Durante meses, decenas de madres acamparon frente al centro de detención del Chipote, en Nicaragua, para averiguar por la suerte de sus hijos desaparecidos.
Sus hijos habían salido a las calles en medio de las protestas que se iniciaron el pasado mes de abril para exigir la salida del actual presidente, Daniel Ortega, y que han dejado más de 300 personas muertas.
Aunque ya abandonaron el campamento que habían instalado frente al centro de detención debido a amenazas, según ellas, del gobierno, ellas mismas afirmaron que no descartan regresar al lugar para exigir una información sobre sus familiares.
“La voluntad de las madres de El Chipote es seguir hasta llegar a probar la inocencia de nuestros familiares”, dijo una de ellas.
