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Las razones de Nora Cuevas, la alcaldesa UDI que da batalla contra proyecto Walmart en San Bernardo MERCADOS

Las razones de Nora Cuevas, la alcaldesa UDI que da batalla contra proyecto Walmart en San Bernardo

La Moneda ha dado instrucciones a los ministerios sectoriales de agilizar las inversiones que no tengan conflictos graves medioambientales, para que den fe de la mejoría de la salud económica del país, de esos tiempos mejores que constituyeron la principal promesa que llevó al Mandatario de regreso al poder. Y este proyecto cumple con tales condiciones. Pero la alcaldesa gremialista se opone, incluso acudirá a la Contraloría y al Tribunal Ambiental para impedir que continúen las obras, al tiempo que hace hincapié en que tiene razones técnicas de peso para rechazarlo. La empresa ha insistido en reunirse con ella sin éxito e, incluso, fuentes vinculadas al tema afirmaron que se han hecho gestiones a todo nivel para tratar de convencerla, sin obtener resultados. Eso sí, no siempre fue así, en el camino cambió de opinión drásticamente.


Es un centro de distribución como muchos y en ninguna parte donde se han construido han generado tanto conflicto, salvo allí, en San Bernardo. La férrea oposición que ha sostenido en los últimos años la alcaldesa de la comuna, Nora Cuevas (UDI), al proyecto El Peñon de Walmart, ha provocado un problema que ha escalado hasta las puertas mismas de la casa matriz de la poderosa cadena supermercadista –en Bentonville, Estados Unidos– y ha generado un ruido en el oficialismo, debido a que se trata de una jefa comunal de sus huestes, la que rema públicamente contra una iniciativa que cuenta con el respaldo de la actual administración piñerista.

En los últimos dos años, Cuevas –ex vocera de José Antonio Kast– se ha transformado en la adversaria número uno del proyecto de Walmart, que representa para la firma una inversión de US$ 180 millones, la mayor que ha realizado la cadena fuera de Estados Unidos. La jefa comunal ha presionado públicamente y en la comuna advirtiendo de supuestas ilegalidades cometidas en la aprobación de la iniciativa, al punto que después que el comité de ministros diera luz verde a la construcción del centro de distribución, aseguró que “aquí corrió plata y lo digo abiertamente”, un comentario que se quedó solo en palabras, pero que cayó pésimo en la compañía, que a nivel global considera este tipo de afirmaciones como asuntos que siempre deben indagarse.

Los argumentos de la alcaldesa Cuevas para su férreo rechazo al proyecto pasan por consideraciones técnicas: el excesivo tráfico vehicular que generaría el centro de distribución que abastecerá a las diferentes cadenas de supermercados de la marca –Lider, ACuenta, Express–, al emplazarse en un sector aledaño a la Ruta 5 Sur, cercano al Mall Plaza Sur.

En esa zona se han instalado varias parcelaciones urbanizadas y para muchos vecinos el gusto de vivir allí pasa, precisamente, por la tranquilidad de poder tener un estilo de vida campestre. A muchos de ellos, de hecho, les inquieta el cambio de estatus que pueda acarrear el centro de distribución y los camiones que circularán por el tranquilo sector, además de la población flotante de la zona.

[cita tipo=»destaque»]El Peñón –cuyas localidades aledañas son Santa Teresa, Barrancones y Catemito, que continúa su camino hacia Calera de Tango– es una antigua parcelación patronal que fue de los Luksic y que en 2001 compró Nicolás Ibáñez a través de la extinta D&S, la antecesora de Walmart. Son 145 mil metros cuadrados en 47 hectáreas, que implican el punto de partida de un plan de inversiones de tres años, que sumará un gasto de hasta US$ 800 millones el Chile y que se traduce en la apertura de más de 50 nuevos locales.[/cita]

La compañía ya inició los trabajos en enero del año pasado y hasta ahora, con permisos municipales vigentes de la Dirección de Obras Municipales (DOM), ha continuado la construcción que vislumbra que esté terminada en mayo de 2019. Eso, pese a que, en dicho andar, varias veces se han encontrado con el municipio en tribunales.

Pero Cuevas –quien consultada por El Mostrador solo señaló que hay una oposición transversal al proyecto– no ha dejado títere con cabeza en este tiempo. Acusó al Gobierno de quitarle el piso, de darle la espalda, a los medios de comunicación de hacer oídos sordos con el asunto, a los canales de televisión de haberle cerrado sus puertas y a Walmart de acallar sus denuncias.

Con el paso del tiempo las desavenencias entre Cuevas y la empresa se han hecho cada vez más potentes y, de paso, contrarias al espaldarazo que el mismo Gobierno le ha dado al tema. Aunque en un inicio, cuando recién se conoció el proyecto en el año 2015, se reunió con la compañía y dentro de las primeras observaciones que constan en el documento de evaluación ambiental del proyecto está que, pese a solicitar una serie de aclaraciones, esperaban que el proyecto fuera un empuje para el nivel de empleos en la comuna, todo tomó otro rumbo.

Ni un voto menos

La jefa comunal de San Bernardo lleva una década en el sillón municipal. Fue elegida por primera vez el año 2008 con el 48,18% de los votos, cuatro años después fue reelegida con el 50,95% y en los últimos comicios de octubre del 2016, ganó nuevamente con un 46,6% y, antes de ser alcaldesa, en los ocho años inmediatamente anteriores, fue concejala en dicha municipalidad.  Toda una vida dedicada a San Bernardo, más aún considerando que su padre también fue alcalde de la comuna.

Cuevas es militante UDI, siempre ha sido una aliada estratégica de José Antonio Kast, quien fue diputado por ese distrito y con quien tiene no solo una fuerte sintonía política, sino que además una amistad de años. Ella tiene fama de mover bolsones de votos, de tener casi un séquito tras suyo, de tener un estilo de gestión duro y un liderazgo de caudillo local.

A pesar de todo eso, precisamente el temor a perder el sillón municipal o sufrir una merma importante en su base electoral habría sido la razón de fondo para que diera un giro drástico a su posición ante el proyecto El Peñón. Técnicamente el municipio ha señalado que la pérdida de este espacio, sin uso por años, va en contra de los planes de conservación ambiental de la Región Metropolitana y que generaría efectos adversos en tanto en el sector vial como medioambiental.

Entre quienes conocen al dedillo la trama del conflicto en San Bernardo durante los últimos años, explicaron que el diputado PS Leonardo Soto –que vive en el condominio «Lomas de Mirasur» frente a El Peñon– ha sido un detractor del proyecto Walmart desde el primer día, lo que en los inicios del 2016 habría eclipsado a Cuevas. No solo eso, el parlamentario habría impulsado distintos nombres en la comuna con miras a levantarlos como posibles candidatos a alcaldes, para que compitieran en octubre de ese año con Cuevas, lo que puso nerviosa a la alcaldesa.

Soto no respondió las consultas de El Mostrador Mercados para referirse al tema de El Peñón y en el mundo político explicaron que ahora son aliados con Cuevas en el gallito contra Walmart, por lo que han hecho frente común. Ambos comparten ahora su oposición a que el centro funcione y en la comuna.

La radicalización de la agenda de Cuevas contra la empresa no ha pasado inadvertida. La firma ha insistido en reunirse con ella sin éxito e, incluso, fuentes vinculadas al tema afirmaron que se han hecho gestiones a todo nivel para tratar de convencerla de que modifique su postura, por lo que hasta le habrían pedido al propio Kast que hablara con ella sin obtener resultados.

La jefa comunal se mantiene inamovible, no quiere recibir a los representantes de Walmart –solo ha hablado con ellos una sola vez y hace años– ni saber de qué se tratan las medidas de mitigación en las que se invertirán cerca de US$ 15 millones.

No cede ni un centímetro, nunca, en ningún momento, al punto que no permite nada que venga de Walmart, como sucedió con una de las celebraciones del Día del Niño, cuando la compañía envió dulces de regalo y la alcaldesa los mandó a devolver todos.

Es que el Peñón no es una localidad sin importancia. En la última elección municipal los vecinos de esta zona representaron un punto de inflexión de votos a favor de Cuevas, lo que hace evidente que ella no puede perder ese piso, según confirman en el mundo político. La alcaldesa insiste en que su rechazo se sustenta en temas técnicos y no electorales: “Soy la defensora número uno de mi comuna. Bienvenido sea el progreso y trabajo en mi país, pero fui elegida para defender a la gente. La gente que vive frente al proyecto no fue considerada. No soy la enemiga número uno de Walmart, sino de los que quieren dañar mi comuna. Me carga el término el patio trasero. Así como nos aplicamos para ganar el proyecto Chena que se propuso el municipio en pleno, así mismo estamos en la guerra contra Walmart”, dijo la Cuevas en junio.

El quiebre

La hoja de ruta inicial que tenía Walmart encontró varios obstáculos desde que la resolución de calificación ambiental fue aprobada en diciembre de 2016 y se dieron por iniciados los trabajos: la Municipalidad de San Bernardo ha paralizado temporalmente las obras varias veces, han habido problemas con los permisos municipales, los vecinos han alegado que no fueron invitados a participar de las instancias de consulta ciudadana y han presentado diferentes recursos judiciales agrupados en el comité de defensa San Bernardo Sur. La vecindad se ha divido en dos bandos: los que apoyan o no el proyecto.

El Peñón –cuyas localidades aledañas son Santa Teresa, Barrancones y Catemito, que continúa su camino hacia Calera de Tango– es una antigua parcelación patronal que fue de los Luksic y que en 2001 compró Nicolás Ibáñez a través de la extinta D&S, la antecesora de Walmart. Son 145 mil metros cuadrados en 47 hectáreas, que implican el punto de partida de un plan de inversiones de tres años, que sumará un gasto de hasta US$ 800 millones el Chile y que se traduce en la apertura de más de 50 nuevos locales.

Durante su fase de plena operación, el recinto involucrará un tránsito máximo de 504 camiones diarios, equivalente a 1.008 viajes al día, lo que significa menos del 1% del flujo vehicular actual de la Ruta 5 Sur, en el punto de emplazamiento del proyecto. “No es un proyecto invasivo. No contamina, solo genera un flujo vehicular extraordinario, pero no podemos pedir que las ciudades no evolucionen”, dice una fuente cercana a un ministerio sectorial envuelto en la evaluación.

Si bien el proyecto pasó la vara del comité de ministros, Cuevas ya advirtió que intentará frenar por cualquier vía el inicio de las operaciones, por lo que recurriría a la Contraloría General y al Tribunal Ambiental, acciones que dejan en una incómoda situación al Gobierno de Sebastián Piñera, que públicamente ha respaldado la iniciativa, dada la inversión que representa y lo que significa para la actividad económica. Su postura, además, apunta a los ojos de comunas aledañas como Paine y Buin en el proyecto, pues para estas localidades representaría una oportunidad de empleo, sin mediar en los impactos del proyecto.

La línea entre Cuevas y el Ejecutivo en este tema se cortó hace rato. El Gobierno de Piñera ha mandatado a los ministerios sectoriales a agilizar las inversiones que no tengan conflictos graves medioambientales, para que den fe de la mejoría de la salud económica del país, de los tiempos mejores, la principal promesa que llevó al Mandatario de regreso a La Moneda. Y este proyecto cumple con tales condiciones.

El espaldarazo gubernamental llegó el 27 de julio, cuando el ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno, anunció en la inauguración de una central mayorista de Walmart en San Bernando que la empresa, ad hoc a los objetivos gubernamentales, crearía 4 mil empleos en el país y que 2 mil de ellos provienen de la operación del centro El Peñón.

Ante este gesto, Nora Cuevas se lamentó públicamente: “Cifré esperanzas en un Gobierno amigo, donde yo debiera tener una llegada mayor. Pretendía que ellos iban a pedir una nueva evaluación y la verdad es que ni siquiera hemos tenido respuesta”, dijo en una entrevista con CNN, donde también se le preguntó a qué se refería con que había corrido plata en el proyecto, sin entregar mayores detalles al respecto. El municipio tendrá, en todo caso, una facultad clave incluso con el proyecto listo para funcionar: la entrega de la patente municipal.

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