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El poder del negocio financiero que llevó al ‘coloso’ Falabella a unir su banco y CMR MERCADOS

El poder del negocio financiero que llevó al ‘coloso’ Falabella a unir su banco y CMR

Héctor Cárcamo
Por : Héctor Cárcamo Periodista El Mostrador Mercados
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Era de las últimas multitiendas que no había vendido o tercerizado el negocio de su tarjeta y lo hace ahora por una vía distinta, integrando al banco un gran volumen de clientes de CMR y transformando a esta en una sociedad de apoyo al giro. CMR y la entidad bancaria generan casi un 45% de lo que ganó la empresa en Chile a fines de 2017 y más de un tercio de lo que gana el grupo completo. Según fuentes de mercado, los cambios regulatorios de los últimos años, la discusión por la información consolidada de retail y bancos y la necesidad de hacer más eficiente la operación, también habrían influido en la decisión.


Era algo esperado en el mercado y solo faltaba el momento. El 31 de mayo pasado, el grupo Falabella anunció la integración de su negocio bancario con la tarjeta CMR. La noticia vino a cerrar un ciclo que en los últimos años se caracterizó por la decisión de las cadenas de retail de ir abandonando la gestión directa del negocio financiero.

Ya lo habían hecho el resto de los ‘grandes’: Ripley, Walmart, Cencosud y Paris. La firma de la familia Calderón concretó, a fines de 2013, el traspaso de su tarjeta al Banco Ripley. En 2014 fue Cencosud la que varió la modalidad, vendiendo directamente su negocio al banco Scotiabank. Y, a fines de 2017, Walmart concretó la salida de la gestión de las tarjetas para traspasarla a BCI en casi US$ 150 millones.

Y hace dos semanas lo hizo Falabella, la compañía que lideran las familias Solari y del Río y que maneja casi el 50% del mercado de las tarjetas del retail. El impacto de la integración será drástico en la industria, pues el banco sumará casi 3 millones de tarjetas activas, transformándose en el mayor del mercado en ese rubro y tendrá a disposición más de 1,2 millón de clientes que usan sus webs y app.

Así, el ‘coloso’ Falabella intimida de entrada con más de 200 sucursales en el país, donde, una vez que se apruebe la integración, los clientes de CMR podrán abrir una cuenta del banco online y acceder a sus distintos productos, mientras que quienes son clientes de la entidad bancaria podrán abrir su tarjeta en cualquier sucursal de la misma en el país.

Lo anterior adquiere más fuerza si se considera que CMR y el banco son dos de las mayores joyas de Falabella. El banco y CMR Chile representaron casi un 45% de las ganancias que tuvo Falabella Saci Chile en 2017, según cifras de la empresa. Al incluir los negocios de la empresa en toda la región, la influencia del banco y de la tarjeta cae, pero sigue siendo la más relevante con el 36% de las utilidades que, en 2017 llegaron a 558 mil millones de pesos. Atrás queda el negocio de retail mismo (venta de productos en la tienda) y supermercados, que en el último tiempo han dejado ganancias marginales o derechamente pérdidas (Tottus), quedando solo Sodimac y los negocios inmobiliarios como los otros grandes generadores de beneficios netos.

La cartera consolidada al 31 de marzo de 2018 ascendió a $4.722.572 millones (MMUS$ 7.827), un 3,6% más que igual fecha del año pasado, explicado por el crecimiento de Promotora CMR, Banco Falabella Chile, CMR Argentina y Banco Falabella Colombia, y parcialmente contrarrestado por el desempeño de Banco Falabella Perú. Las colocaciones de Promotora CMR fueron un 9,8% mayores que a marzo de 2017, producto de un aumento en la principalidad de la tarjeta. «Las colocaciones de Banco Falabella Chile crecieron 6,4% en el período», dijo la firma en su última entrega de resultados a marzo.

Según un analista de una corredora, se lograrán eficiencias operacionales con la unión de esfuerzos entre CMR y el banco, pues este último podrá brindar con su mismo equipo los servicios y productos que antes se atendían por separado. Estas sinergias ayudarán a mejorar los márgenes, aunque, principalmente, optimizarán el objetivo de crecimiento a nivel de colocaciones, esencialmente créditos de consumo en sus distintas modalidades.

Al mismo tiempo agrega otro analista del mercado–, la integración permitirá al banco aprovechar el menor costo de fondeo para disponer más financiamiento para los clientes de CMR. Y es que, a diferencia de un banco, CMR no puede captar dineros de público a través de vías como los depósitos a plazo, por lo que el otorgamiento de crédito está acotado al capital de la compañía y su capacidad de captar créditos y bonos en Chile y el extranjero a un costo distinto.

En efecto, el banco explicó, en su presentación de resultados de primer trimestre, que «Promotora CMR reportó un crecimiento de 30,3% en el resultado operacional, mientras que Banco Falabella presentó un crecimiento de 7,9%». En el caso de Promotora CMR, la expansión fue de 838 puntos base en el margen operacional, lo que se debió principalmente a menores costos de provisiones, explicado por una mejora en el riesgo y por un cambio en la metodología de cálculo de las mismas por la aplicación de la normativa NIIF 9, que establece los criterios y lineamientos para el registro contable de los instrumentos financieros. En el caso de Banco Falabella, en tanto, «la mayor contribución estuvo asociada a mejoras en el mix de fondeo», indica la presentación.

Y aunque Banco Falabella apenas tiene el 1% del mercado en colocaciones (que subirá a más de 2% con la integración), la capacidad de apalancamiento de un banco y las distintas alternativas de fondeo, permiten a la institución aumentar con fuerza su margen de acción. Pero no solo eso. Un ejecutivo de la industria que conoce de cerca a Falabella, afirma que detrás de estas medidas hay también un tema de fondo, vinculado a los cambios regulatorios de los últimos años.

La baja en la Tasa Máxima Convencional (TMC) en 2012 provocó un ajuste relevante en los márgenes de las empresas de retail, generando un particular impacto en ellas, pues el segmento de clientes al que apuntan es de menores ingresos que la banca, cuya exigencia en este aspecto es mayor que en la industria minorista. Y aunque han sido las multitiendas más pequeñas las más afectadas, los cambios también arrastraron a toda el sector.

Junto con ello, la ley que liberó de Dicom a los clientes morosos, según la industria, ha impactado también en la calidad de la cartera, lo que ha hecho más complejo rentabilizar las tarjetas. Se suma a esto que algunas cadenas de retail han enfrentado en los últimos años sanciones de tribunales por violar la Ley del Consumidor, cuestionadas, entre otros motivos, por los intereses y las comisiones que cobran, al tiempo que han debido lidiar con la acción fiscalizadora y denunciante ante tribunales del Sernac, lo que de alguna forma ‘arrinconó” a la industria.

Pero fue el paquete de medidas anunciadas el año pasado por el Banco Central y la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (Sbif), para regular las tarjetas de prepago, lo que terminó de inclinar la balanza del gran retail para terminar con la administración directa de las multitiendas de sus tarjetas.

Según un ejecutivo del sector, la regulación que se está implementando termina de asemejar, de manera cada vez más definitiva, al retail con la banca. Así, por ejemplo, indican que, a nivel de provisiones, las tiendas que manejan tarjetas deberán aumentarlas en forma relevante a partir de esas medidas, en línea con el nivel de cobertura de riesgo de la banca. Así las cosas, dice el ejecutivo, Falabella lo que está haciendo es sumarse a la oleada ya iniciada y acumulando en el banco el centro de la gestión de su negocio financiero.

Pero, de paso recuerda otro ejecutivo, con esto Falabella y el retail dan un salto adelante en la discusión sobre la consolidación de deuda, una vieja aspiración de la banca y que durante décadas no ha podido ser regulada en el Congreso.

Las cadenas minoristas han señalado que la información fue recabada por años por sus compañías y que lo que busca la banca es quedarse con esa información en forma gratuita, por ejemplo, el riesgo de los clientes, su comportamiento de pago y, en general, la información de sus distintas deudas, todo lo cual permite a la institución financiera tener un panorama claro de su situación económica, reduciendo su exposición al riesgo.

Con los grandes retailers cediendo la gestión directa del negocio a los bancos (Ripley a su propio banco, Walmart a BCI y Cencosud a Scotiabank, como se señaló anteriormente), estas entidades ya tienen acceso a la información del retail de dichas compañías y la discusión podría ser enterrada definitivamente.

Lo cierto es que con la unión de las cadenas minoristas con bancos el flujo de información crecerá exponencialmente. En esa línea, por ejemplo, Falabella explicó que la integración tendrá como efecto el crecimiento de sus colocaciones, pues “al ser parte de un banco, CMR podrá contar con información del sistema”, que será clave para, entre otras cosas, otorgar mayores cupos en las tarjetas CMR, realizar mejores ofertas de crédito e incrementar la venta de productos financieros.

Según un ejecutivo del sector, Falabella hizo una jugada estratégica distinta a la industria y esperó que todos los actores “expusieran” la información de su negocio a la Sbif antes de hacerlo la firma, evitando que, por defecto, se pudiera develar la información comercial acumulada por décadas.

Con la inclusión al banco de CMR, la autoridad tendrá acceso amplio a información de esta, ahora como parte de la entidad bancaria, y podría liberar así la tensión histórica que se ha generado con la banca por la propiedad de la información que han ido generando sus negocios históricamente.

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