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Por primera vez, una mujer latinoamericana presidirá la Asamblea de las Naciones Unidas Ambas candidatas pertenecen a nuestro continente

Por primera vez, una mujer latinoamericana presidirá la Asamblea de las Naciones Unidas

Solo faltaría escoger quién sería, la decisión está entre María Fernanda Espinosa, canciller de Ecuador, y Mary Flores, ministra de exteriores de Honduras y se definirá el martes.


Por primera vez en la historia, una mujer latinoamericana estará a cargo de la presidencia de la Asamblea de las Naciones Unidas.

La comunidad latinoamericana alrededor del mundo, alcanza un nuevo logro significativo, ya que la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la mayor organización internacional que existe y el foro mundial más importante en términos de diplomacia, tendrá nuevo presidente y por primera vez será una mujer latinoamericana. Solo faltaría escoger quién sería, la decisión está entre María Fernanda Espinosa, canciller de Ecuador, y Mary Flores, ministra de exteriores de Honduras.

Esta nueva elección se llevará a cabo el próximo martes 5 de junio. Para llegar a este punto, el sorteo se llevó a cabo gracias a un nuevo formato, que se destaca por su transparencia, permitiendo a las candidatas estar rodeadas de un diálogo más informal, presentando un plan visión a los 193 países que conforman la institución y demás representantes de la sociedad civil.

Vale recalcar que quien sea la elegida será el remplazo, desde septiembre, del presidente de la Asamblea de la ONU, el eslovaco, Miroslav Lajcak.

María Fernanda Espinosa aprovechó la acción de su país en temas como los derechos humanos, la justicia, la migración, refugiados y discapacitados. La labor de la canciller ecuatoriana se centra en el apoyo a las personas más vulnerables y el desarrollo sostenible.

Igualmente, Espinosa propone que la Asamblea de la ONU se revitalice, de manera que pueda brindar una respuesta más rápida y efectiva en momentos de emergencia. Para que las Naciones Unidas puedan actuar atacando los objetivos de la canciller, debe existir un espacio de puertas abiertas, canalizando el diálogo global, respondiendo a las aspiraciones y necesidades de cada nación.

El cargo de presidencia o liderazgo de la Asamblea de las Naciones Unidas tiene un lapso de un año. En esta ocasión, la sección de países latinoamericanos y de la región Caribe, tenían la mejor oportunidad para ser elegidos. De esta manera se abriría un diálogo que debatiría sobre diferentes tópicos internacionales, entre ellos, la reforma de la ONU, transparencia en prevención de conflictos y la prolongación de la paz, igualmente, implementar políticas de género, cambio climático y financiamiento para el desarrollo.

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