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Liechtenstein, paraíso fiscal desde donde los Luksic controlan su fortuna, perdería su lugar de privilegio por reforma bancaria


Liechtenstein, principado antes legendario por sus leyes de secreto bancario, está perdiendo su posición de privilegio como uno de los principales paraísos fiscales para los más ricos de la Tierra.

El país alpino eliminó sus leyes de secreto bancario hace cuatro años por la presión que ejercieron Estados Unidos y la Unión Europea, lo que impulsó a los clientes a recurrir a otras jurisdicciones y obligó a uno de los centros bancarios más antiguos de Europa a modificar su imagen.

“No somos un paraíso fiscal, somos un refugio seguro”, dijo Mario Gassner, máximo responsable ejecutivo de la Autoridad de Mercados Financieros de Liechtenstein, desde su oficina de Landstrasse, la calle principal que atraviesa Vaduz, la capital del país. “En el pasado, los clientes venían a Liechtenstein a traer su dinero. Desde 2008, nuestros intermediarios financieros tienen que ir a los clientes”.

La nación europea, cuya superficie equivale a un veinteavo de la de Rhode Island, sigue siendo uno de los lugares que eligen los multimillonarios para esconder los holdings y las entidades de inversión que controlan sus activos. El fundador de IKEA Ingvar Kamprad, la quinta persona más rica del mundo, según el Índice de Multimillonarios de Bloomberg, controla los derechos de propiedad intelectual de la compañía a través de una fundación con sede en Liechtenstein.

Margarita Louis-Dreyfus, presidente de Louis Dreyfus Holding de Amsterdam, el mayor operador de algodón y arroz del mundo, posee el 65 por ciento de la compañía a través del holding Akira que su familia tiene en Liechtenstein. Su patrimonio neto asciende a US$ 5.900 millones.

Iris Fontbona, matriarca de la familia más rica de Chile, controla una fortuna basada en el cobre de US$ 15.700 millones a través de holdings dirigidos por varias fundaciones domiciliadas en Liechtenstein.

Cambio mundial

Una pequeña parte de la fortuna de US$ 15.200 millones que controla la multimillonaria texana Elaine T. Marshall, de 70 años, tiene su sede en Liechtenstein, donde su difunto esposo, E. Pierce Marshall, creó una fundación para sus nietos, de acuerdo con su testamento. Elaine controla casi el 15 por ciento de Koch Industries Inc., la segunda mayor compañía de capital cerrado de los Estados Unidos.

A la ofensiva contra el secreto financiero, siguió un cambio mundial en el movimiento de los capitales y las leyes que lo rigen. Los activos administrados por bancos privados y estructuras offshore de Europa occidental se redujeron 2 por ciento desde 2008, mientras que los activos asiáticos crecieron alrededor de un 15 por ciento a US$ 8 billones, según un informe de 2012 de la consultora McKinsey Co.

La Tax Justice Network, organización con sede en el Reino Unido que aboga por la transparencia en el sistema financiero, señaló que los individuos acaudalados escondían US$ 32 billones offshore a fines de 2010. Desde 2001, los activos administrados en Singapur, el corazón de la industria bancaria privada de Asia, se quintuplicaron a 1,4 billón de dólares de Singapur (US$ 1,1 billón), según las cifras de la Autoridad Monetaria de ese país.

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