de dineros a la señalada facultad.

Sin embargo, los conflictos de interés no han desaparecido. En 2015, la Contraloría emitió un duro informe sobre los pagos que se efectuaban a labores de los directivos del Centro de Gobiernos Corporativos (CGC) de la Universidad de Chile. Este centro fue creado hace una década y liderado por algunas ex autoridades del área económica, como el ex superintendente de Valores y Seguros (SVS), Álvaro Clarke, presidente del CGC, y el ex asesor de la misma superintendencia, Dieter Linneberg, director ejecutivo del centro, quien dejó su cargo tras conocerse el informe del órgano contralor a fines de 2015, pocos meses después que asumiera como director independiente de SQM.

El Mostrador Mercados reveló los conflictos de interés generados desde el CGC por Linneberg, a partir de asesorías a empresas privadas, como CorpBanca y hoy SQM, pero, según informó en ese momento la FEN, dichos problemas ya habrían sido superados con cambios profundos en la institucionalidad del CGC.

En un informe del Senado Universitario de mayo de 2017, se analizó la realidad financiera de las distintas facultades, destacando la gran diferencia de realidades económicas en cada unidad, con grandes pérdidas en algunas y millonarios excedentes en otras.

En el primer lugar en las cifras azules destacaba la FEN, con casi 10 mil millones de pesos de saldo (ingresos menos gastos), superando en casi el doble a la Facultad de Ciencias Agronómicas (saldo positivo de 5.995 millones) y la de Ciencias Físicas y Matemáticas (5.193 millones).

Publicidad

Tendencias