Al menos 68 personas murieron este miércoles en los calabozos de la comandancia de la policía de Valencia, en Carabobo, en el norte de Venezuela.
Al conocerse la noticia, decenas de personas se agolparon en las afueras de la cárcel para conocer la situación de sus familiares allí detenidos.
Sin embargo, la negativa de las autoridades de la comandancia a dar mayores explicaciones hizo estallar las protestas.
La policía intentó dispersar los manifestantes con gases lacrimógenos.
El incendio tuvo lugar el día de visita, generalmente concurrido por muchas mujeres y niños que acuden a visitar a los detenidos.
Según las autoridades venezolanas, el incidente fue causado por un intento de motín.