En Pacific, en el estado de Washington, un condado rural que votó por Trump, la gente está consternada al ver a sus amigos y compañeros de escuela desaparecer deportados.
Ahora la comunidad intenta superar las consecuencias emocionales.
La administración Trump insiste en que las acciones de las fuerzas de deportación, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés), están simplemente cumpliendo la ley y una de las principales promesas de campaña.