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Más allá del litio: las otras industrias a las que accede Tianqi y que obsesionan a China MERCADOS

Más allá del litio: las otras industrias a las que accede Tianqi y que obsesionan a China

Enrique Elgueta
Por : Enrique Elgueta Periodista y consultor senior en Comsulting.
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La propiedad del 24% de SQM le abre las puertas a la empresa asiática, no solo para participar en la apetecida industria del oro blanco, sino también en el mercado del potasio, la línea de negocios que más ingresos le reporta a la minera de Ponce Lerou y que explica parte relevante de sus utilidades. Albemarle también procesa este mineral extraído del Salar de Atacama, razón por la cual los efectos en su competencia constituyen igualmente un asunto que ha sido denunciado a la FNE.


Mucho se ha hablado del litio y el perjuicio que supone para su competencia de precios la entrada de la china Tianqi en SQM, la nueva socia del controvertido empresario Julio Ponce Lerou.

Hace unos días, la Fiscalía Nacional Económica (FNE) comunicó el inicio de una investigación respecto de los efectos de dicha operación, solo en relación con este mineral –el llamado «oro blanco»–, lo que ha profundizado el debate en cuanto al nivel de la política pública que ha desarrollado Chile para su producción y desarrollo.

Esto, a propósito del interlocking denunciado por la Corfo de Eduardo Bitran, el antecesor de Sebastián Sichel como vicepresidente ejecutivo de la entidad, considerando la presunta participación cruzada en el Salar de Atacama que tendrían SQM (con Tianqi como propietario del 24% de su propiedad) y Albemarle, firma de EE.UU. socia de la china en Australia. Según la Corfo, «de no tomarse medida alguna por la autoridad de libre competencia, el resultado de esta vinculación estructural entre Tianqi y SQM implicará que firmas que controlan alrededor de un 70% del mercado mundial de extracción y comercialización de litio, tengan aptitud e incentivos tanto para abusar del poder de mercado que ostentarían, como para, y especialmente, incurrir en ilícitos coordinados».

Sin embargo, el litio es solo uno de los negocios a los que accede la empresa china.

Tianqi ingresa en la participación de una serie de negocios que se producen de la extracción del Salar de Atacama y sobre cuya competitividad aún no se discuten sus efectos, particularmente en lo relativo a la industria del potasio.

[cita tipo=»destaque»]Si bien el interlocking que se presume en la industria del litio no ocurre en el potasio, considerando que Rusia y Canadá son los principales productores del mineral y que hay un mayor número de actores oferentes, el temor de efectos anticompetitivos que supone la entrada de Tianqi en esta industria ya ha sido planteado ante la FNE –aseguran fuentes– por lo menos desde fines de mayo.[/cita]

Además del litio y sus derivados, es el potasio el principal producto que explica las utilidades de la compañía. De hecho, es el que le reporta las mayores ventas. En 2017, SQM generó ingresos por US$697,2 millones en el segmento de nutrición vegetal de especialidad, conocido también como nitrato de potasio, mientras que el litio produjo ventas algo menores: unos US$644,6 millones. El potasio, por si solo, reportó ingresos de US$379,3 millones y el yodo –otro producto relevante en la cadena de negocios de SQM– US$252,1 millones.

A nivel de utilidades, tanto el nitrato de potasio como el potasio explicaron US$207,5 millones en 2017, menos de la mitad del negocio del litio, que explicó US$455,3 millones de las ganancias.

Este asunto, no obstante, ha sido denunciado ante la FNE, pues Albemarle también está produciendo potasio como un subproducto de sus operaciones en el Salar de Atacama y es procesado en la Planta Potasa, ubicada en esa zona. La compañía produce en Chile carnalita de potasio y cloruro de potasio, segundo producto que se obtiene en la Planta Salar, con una pureza de 95%.

Solo en Chile y en Jordania Albemarle produce derivados del potasio, gracias a un joint venture llamado JBC y cuya propiedad comparte en partes iguales con la empresa Arab Potash Company Limited.

Si bien el interlocking que se presume en la industria del litio no ocurre en el potasio, considerando que Rusia y Canadá son los principales productores del mineral y que hay un mayor número de actores oferentes, el temor de efectos anticompetitivos que supone la entrada de Tianqi en esta industria ya ha sido planteado ante la FNE –aseguran fuentes– por lo menos desde fines de mayo.

Hace cinco años había un cartel del potasio, cuyo fin produjo el descalabro accionario de SQM, entre otras compañías dedicadas a esa industria. En julio de 2013, el directorio de la empresa rusa Uralkali decidió terminar el acuerdo que tenía con la bielorrusa Belaruskali, hecho que se tradujo en el desplome de las acciones de las firmas ligadas al sector, que fue cercano al 20%.

La otra obsesión

La electromovilidad no solo ha impulsado el apetito internacional por el litio, también por el cobalto.

Un reciente informe de BTG Pactual proyectó que la producción de este mineral podría aportarle al país unos US$1.800 millones al año. Sin embargo, hasta ahora esta industria en Chile se ha mantenido inactiva, luego que entre 1844 y 1944 produjera 20 mil toneladas al año.

Las zonas más ricas de este mineral son San Juan y Carrizalillo Alto en la Región de Atacama, así como Tambillos en la Región de Coquimbo y un área menor en la Tercera Región. A inicios de este año, Corfo encargó un informe técnico para evaluar la existencia de este recurso en el centro y el norte de Chile, asignando además US$5 millones para desarrollar tecnología que permita separar este mineral de relaves de cobre, pero esta industria aún no toma vuelo, pese a que junto al litio suponen los elementos claves para el desarrollo mundial de la electromovilidad: por cada batería de un auto eléctrico, hay cerca de 10 kilos de cobalto.

A nivel mundial es el Congo el país que suministra casi la mitad de la oferta existente, aportando 66 mil de las 123 mil toneladas que se produjeron el 2017.

Precisamente, los principales dueños de la producción son de China. Un análisis publicado en marzo por The Economist, reveló una cuestión no tan conocida: que al menos 4/5 de los sulfatos y óxidos de cobalto utilizados para fabricar los cátodos de baterías de iones de litio se refinan en el país asiático.

Esta cuestión ha despertado preocupación por la concentración en la propiedad que también habría por este mineral. Según la mencionada revista, en marzo dichas inquietudes se agudizaron cuando GEM, un fabricante chino de baterías, comunicó que adquiriría un tercio del cobalto enviado por Glencore, la mayor productora metálica del mundo.

La concentración en la oferta de este mineral ha provocado que el promedio de US$26.500 que valía la tonelada en 2016, haya ascendido este año por sobre los US$90 mil.

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