Los voceros y expertos en el tema indican que los embarazos no deseados representan un gran riesgo para la salud pública y se encuentran entre las principales causas de enfermedad y mortalidad materna a nivel mundial.
Videos vía @plataformaaborto
Según los movimientos pro-vida, el derecho a la vida es el primer derecho humano. Según ellos, abortar es por lo tanto equivalente a matar. Los movimientos pro- elección, por otro lado, encuentran que las niñas y las mujeres tienen el derecho de decidir sobre sus propios cuerpos.
Proporcionar, en una primera etapa, acceso a la anticoncepción las mujeres jóvenes, genera la oportunidad de ser independientes, de continuar su educación y entrar en el mercado laboral en igualdad, al menos en el tema de acceso, a como lo hacen los hombres, ya que no hay que olvidar que gran parte de las problemáticas que enfrentan las sociedades latinoamericanas, pasan por la desigualdad de género y la pobreza que genera eso entre las mujeres.
Según los voceros del movimiento por el aborto libre, una legislación restrictiva sólo garantiza que el aborto termine en ilegalidad. Las mujeres se ven obligadas a practicarlos en secreto, utilizando técnicas tradicionales inseguras y sin la asistencia de personal médico calificado.
En América Latina, las mujeres intentan inducir un aborto mutilandose con ganchos de ropa o tomando medicamentos no recetados. En África recurren a una sobredosis de medicamentos o pociones a base de plantas que se cree que causan contracciones uterinas.
Los especialistas en el tema, señalan que un mejor acceso a la anticoncepción y un aborto seguro y legal tiene beneficios para la sociedad, ya que implica reducción de la mortalidad materna, el sufrimiento femenino y los partos de adolescentes. Las oportunidades educativas para las niñas y las mujeres también se están incrementando y se presta más atención a la igualdad de género y los derechos de las mujeres.
