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[FOTOS] Nueva York, paraíso para disfrutar en la Tierra

[FOTOS] Nueva York, paraíso para disfrutar en la Tierra

Hernán Pereira
Por : Hernán Pereira Profesor y fotógrafo
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Si hay algo que hacen muy bien los norteamericanos, es poner un atractivo envoltorio a todo lo que venden. New York no es la excepción y se percibe en la promoción turística, en la publicidad de Times Square, en los sitios web que promocionan sus tiendas, en las bolsas con productos que reciben los clientes. Tal vez por eso cuando una sale de un negocio, compre o no compre, alguien le dirá «have a good day, come back». (Fotos: Hernán Pereira y Pamela Daza)


Debe ser una de las ciudades multiculturales que más placeres concentra en un reducido espacio. Los frívolos y profundos, los espirituales y aquellos que acarician nuestros sentidos. Si para usted «el cielo es el límite», vaya al Empire State Building y mire la ciudad desde 381 metros de altura. Si le apetece la vida en movimiento, tome un bus que le mostrará los detalles de la metrópoli, casi hasta el infinito. Si es (o no es) underground, use el metro, por tres dólares puede llegar rápido a todos lados. Si su tema es el arte, diríjase a uno de los tantos museos (Metropolitan, Moma, Guggenheim, Cloisters) para mirar y admirar la creación artística de casi todas las culturas del mundo. No olvide el teatro o los musicales que en el sector de Times Square presentan lo mejor del género musical y dramático cada semana.

Expresiones del arte como la literatura, el cine, la fotografía, la pintura, el arte callejero, se han encargado de retratar New York desde numerosas perspectivas. Conviene estar allí y re leer el clásico de Scott Fitzgerald, The Great Gatsby, o The Catcher in the Rye de J. D. Salinger. Después buscar más y más, hasta toparse con films crudos e imperdibles como «Taxi Driver» o «Midnight Cowboy»; sin olvidar el sencillo y profundo «Manhattan» de Woody Allen. Y si queda tiempo, para lo más reciente, tal vez Wall Street (I o II), «Sex and the City» y «The Day after Tomorrow», un film en que la ciudad es destruida por un gran tsunami y luego cubierta de nieve. Y con un final feliz, en que NY se salva, por poco.

Si hay algo que hacen muy bien los norteamericanos, es poner un atractivo envoltorio a todo lo que venden. New York no es la excepción y se percibe en la promoción turística, en la publicidad de Times Square, en los sitios web que promocionan sus tiendas, en las bolsas con productos que reciben los clientes. Está todo estudiado para facilitar la compra y la venta y para que el cliente vuelva. Tal vez por eso cuando uno sale de un negocio, compre o no compre, alguien le dirá «have a good day, come back».

Las fotografías de esta serie corresponden a innumerables lugares de NY. Algunas son imágenes callejeras, retratos al pasar, algo del paisaje urbano y humano que es multi étnico, algún detalle inspirador, la entrada a la «Trump Tower», con recios guardias (24/7) muy armados y musculosos desde que el dueño fue elegido Presidente. Y por cierto, la Zona 0, lugar en el que hoy se puede visitar un memorial que recuerda a las víctimas del 11 de septiembre del 2001. Allí, entre edificios modernos y árboles muy cuidados, se encuentra el gigantesco gris y negro de una construcción en que el agua se precipita hasta la base rectangular, oscura e inmensa, rodeada por los nombres de las víctimas que se nos presentan finamente tallados sobre mármol. Es un lugar trágico y silencioso, tiene misterio e invita a la reflexión. Quizás, como una forma de recordar y entender a los que partieron, conviene traer a la memoria todo una parte del poema de Oscar Hahn, Nueva York hora cero, …Yo mismo no sé qué estoy haciendo aquí / Me miro en una vitrina de Macy’s / y no aparece mi imagen / Mi reflejo / también abandonó la ciudad / Nada refleja nada / Sin embargo veo huelo palpo gusto y escucho / sin sentidos…

Seguimos adelante para terminar el viaje en Central Park. En cualquier estación del año recibe a las personas que quieren descansar, trotar, patinar, recorrerlo en bicicleta o en un coche tirado por caballos. Es, tal vez, el lugar más amigable y democrático de Manhattan y también la zona ideal para el deporte, la auto contemplación, el romance, un picnic, o sentir simplemente que pasa el tiempo sin apuro. Tiene un zoológico pequeño que permite observar animales entre rascacielos y edificios con departamentos que cuestan varios millones de dólares. Como sea, teniendo muchos o pocos dólares en la billetera, NY permite conocer y absorber los placeres de un lugar hecho para el hedonismo en el mejor sentido y como los griegos recomendaban practicarlo. Hay que ir alguna vez, y volver de vez en cuando, según sea su capacidad de gozar hasta el límite. Y ver qué hay más allá.

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