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Tarjeta Roja

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Sister Takle
Por : Sister Takle Monja, fanática de los deportes
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Vuelve como sombra siniestra el fantasma de la corrupción en el fútbol. Da lo mismo si es Primera División A o B. Si se trata de Colo Colo o de Concepción, Magallanes o Iberia, Santiago Morning o Barnechea. El caso es que se trata de la industria del fútbol, si, aquella sostenida por las famosas sociedades anónimas deportivas y la ANFP, el mayor invento deportivo del señor Ricardo Lagos. La pregunta es quién le pone el cascabel al gato, porque algo huele a podrido.


No sé qué pasará este fin de semana. Si habrá o no fútbol. Lo único que sé es que vuelve como sombra siniestra, el fantasma de la corrupción en el fútbol. Da lo mismo si es Primera División A o B. Si se trata de Colo Colo o de Concepción, Magallanes o Iberia, Santiago Morning o Barnechea. El caso es que se trata de la industria del fútbol, si, aquella sostenida por las famosas sociedades anónimas deportivas y la ANFP, el mayor invento deportivo del señor Ricardo Lagos. La pregunta es quién le pone el cascabel al gato, porque algo huele a podrido.

En el drama actual de Deportes Concepción un señor de tal, nombrado Luis Faúndez, dirigente de  Santiago Morning y mano derecha y socio de Miguel Nazur, ofrece comprar el club pagando la deuda. Pero con una fórmula que no vale la pena comentar, pues no limpia las finanzas del club y de pasadita tiene la trampa de cuotas futuras provenientes de un hipotético borderó, que nunca llegará. Este señor está en la agenda pues ha acusado a clubes de la B de haber arreglado un partido. Sus detractores dicen que negocia con el apoyo financiero de Nazur.

Cuánto nos demoraremos en tener al cartel de La Legua a cargo del fútbol?  No es un desvarío, no señor, es una duda legítima y probable, así como vamos. Si antes tuvimos al Cabro Carrera como socio del Club Hípico en el aristocrático deporte del turf, codeándose con apellidos como Falabella, Solari, Cousiño, Goycoechea y otros conspicuos, porque no podríamos tener al Perilla o alguien de los Cara de Jarro en la ANFP.

Pareciera que va siendo tiempo que el ESTADO DE CHILE, así, con letras grandes, se preocupe del manejo económico de una actividad comercial que como mercado le importa al 75% de la población del país, que mueve cientos de miles de millones de pesos, que tiene los más grandes subsidios que el país da a espectáculos de entretención de masas, que lesiona los derechos de sus trabajadores, que vive entre escándalos financieros y robos que lesionan a inversionistas pequeños, y cuya estructura dirigencial está asociada internacionalmente a una organización, la FIFA, que fuera de tener más miembros que la ONU ha sido catalogada como una asociación criminal internacional. ¿Cómo les quedó el ojo, como diría mi tio Gonzalito? ¿Nada de qué preocuparse?

No parece razonable que el Estado de Chile y las autoridades regulatorias se hagan los cuchos y no metan mano -mejor dicho ojo y auditoria- a los negocios del fútbol profesional. Que develen la realidad económica de los clubes, las redes subterráneas de propiedad en ellos, la legalidad de los contratos, los préstamos brujos y cuanta faramalla de la que son responsables los dirigentes, uno de los cuales -ahora expulsado, no faltaba más- goza de buena salud en Miami. Para saber cómo es que el Canal del Fútbol vale lo que dicen que vale, mil doscientos millones de dólares, y estar seguros de que alguien no está lavando dinero o es una operación poco deportiva.

A mi me importa la imagen de mi país. Y ahora que debemos recomponer y sostener nuestra imagen de país decente apelando a los pocos ancianos que vivos o muertos nos recuerdan que Chile era un país austero y de gente honesta, podríamos empezar por el fútbol profesional, a menos que los políticos metidos en el tema (hasta ex presidentes, ¡oh my God!) ya hayan pasado boletas truchas.

La Superintendencia de Valores y el Servicios de Impuestos Internos, y hasta la Contraloría por la plata y subsidios que reciben del Estado los clubes, tienen harta pega. Mientras tanto, que el SIFUP mantenga la huelga y no haya futbol este fin de semana no tiene mayor importancia. Podemos mirar el que se juega en el extranjero. El de acá se juega sin pelota, en las sedes de los clubes, en los bancos, en las cocinas de las casas de los dirigentes y en los micrófonos de la farándula deportiva radial y de TV. That´s horror!!!!

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