Se disputaba el minuto 22 del primer tiempo en el partido entre el Manchester United y el Manchester City cuando la pelota sale de la cancha y cae en las manos de Pep Guardiola. Wayne Rooney intentó quitarle el balón para apurar el lateral y el DT de los Citizens le escondió la pelota. Rooney lo empujó mientras el árbitro separaba. Todo terminó con un choque de manos.