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Ominami se abre al pacto contra la derecha en segunda vuelta

«Los acuerdos los haremos mañana, pero con diálogo, por el bien de Chile», aseguró el diputado ex socialista.


El candidato independiente Marco Enríquez-Ominami, tercero en las encuestas de cara a las elecciones presidenciales que se celebran este domingo, se abrió hoy a un pacto contra la derecha en una eventual segunda vuelta.

«Los acuerdos los haremos mañana, pero con diálogo, por el bien de Chile», aseguró el diputado ex socialista tras depositar su voto en la localidad costera de Zapallar.

Enríquez-Ominami disputa junto al oficialista Eduardo Frei la posibilidad de pasar a la segunda vuelta, que se celebrará el 17 de enero, y enfrentarse al derechista Sebastián Piñera, favorito en los sondeos para suceder a la socialista Michelle Bachelet.

El cuarto candidato en disputa, el representante de la izquierda extraparlamentaria, Jorge Arrate, propuso hace varias semanas un pacto para que los tres aspirantes con menos apoyos se unan en segunda vuelta para impedir el triunfo de Piñera.

Frei se mostró dispuesto a suscribir ese pacto, pero Enríquez-Ominami reiteró hoy sus discrepancias sobre el acuerdo al señalar que él propuso el mismo pacto planteado ahora por Arrate «hace un año y no quisieron (suscribirlo)».

«Eso es típico de una política antigua. Cuando no les conviene no hacen un acuerdo y cuando les conviene desesperadamente buscan un acuerdo para cargos. Yo no vengo a buscar un cargo, vengo a buscar la confianza de los chilenos», recalcó.

«Invito a que nos unamos todos para que derrotemos a los conservadores, pero con ideas de presente, no con los miedos de 1970», añadió Enríquez-Ominami, que pidió «serenidad» a sus oponentes y los animó a «escuchar» a los chilenos.

«Es evidente que a mí no me da lo mismo que gane la derecha. (…) No comparto la mirada de Sebastián Piñera sobre Chile, por eso soy candidato presidencial, porque encarno una visión distinta, más progresista, más tolerante», subrayó.

«No vengo a buscar un estatus ni un privilegio. Vengo a arriesgar esos privilegios para defender a los pobres», aseveró el candidato, que se declaró «preparado para seguir cambiando Chile».

«Chile tiene que cambiar. Y hoy tenemos que dar un ejemplo todos los candidatos de humildad cívica, de serenidad. El mañana se decide ahora, soplan vientos de esperanza y de futuro. Encarnaré, junto a muchos chilenos más, un sueño por educación pública, por un país más justo», declaró.

«Muchos nos observan, el mundo nos observa, estamos haciendo historia en Chile, se abren las puertas de la historia. Yo les invito a cruzarlas, pero con serenidad, sin odio y sin violencia. Quedan horas de votación y les deseo a todos un gran día», agregó.

El candidato llegó a votar acompañado de su esposa, la presentadora de televisión Karen Doggenweiler, y de sus dos hijas, además de su padre adoptivo, el senador Carlos Ominami, y de su madre, la cineasta Manuela Gumucio.

Enríquez-Ominami se trasladó desde Santiago hasta Zapallar en helicóptero, tras visitar a primera hora de la mañana la tumba de su padre, Miguel Enríquez, un guerrillero muerto durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

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