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El extraño sueño de Horst Paulmann que dio origen a una batahola mediática


La batahola provocada por los dichos de Horst Paulmann sobre el pago a los proveedores fue originada por un error de interpretación. Cuando el miércoles 21 habló en el encuentro latinoamericano de centros comerciales dijo textualmente: “Aquí nosotros no podemos pagarle a los proveedores a 120 o 150 días como dice el ministro de Economía. Esos son sueños, no son realidades…”. Esa fue la frase que su empresa de comunicaciones Azerta envió ante las consultas de este diario para aclarar el desaguisado que provocaron sus palabras. Las que podían entenderse como que es imposible pagar en cuatro o cinco meses —sería un sueño— o bien como que sería un sueño que se pudiese pagar en esos plazos, porque no es lo que ocurre en la realidad.

El Diario Financiero se quedó con la primera tesis y tituló en su edición impresa del jueves “no podemos pagarle a proveedores a 120 o 150 dias como dice el ministro de economía”.

A partir de ahí se generó una cadena de críticas en la que sólo faltó La Moneda. El ministro de Economía, Pablo Longueira; los presidentes de la Confederación del Comercio Detallista, Rafael Cumsille, de la Conampyne, Juan Araya; de la Confederación de la Producción y del Comercio, Andrés Santa Cruz; el candidato presidencial de Renovación Nacional, Andrés Allamand, y el presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio se fueron en contra de Paulmann.

Azerta, la firma de comunicaciones que lleva la cuenta de Cencosud, reaccionó tardíamente. El viernes por la tarde envió un breve comunicado para aclarar que Cencosud paga a sus proveedores en 59 días y a las Pymes en 30 días de acuerdo a un avenimiento con la Fiscalía Nacional Económicas. Pero no dijo que hubo un error de interpretación en ese comunicado como explcó a este diario.

Lección: para la próxima será necesario llevar un decodificador para interpretar correctamente a Paulmann. La mayoría de los diarios no reparó en su "sueño". Estrategia incluso tituló la misma noticia con un “No podemos pagar a proveedores antes de 30 días”.

El hombre habla castellano desde los 13 años, pero su sentido del humor del que le gusta hacer gala en los seminarios le jugó una mala pasada. Será difícil reparar el daño a la imagen hecho por un sueño que, dicho sea de paso, resulta extraño. Porque pagarle a los proveedores en cuatro o cinco meses sería, por cierto, una hecatombe.

También había enojo entre algunos funcionarios de gobierno por el hecho que Paulmann sigue "bajando el moño" ante el gobierno argentino, que le tiene congelado los precios, y "guapea" a la más mínima declaración de las autoridades chilenas si las ve como una amenaza a sus negocios.

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