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Colombia: Las FARC se comprometen a romper nexos con el narcotráfico Así lo estipula un comunicado suscrito por la guerrilla y el gobierno de Juan Manuel Santos

Colombia: Las FARC se comprometen a romper nexos con el narcotráfico

De esta forma las guerrillas adquirieron el compromiso de “contribuir de manera efectiva, con la mayor determinación y de diferentes formas y mediante acciones prácticas con la solución definitiva al problema de las drogas ilícitas, y en un escenario de fin del conflicto, de poner fin a cualquier relación, que en función de la rebelión, se hubiese presentado con este fenómeno”.


La vieja guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se comprometió este viernes a romper sus vínculos con el narcotráfico, una vez se selle un acuerdo de paz con el gobierno colombiano.

Así quedó estipulado en un comunicado suscrito por voceros de las FARC y representantes del gobierno del presidente Juan Manuel Santos, expedido en La Habana, donde desde hace 18 meses se adelantan conversaciones para ponerle fin al conflicto armado de Colombia, que comenzó hace más de cinco décadas.

En el comunicado se anuncia que las FARC adquirieron el compromiso de “contribuir de manera efectiva, con la mayor determinación y de diferentes formas y mediante acciones prácticas con la solución definitiva al problema de las drogas ilícitas, y en un escenario de fin del conflicto, de poner fin a cualquier relación, que en función de la rebelión, se hubiese presentado con este fenómeno”.

Desarrollo alternativo

El acuerdo también contempla la realización de planes de desarrollo alternativo en las zonas de cultivos ilícitos, erradicación de los mismos, la eliminación de minas antipersonales de vastas zonas del país, así como programas de prevención del consumo de drogas.

El jefe de la delegación colombiana, Humberto De la Calle, expresó que ambas partes “manifiestan su firme compromiso con la solución definitiva del problema de las drogas y contribuirán al esclarecimiento de la relación entre conflicto y el cultivo, la producción y la comercialización de drogas ilícitas”.

También explicó que una vez se firme un acuerdo final, el gobierno pondrá en marcha un programa de limpieza de las áreas afectadas por minas antipersonal y municiones sin explotar”.

Este es el tercer acuerdo de los cinco puntos de la agenda que discuten las FARC y el gobierno de Colombia desde noviembre de 2012, cuando se iniciaron las conversaciones formales.

Los otros dos puntos que ya están acordados son los relativos a una reforma rural integral y la participación política de los exguerrilleros cuando se produzca su regreso a la vida civil.

El presidente Santos habló al país por televisión, celebró el acuerdo al que se llegó en La Habana y dijo que nunca se había llegado tan lejos en una negociación con las FARC.

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Santos explicó que habrá un programa de erradicación voluntaria de cultivos ilícitos y dijo que el gobierno no renuncia a la posibilidad de hacer aspersiones de esas áreas, cuando los propietarios se nieguen a hacerlo de manera voluntaria.

También reiteró que “el valor supremo para una sociedad es la paz” y expresó que Colombia no quiere “más muertos entre hermanos”, ni más niños en la guerra, ni más mutilados.

El anuncio del acuerdo en materia de drogas y cultivos ilícitos se une a otro que también se produjo este viernes, cuando las FARC y la otra guerrilla que existe en Colombia, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) anunciaron que harán una tregua unilateral de una semana a partir del próximo 20 de mayo, con motivo de las elecciones presidenciales, que se realizarán cinco días después.

Avances

Es la primera vez en los últimos años que las dos guerrillas toman una decisión de esa naturaleza. En muchas ocasiones anteriores, esos grupos han saboteado los procesos electorales.

Cuando se sentaron a dialogar, el gobierno y las FARC no pactaron un cese al fuego y se tomó la decisión de negociar en medio del conflicto. En diciembre pasado, las FARC también declararon una tregua.

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Santos celebró este viernes la tregua anunciada para los próximos días, pero dijo que las fuerzas militares de Colombia seguirán en su ofensiva contra la guerrilla.

Antes de ofrecer la nueva tregua, a las FARC se les atribuyó la explosión de una granada que les costó la vida a dos niños en la costa del Pacífico.

Los anuncios sobre el acuerdo en materia de drogas y el cese unilateral del fuego se producen en momentos que la competencia electoral está muy reñida y en que las encuestas de intención de voto muestran que el presidente Santos está empatado con su principal contendor, el ex ministro Oscar Iván Zuluaga, apoyado por el ex presidente Álvaro Uribe.

Por eso, la pregunta es si el acuerdo en La Habana y el cese unilateral del fuego podrían influir en las elecciones.

Dese la ciudad de Bucaramanga, en el oriente del país, Uribe, que se ha convertido en el más tenaz opositor del proceso de paz con las FARC, declaró: «una tristeza que entreguen el Estado a la terrorista FARC, asesina de niños, la principal organización narcotraficante del mundo. Y una segunda tristeza, que fueran a permitir que esa organización terrorista impusiera el presidente de Colombia».

Drogas, tema clave

El tema del narcotráfico y los cultivos ilícitos es muy sensible en este país, que es uno de los principales productores de hoja de coca del mundo y donde las mafias exportan grandes cantidades de cocaína a Estados Unidos y Europa. Estudios de la Universidad de los Andes consideran que el narcotráfico representa al menos un 2 por ciento del Producto Interno Bruto de Colombia.

Además, los recursos del narcotráfico han alimentado en los últimos años el conflicto armado. No se sabe exactamente en qué proporción, pero una parte importante de los ingresos de las FARC dependen de los “impuestos” que les pagan los narcotraficantes.

Algunos sectores militares y políticos han acusado en el pasado a las FARC de ser un “cartel” del narcotráfico, pero esa guerrilla ha rechazado esos señalamientos.

Se sabe que el punto del narcotráfico y los cultivos ilícitos en la agenda de negociación con las FARC también había generado muchas expectativas en el gobierno de los Estados Unidos.

El anuncio del acuerdo en ese punto se produce en momentos en que el gobierno colombiano ha dicho que revisará la extradición de nacionales a Estados Unidos, después de que el “Tuso” Sierra, un importante jefe narcotraficante, no fue devuelto al país para responder por graves crímenes que se le imputan, luego de haber sido extraditado en 2008 por el entonces presidente Álvaro Uribe.

La profesora Arlene Tickner, del Departamento de Ciencia Política de la Universidad de los Andes, le dice a BBC Mundo que la tregua y el acuerdo sobre cultivos ilícitos y narcotráfico “pueden jugar positivamente para el proceso de paz con las FARC y para Santos en las elecciones”.

Sin embargo, la experta critica al gobierno Santos por no haber hecho “suficiente pedagogía” sobre el proceso de paz entre la opinión pública. “El gobierno ha sido muy tímido”, dice.

Por esa razón, Tickner advierte que “los efectos electorales de estos anuncios podrían ser marginales, si el equipo del Presidente no los usa estratégicamente y debido al nivel de oposición al proceso de paz”.

Voluntad

Respecto al cese unilateral del fuego anunciado por las FARC y con el ELN –con quien el Gobierno ha explorado la posibilidad de entablar un proceso de paz-, Tickner cree que “es una movida de las guerrillas para tener algún tipo de influencia sobre los resultados electorales. Demuestra que, pese a las especulaciones, hay voluntad de lograr una negociación y también temor de que si gana Zuluaga, todo el proceso pueda venirse abajo”.

Algo similar opina el columnista Ramiro Bejarano, del diario El Espectador. En diálogo con BBC Mundo, sostiene que tanto el cese al fuego unilateral de las guerrillas como el acuerdo en el tema de narcotráfico con las FARC “son de una importancia cardinal”.

Pero Bejarano subraya que no puede asegurar que ambos asuntos beneficien a Santos. “En Colombia el ex presidente Uribe –quien goza de alta favorabilidad y apoya al candidato Zuluaga- tiene una especie de “efecto mágico”. Entre más escándalos le estallan, parece subir más en las encuestas”, dice Bejarano, al referirse al cruce de acusaciones entre las dos principales campañas.

Otro analista, Ricardo Vargas, quien es un experto en el tema de los cultivos ilícitos y el narcotráfico, es escéptico.

En declaraciones a BBC Mundo, Vargas llama la atención sobre la sostenibilidad de los programas de sustitución de cultivos ilícitos.

“Los modelos de desarrollo alternativo en general han fracasado en Colombia y en todas partes, salvo el éxito relativo en Afganistán. Yo creo que la sostenibilidad no está garantizada y la infraestructura para hacer desarrollo en las zonas de cultivos ilícitos cuesta mucho dinero”, señala.

Al experto le preocupa que la cooperación internacional llegue al comienzo, pero que no haya suficiente dinero para poder hacer desarrollo alternativo durante diez años.

Según Vargas, “este problema no se va a resolver si no se resuelve el de la cocaína”.

Aún faltan por resolverse dos puntos de la agenda de negociación entre el Gobierno y las FARC: el de víctimas y el de la justicia transicional, así como la forma en que se refrendarán los acuerdos por parte del pueblo.

 

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