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[ARCHIVO] Puente Cau Cau: la sospechosa voltereta del MOP para aprobar el uso provisorio del «horror de cálculo» MERCADOS

[ARCHIVO] Puente Cau Cau: la sospechosa voltereta del MOP para aprobar el uso provisorio del «horror de cálculo»

Enrique Elgueta
Por : Enrique Elgueta Periodista y consultor senior en Comsulting.
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A propósito de la reapertura del puente Cau Cau en Valdivia recordamos esta nota de El Mostrador Mercados sobre la diferencia en los criterios técnicos de la estructura que ayer comenzó a operar nuevamente para el tránsito vehicular y de peatones, algo que ayer dejó de manifiesto el ex ministro de Obras Públicas Alberto Undurraga mediante sus declaraciones, quien declaró que era una “vergüenza” debido a los problemas presentados.


Hay mucho ruido interno estas semanas en el Ministerio de Obras Públicas (MOP), ya que después de cuatro años de enfrentamientos con las empresas responsables de la construcción del Puente Cau Cau –calificado en el mundo como un «horror de cálculo»– y que llevaron a dicha cartera a impulsar su desarme, hoy hay un nuevo criterio que apunta al uso provisorio y parcial por dos años de la cuestionada obra. No solo eso, con esta voltereta dicha cartera podría encaminarse a una derrota judicial en lo que respecta a la demanda civil por incumplimiento de contrato que en 2015 presentó Azvi, la empresa constructora, en la cual exigía al Estado el pago de $890 millones por obras ejecutadas y otros cuatro ítems de obras por un valor de $5.388 millones.

Se trata de un enfoque que Obras Públicas nunca antes consideró, teniendo abiertos frentes legales (civiles y penales) que persiguen las responsabilidades últimas de este fallido sueño valdiviano, diseñado por el MOP y construido por la referida firma española Azvi.  Sin contar las disputas legales, el uso parcial del puente nunca fue una opción hasta ahora, principalmente por las fallas que el propio ministerio, y particularmente su Dirección de Vialidad, identificó como graves e irreparables.

Una opinión que parecía inamovible hasta hace solo unas semanas, pero que hoy es revestida de matices que permiten justificar el uso provisorio del puente, ya que sí sería capaz de resistir el flujo de vehículos livianos y peatones.

Para el actual titular del MOP, Juan Andrés Fontaine, se trató de una solución que responde al «sentido común», como dijo a La Tercera a finales de abril, mientras que al interior de su propia cartera hay quienes no entienden las razones que hubo tras este cambio de criterio. Más aún, la decisión del uso provisorio del puente favorece la posición de Azvi en el sentido de que el puente es reparable y que sus fallas respondieron, en último término, al diseño que preparó al MOP y no a su construcción.

No es de extrañar entonces que, tras conocerse la decisión de Fontaine, la empresa afirmara que le parecía una decisión «sensata».

Óptica renovada

Desde enero de 2016 que Walter Brüning, ingeniero civil de la Universidad de Chile, está a cargo de la Dirección de Vialidad del MOP, una de las seis unidades ejecutoras que dependen de esa cartera.

Esta oficina ha sido clave en cómo el MOP ha abordado el caso del Puente Cau Cau. Brüning, conocido por ser una persona de un pensamiento político de izquierda que no ejerce militancia, llegó a dirigir el área no por razones políticas sino que por Alta Dirección Pública y es considerado, por quienes lo conocen, como un profesional de buen nivel técnico.  Sin embargo, hoy es cuestionado.

Durante los últimos años ha sido dicha dirección la que, sobre la base de distintos informes contratados por la cartera, ha enfatizado las fallas que presenta el puente, incluso cuestionando las medidas de prueba que aplicaron otras consultoras para determinar si podía ser o no reparado.

En octubre de 2017, Brüning explicó –en un informe de cuatro páginas a la Contraloría General de la República– por qué el puente constituía un peligro para los usuarios. Para ello, desarrolló un documento con 11 puntos que explicaban la magnitud de las fallas.

En uno de sus párrafos más lapidarios, Brüning dijo: «Habiendo revisado la documentación referida a la obra, y teniendo a la vista los informes previos realizados por distintos consultores, es posible confirmar el hecho que los tableros actualmente instalados no satisfacen los estándares constructivos necesarios para poner en uso el puente basculante. En efecto, y por las consideraciones que se pasan a explicar, los tableros no son susceptibles de ser utilizados, en las condiciones para las cuales fueron diseñados, por un conjunto de incertezas de carácter técnico, que se traducen, principalmente, en incumplimientos normativos, siendo irresponsable permitir tráfico sobre ellos. El cumplimiento de la normativa técnica en los casos de infraestructura vial de puentes, y en mayor caso puentes singulares tipo basculantes, corresponden a condiciones de seguridad que implican, al ser vulneradas, un aumento del riesgo de colapso y compromiso de vidas humanas mucho mayor«.

Este informe refutaba también algunas conclusiones que se obtuvieron del Dictuc, consultora de la Universidad Católica, que infirió que la obra sí era reparable. Para esto, había realizado pruebas de carga con camiones y afirmó que sí se podía monitorear la trazabilidad del acero utilizado en el puente, cuestión que el MOP dio por descartado, amparándose en informes que antes encargó a la consultora de ingeniería estructural VMB y la estadounidense Hardesty and Hanover.

[cita tipo=»destaque»]Fuentes que prefieren conservar su anonimato, sostienen que esta «recomendación» de Vialidad fue más bien una «respuesta» ante preguntas concretas que hizo el MOP. Esa respuesta fue «solamente vehículos livianos» frente a determinadas circunstancias que permitirían el uso provisorio del puente. Agregaron que, antes de la validación técnica de la Dirección de Vialidad, el MOP habría analizado el tema con el Ministerio del Interior. En dicha cartera, la jefa de la División Jurídica es  Ximena Risco y el asesor externo para casos de alta connotación pública es Luis Hermosilla, ambos, hasta marzo, abogados de Azvi en el frente penal.[/cita]

Ante la opinión del Dictuc –informe financiado por Azvi y encargado por la Fiscalía Centro Norte, que investiga el delito de fraude al fisco presentado en 2016 por la Municipalidad de Valdivia–, Brüning decía entonces que «los elementos estructurales de los tramos basculantes del tablero, específicamente de las vigas, en la condición actual, al ser sometidos a cargas de diseño, comenzarán a deformarse paulatinamente con el paso del tiempo. Lo anterior no puede ser desvirtuado por la llamada ‘prueba de carga’ realizada recientemente por el Dictuc, ya que dicha prueba responde a un examen de la estructura en un instante dado y bajo condiciones ideales, llámese cargas menores a las de diseño, velocidades controladas, además de no contar con la operación de bascular, siendo la condición necesaria y por la que fue construida este tipo de estructura, además de no evaluar el impacto del tŕansito en la estructura a lo largo del tiempo».

La misma Dirección de Vialidad se opuso con fuerza a las pruebas de carga que haría el Dictuc. En mayo de 2017, un documento emitido por Brüning manifestaba la preocupación de esa dirección por los riesgos asociados a estas pruebas, «a sabiendas que (la obra) cuenta con rótulas falsas, émbolos cuyos aceros presentaron una fractura frágil y un tablero intervenido contraviniendo la normativa vigente, representando un riesgo cierto que ninguno de los funcionarios de esta Dirección está dispuesto a avalar, tomando en cuenta que puede afectar la seguridad de las personas, compartiendo lo que ha sido comunicado formalmente al Ministerio Público mediante diversos oficios emanados desde autoridades del MOP».

Previo a ello, en diciembre de 2016, el ingeniero había enviado una minuta técnica al MOP de cinco puntos, en la cual explicaba «por qué nosotros no podemos aceptar el uso de los actuales tableros del puente Cau Cau». Fue un correo enviado al entonces ministro Alberto Undurraga y varios otros funcionarios de la cartera, en el cual enumeró una serie de situaciones «anómalas».

Por todos estos elementos, al interior del propio MOP resultó paradójico que esa misma oficina diera ahora el visto bueno a Fontaine para permitir el uso provisorio de la obra.

Consultado el ministerio, afirmaron a este medio que «no hay cambio de opinión. Vialidad dijo en su oficio del año pasado que, dada la información con que contaba –falta de trazabilidad de materiales y acciones constructivas no recomendadas en la norma–, no podían asegurar que el Puente Cau Cau fuera seguro para las condiciones de diseño que fueron contratadas. Esto es: camiones de 45 toneladas circulando por ambas pistas a 60 km/hr, con peatones y ciclistas transitando al mismo tiempo y por un período de 50 años sin falla alguna.

Lo anterior es muy distinto a la pregunta que le hicimos ahora a Vialidad: cuáles son las condiciones de circulación máximas que podemos aceptar en el puente por un período acotado de tiempo (máximo 2 años), dando seguridad a las personas. A esta pregunta, Vialidad contestó que era «seguro transitar con vehículos de hasta 5 toneladas, sin ciclistas ni peatones, a menos que se instalaran barreras de segregación para estos fines».

Así, el solo cambio de enfoque de esa cartera para consultar expresamente por la resistencia del puente, habría permitido su uso provisorio, a pesar de las advertencias previas emitidas por Brüning.

El ex ministro del MOP, Alberto Undurraga, sostiene una tesis totalmente contraria. «Todos los elementos e informes que tuvimos desde 2015 en adelante hasta el último día de Gobierno por parte de Vialidad, tenían como motivo central, para el retiro de los tableros, la seguridad para la ciudadanía del uso de los mismos, porque se desconocía la calidad del acero, además de otras fallas constructivas de estos. En efecto, los informes recibidos nunca establecieron matices de uso y recomendaban el retiro de los mismos. Ahora, si en estos dos meses Vialidad tiene otros antecedentes y elementos, estos deberán ser ponderados por el ministerio como corresponde”, dijo tras ser consultado por este medio.

Cuando llegó Fontaine al MOP, pidió la renuncia de varios jefes de servicio. Su modelo de gestión se ha caracterizado por que en las distintas direcciones del ministerio han asumido subrogancias y, sobre ellas, asesores que cumplen el rol de interventores, todas personas de confianza del secretario de Estado. Así ha ocurrido en las direcciones de Arquitectura, General de Aguas, Obras hidráulicas, Aeropuertos, Contabilidad y Finanzas y Fiscalía. La única oficina que no tiene esta figura es la de Vialidad, dependiente de Brüning.

Esta oficina ha sido referida como un lugar expuesto a presiones políticas. El mismo Undurraga ha sido perseguido por la Fiscalía por el delito de prevaricación, considerando la presunta existencia de presiones al interior del MOP que sustenten la tesis del desarme –algo que ya habría descartado el fiscal José Morales–, y por estos días la Dirección de Vialidad ha vuelto a ser apuntada como objeto de presiones a la luz del renovado enfoque de Obras Públicas en lo que respecta al Cau Cau.

Más sospechas

Fontaine, en la misma entrevista de La Tercera, dijo que tenían la recomendación de Vialidad del MOP de que el puente en su posición fija puede ser usado por vehículos livianos por ahora, algo contradictorio frente a informes anteriores en los que incluso existía oposición a pruebas de carga.

Fuentes que prefieren conservar su anonimato, sostienen que esta «recomendación» de Vialidad fue más bien una «respuesta» ante preguntas concretas que hizo el MOP. Esa respuesta fue «solamente vehículos livianos» frente a determinadas circunstancias que permitirían el uso provisorio del puente. Agregaron que, antes de la validación técnica de la Dirección de Vialidad, el MOP habría analizado el tema con el Ministerio del Interior. En dicha cartera, la jefa de la División Jurídica es  Ximena Risco y el asesor externo para casos de alta connotación pública es Luis Hermosilla, ambos, hasta marzo, abogados de Azvi en el frente penal.

Según fuentes cercanas al mencionado ministerio, hubo un momento clave que gatilló este cambio de enfoque en Obras Públicas. Ocurrió el 13 de marzo, dos días después del cambio de mando, cuando el diario La Tercera publicó las conclusiones del perito Álvaro Peña, director de la Escuela de Ingeniería en Construcción de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, quien calificó al puente como «irreparable».

Hasta ese momento, la administración recién asumida se preparaba para emitir una declaración que iba en línea con el desmonte del puente, tomando la posta de la gestión de Undurraga.

«Esa declaración pública, que era muy preliminar y genérica, se preparó en la línea de hacer el desmonte», sostiene una fuente vinculada al MOP. Sin embargo, dicha fuente agregó que «se le sugirió a las autoridades que antes de cualquier declaración se hiciera un chequeo con el Ministerio del Interior. El problema es que de la noche a la mañana cambió la actitud. Lo que parecía ser algo en línea de quitar los brazos y continuar con la reparación, se tradujo en que nunca hubo desmonte, y a las pocas semanas vino el cambio de actitud de Vialidad, que después de haber sido muy contundente diciendo que los tableros no servían, ahora sí podrían servir bajo ciertas circunstancias».

Se consultó al Ministerio del Interior cómo se manejó el tema del Puente Cau Cau con el MOP, si en esa instancia participó la abogada Risco y cuál es el protocolo para evitar conflictos de intereses que podrían afectar a la secretaría de Estado. Desde las oficinas del Patio de Los Canelos de La Moneda, desmintieron categóricamente haber tenido alguna relación de cualquier índole con el tema de puente Cau Cau ni menos estar «encima» de las decisiones de Obras Públicas.

La nota original fue publicada el 11 de mayo de 2018.

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