El turf siempre ha estado integrado por granados rostros empresariales: los Solari, Heller, los Hurtado-Vicuña y hasta los Penta habitualmente disputan las coronas más importantes del circuito. Por los palos, caras ajenas a los vecinos habituales del Hipódromo y del Club Hípico se van colando en los títulos.
Es un deporte que entretiene a importantes fortunas del país: a las hermanas Solari, controladoras de Falabella y varias de sus ramas familiares, incluyendo a su hijo Carlos Heller, controlador de Mega. No son las únicas fortunas que, por medio de sus haras (en el caso de los Heller Solari los haras Icha, ex Sheik y Don Alberto), pasan las penas en el Hipódromo o el Club Hípico. En este último otro hombre de Falabella es conocido, Reinaldo Solari, presidente del recinto por varios años.
Por eso lo que logró ayer el ex tenista Fernando González tiene mucho de hazaña, pero no solo la deportiva, por haberse llevado la corona de la más importante carrera de caballos del circuito con su ejemplar Leitone, del haras Sumaya, sino también una simbólica que, en 2015, ya había logrado otro deportista, el futbolista Arturo Vidal: destronar a las familias acaudaladas de Chile del laurel de las carreras.
A la lista de empresarios que se codean en las pistas se suman, además, los Penta, que han pasado las penas jugando a las carreras. En octubre pasado, Robert Bruce –stud Convento Viejo– se llevó la corona de El Ensayo, otra de las grandes carreras del turf. El ejemplar pertenecía a Carlos Lavín, Carlos «Choclo» Délano y el ex gerente general de Penta, Manuel Antonio Tocornal. Todos ellos son socios en el mencionado stud.
Tradicionalmente, y debido a la importante inversión deportiva que varias familias empresariales hacen en este deporte, se han «turnado» para obtener la corona de las competencias deportivas del rubro. Il Campione, caballo ganador de 2015, del haras Al Vidal (del futbolista), fue antes de Haras Paso Nevado, ligado a los Hurtado Vicuña.
Precisamente estos últimos han ganado varias veces El Derby, siendo 2014 y 2017 sus años. Los Solari, en tanto, se subieron al podio en 2008 y 2010 (haras el Sheik) y en 1995 y 2009 (haras Don Alberto).
González se llevó la corona con un fina sangre de su propiedad, perteneciente al haras de Oussama Abougazaleh, dejando atrás a los caballos de los Solari. Entre estos, una de las apuestas que se inscribía como ganadora era la del ejemplar Galantemente, de Don Alberto, pero que finalmente no pudo llevarse el triunfo.
El «negocio» parece ahora atraer a nuevos rostros. Cabe recordar que, tras ganar El Derby, Vidal hizo la pasada de su vida: vendió a Il Campione en casi US$ 2 millones. El caballo había sido comprado por $ 40 millones.
