El conjunto que dirige el italiano Fabio Capello derrotó por 1-0 a Eslovenia.
La selección de Inglaterra clasificó este miércoles a los octavos de final de la Copa del Mundo ‘Sudáfrica 2010’, en el segundo lugar del Grupo C, al derrotar por 1-0 a Eslovenia.
Tras dos presentaciones para el olvido, el conjunto que dirige el italiano Fabio Capello despertó en el momento justo y logró tres puntos que lo dejan en la ronda de los mejores 16 de la máxima cita del balompié.
Eslovenia, en tanto, sufrió una eliminación dramática en Puerto Elizabeth, ya que en Pretoria Estados Unidos logró en los descuentos el gol del triunfo 1-0 sobre Argelia, resultado que le permitió a los norteamericanos clasificar y ganar la llave.
Los campeones del mundo en 1966 mostraron esta vez un claro avance en su juego y desde el primer minuto salieron a buscar el partido, con un Wayne Rooney muy activo y con Jermain Defoe buscando permanentemente espacios en ataque.
La única cifra de la brega llegó a los 23 minutos en los pies de Defoe, quien conectó de gran forma en la ‘zona caliente’ un preciso centro de James Milner.
En el complemento, Inglaterra quiso cerrar de entrada el partido presentando un interesante juego colectivo, con una dinamica que estuvo ausente en los tibios empates ante los estadounidenses y frente a Argelia. A los 47′ Defoe tuvo el segundo personal, pero su disparo se fue por poco al costado izquierdo del arco rival.
A los 59′ fue el turno de Rooney, que en un mano a mano definió al palo derecho del arco esloveno, pero el meta Handanovic estuvo notable para desviar levemente el balón, que finalmente golpeó en el vertical.
El pobre planteamiento de Eslovenia tuvo su mejor momento entre los 66′ y 68 minutos en el Nelson Mandela Bay. Birsa avisó con un remate que contuvo David James y luego llegó una serie de remates que no pudieron tocar las redes gracias a la férrea defensa de John Terry y compañía.
De esta manera, Inglaterra llegó a cinco unidades y clasificó a octavos como segundo del Grupo C. La escuadra de Capello podría chocar en octavos con Alemania, en un atractivo choque, si los germanos ganan el Grupo D.
