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Copa América: Chile ya está instalado en la final tras sufrido partido con Perú (video) Disputará campeonato con ganador del duelo Argentina-Paraguay

Copa América: Chile ya está instalado en la final tras sufrido partido con Perú (video)

Cumpliendo el partido más bajo en lo que va del certamen, la Selección Chilena le ganó por 2 a 1 a un Perú que afrontó el encuentro durante más de 70 minutos con un jugador menos. El fútbol nacional vuelve a una final de Copa América después de 28 años, pero jugando como jugó tiene muy pocas posibilidades de concretar el sueño.


La alegría por el triunfo de 2 a 1 sobre Perú, el paso a una nueva final de Copa América, después de 28 años, no puede soslayar el juicio de lo que fue el partido de la Roja: ¡qué mal se jugó…! Porque ha sido, sin lugar a dudas el peor partido del cuadro de Sampaoli en lo que va del certamen, al punto que el pitazo del árbitro venezolano Argote dio paso al desahogo y al alivio de toda una afición que nunca vio a un equipo con la jerarquía y prestancia que se le supone a un finalista.

Porque hay que considerar, además, que Perú jugó 70 minutos, más tres de descuento, con un hombre menos. Por cierto, no es culpa de la Selección Chilena el que el central Zambrano, que se había visto criterioso y mesurado en una conferencia previa al partido, entrara a la cancha absolutamente pasado de revoluciones.

Iban apenas 4 minutos cuando se enfrascó en un entrevero con Vidal, salvándose ambos de la tarjeta amarilla. Y apenas dos minutos después, prácticamente “cogoteó” a Alexis Sánchez al costado del área, ganándose, ahora sí, la tarjeta por la que ya había hecho méritos.

Zambrano no paró allí: a los 20 minutos de juego, salió a cortar uno de los tantos pases desmedidos de la Roja sólo que, tras rechazar, dejó la pierna arriba para meterle una patada alevosa a Aránguiz por la espalda. El venezolano Argote no le mostró la segunda amarilla. La falta había sido tan violenta, tan innecesariamente violenta, que le mostró la roja directa.

Los jugadores peruanos, al contrario de lo que ya es costumbre, no discutieron el cobro. Lo acataron, entendiendo que tendrían que esforzarse el doble para tener la posibilidad de vencer a Chile.

Y Perú, dentro de sus limitaciones, lo hizo bien. Por momentos, incluso, jugó mejor que una escuadra que nunca mostró solidez defensiva. Rojas no hacía olvidar a Jara y Miiko Albornoz, patrullando la banda izquierda, era un atado de nervios. No se constituía en factor desequilibrante y marcando era una y otra vez superado. Su partido era tan deficiente que sólo hay que pensar que Sampaoli no lo quiso “matar” sacándolo de inmediato, optando por esperar el descanso.

Pero no era sólo la inseguridad que evidenciaban Albornoz y Rojas. La mayoría de los rendimientos individuales eran de regular para abajo. Isla no pesaba como lo había hecho ante Uruguay, Díaz no atinaba y ni Vidal ni Valdivia podían prevalecer en un mediocampo donde los peruanos siempre resolvían mejor. Aránguiz, demasiado solo, no podía con el toque de los del Rímac.

Alexis Sánchez, por último, jugaba en un nivel bajísimo y Vargas, mal asistido, luchaba a ratos solo contra una defensa peruana muy bien parada y que no dejaba prácticamente espacios.

Cuando ya la primera etapa culminaba, y el silencio espeso de 45 mil personas reflejaba claramente lo que era el juego de Chile, Alexis realizó una de las pocas jugadas de mérito que pudo concretar en el partido. Recibió de Vidal por la izquierda e intentó la diagonal. Vio el claro y tiró. Su disparo, que no implicaba un gran riesgo, dejó sin reacción a Gallese luego que Aránguiz se le cruzara. La pelota dio en el palo y el primer remate de Vargas, en la boca del arco, fue trabado por Ascues, con tanta fortuna que la pelota le quedó ahí mismo y en segunda instancia sólo tuvo que empujarla para que esta traspusiera la raya como en cámara lenta.

Fue un gol rotundamente feo, pero a nadie le importaba.

Tal vez la historia y el trámite del partido pudieron cambiar apenas reanudado el segundo lapso. Un buen pase de Vidal fue concretado por Vargas, pero equivocadamente el guardalíneas marcó un fuera de juego absolutamente inexistente, porque la jugada, por la izquierda, la habilitaba Juan Manuel Vargas.

Pudo haber sido el gol de la tranquilidad. El que obligara a Perú a abrirse. Pero no lo fue y Perú siguió preocupando en cada contragolpe, en cada pelota detenida. Hasta que a los 60 minutos Sánchez perdió un balón en ataque, Guerrero habilitó a un velocísimo Advíncula y el lateral metió el centro que fue mandado a las mallas por un Gary Medel que corría de frente a su arco.

La Roja tuvo la suerte de encontrar rápido el nuevo desequilibrio. Vargas intentó desde fuera del área y su zapatazo, que parecía irse elevado, bajó de improviso para batir a Gallese y desatar la euforia en el estadio y en todo el territorio nacional.

Chile nunca encontró la tranquilidad. Pudo conseguirla si Sánchez y Vidal hubieran acertado con el marco en lugar de elevarla desde inmejorable posición. Pero la ventaja –mínima en el marcador e inexistente casi en el juego- lo llevaron a terminar el partido en medio de una angustia que no estaba en los cálculos de nadie.

Acá, en todo caso, no se puede hablar de justicia o injusticia. No fue culpa chilena la torpeza cometida por Zambrano. Tampoco el que Perú, teniendo excelentes jugadores, optara por defenderse antes que plantear un partido mano a mano.

Vale el triunfo por lo que significa. Pero seamos claros: jugando así no estamos para ganarle una final a nadie. Y mucho menos si, como la lógica dicta, ese rival es Argentina.

PORMENORES
Primera Semifinal, Copa América.
Cancha: Estadio Nacional.
Público: 45.600 personas.
Árbitro: José Argote (Venezuela).

CHILE (2): Bravo; Isla, Medel, Rojas, Albornoz (46´ Mena); Aránguiz, Díaz (46´ D. Pizarro), Valdivia (85´ Gutiérrez), Vidal; Sánchez, Vargas.

PERú (1): Gallese; Advíncula, Zambrano, Ascues, J. Vargas; Farfán, Ballón, Lobatón (73´ Yotún), Cueva (26´ Ramos); Carrillo (73´ C. Pizarro), Guerrero.

Goles: 42´ Vargas, 60´ Medel (autogol), 64´ Vargas.
Tarjetas amarillas: Zambrano.
Tarjeta roja: Zambrano, a los 20´.

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