Este miércoles Donald Trump anunció el traslado de la embajada de Estados Unidos en Israel de Tel Aviv a Jerusalén, una polémica medida que no está exenta de riesgos.
Naciones Unidas no reconoce la soberanía de Israel sobre la ciudad, y su control por parte del Estado judío es uno de los asuntos más espinosos del conflicto entre israelíes y palestinos.
El gobierno de Israel está contento con la noticia, pero los líderes palestinos y árabes lo han calificado como «una flagrante provocación contra los musulmanes» y hasta los más cercanos aliados de EE.UU. han advertido de los riesgos a Washington.