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Congreso, Ejecutivo y NASA buscarán causas de explosión del Columbia

La teoría más escuchada para explicar la tragedia es el desprendimiento de un fragmento de aislante durante el lanzamiento del transbordador, lo que al momento del reingreso pudo ocasionar un incremento en la temperatura del ala exterior; no obstante, varias voces apuntan al recorte de presupuesto que ha sufrido la Agencia Espacial.


Estados Unidos ha pasado las últimas 48 horas preguntándose qué originó que el transbordador espacial Columbia explotara a las 11 de la mañana (hora de Chile) el sábado y se diseminara en miles de fragmentos al momento de reingresar a la atmósfera terrestre, a unos 62 kilómetros de altura sobre Texas. Para responder esa pregunta y que el programa espacial siga adelante, al menos tres investigaciones paralelas indagarán las razones del hecho, para determinar si fue un accidente o un error humanos.



"Trabajaremos 24 horas al día, siete días a la semana", dijeron ayer los responsables del programa espacial norteamericano, y agregaron que "moverán cielo y tierra" para aclarar las causas de la tragedia.



Varios ex responsables de seguridad de la NASA atribuyen indirectamente el accidente a los recortes presupuestarios de la última década, pero la Agencia Espacial niega esas acusaciones y afirma que ningún aspecto del programa se deja al azar.



Hoy, la teoría hoy más en boga para explicarse directamente el accidente es que hubo un problema térmico en la parte externa del vehículo, tal como lo dijo ayer la Agencia Espacial norteamericana, al confirmar que cuatro sensores térmicos del ala izquierda registraron temperaturas fuera de rango en el exterior, pero no al interior del transbordador. "Hubo indicios de una posible falla en los sistemas de aislamiento térmico de la nave", dijo el director del programa de transbordadores de la NASA, Ron Dittemore.



Aunque la NASA no ha podido confirmarlo sin que avance más la investigación, esta falla en los sistemas de aislamiento térmico pudo deberse al desprendimiento durante el momento del despegue, el 16 de enero, de un fragmento de aislante proveniente del tanque de combustible principal, ubicado debajo del Columbia y que provee de combustible líquido a los motores de la nave, que pudo haber golpeado y desprendido algunos bloques que recubren la nave y que controlan las enormes temperaturas (unos 1.650 grados) al momento del ingreso a la atmósfera.



En ese momento los científicos no le dieron mayor importancia al desprendimiento del aislante, que golpeó el ala izquierda, porque la nave estaba cubierta de miles de losas. De hecho, ayer la NASA insistió en una conferencia de prensa en que el desprendimiento del trozo de aislante no fue evaluado como un peligro que comprometiera la seguridad de la misión cuando ello ocurrió ni 24 horas después, cuando la película del despegue se revisó cuadro a cuadro.



En todo caso se indicó también que la magnitud de ese daño no pudo determinarse mediante la observación directa, ya que los astronautas no podían salir a inspeccionar el exterior de la nave ni tienen capacidad de hacer reparaciones de este tipo en el espacio, pero se insistió en que estaba claro que lo que se había desprendido era aislante y no otro material.



La NASA afirmó también que previo a la explosión del transbordador no hubo en las comunicaciones indicios de que la tripulación estuviera intranquila.



Los transbordadores llevan en su estructura más de 20.000 baldosas de protección térmica, hechas de un compuesto de carbono y pegadas a la superficie de la nave con un adhesivo de silicona. Las losas absorben el calor que se genera con la fricción de la atmósfera y se calientan a más de 1.100 grados centígrados, pero en el borde de ataque de las alas alcanzan más de 1.600 grados.



Según los expertos, la pérdida o la rotura de estas baldosas puede variar la aerodinámica del transbordador y permitir que el calor deforme o derrita la estructura de aluminio que hay debajo.



Banderas a media asta



Mientras, en todo Estados Unidos flamean las banderas a media asta y los estadounidenses ponen flores, globos y pequeñas banderas de plástico o papel en el monumento al astronauta caído, en las escalinatas de las iglesias y cerca de los miles de lugares de Texas y Lousiana donde se han encontrado fragmentos de la nave.



En cada lugar donde hay fragmentos puede haber también restos humanos, por lo que antes de recogerlos el personal del Comando Norte militar, encargado de las operaciones dentro de EEUU y que está coordinando la actividad de búsqueda y protección de las áreas donde han sido encontrados restos de los siete astronautas y fragmentos de la aeronave, reza una plegaria para después envolverlos y enviarlos al centro de acopio y desde allí a los laboratorios especializados.



En la búsqueda participan cazas F-16 de la unidad de reserva de Fort Worth (Texas), un avión C-130 de la Guardia Nacional de Texas, además de helicópteros y unidades de infantería.



Por el momento en las localidades de Sabine y Hemphill, al este de Texas, se han encontrado restos que podrían corresponder a los siete astronautas que eran la tripulación del Columbia. Un trabajador de un hospital dijo haber encontrado lo que parece ser un torso quemado, un hueso de un muslo y partes de un esqueleto en una carretera rural de Louisiana. Dos jóvenes también informaron del hallazgo de una pierna humana quemada.



Además, se halló una placa de la misión intacta que poseía los nombres de los siete tripulantes del Columbia y un casco de astronauta. Hasta el momento se han recuperado varios fragmentos del fuselaje y de equipos de la nave.



Pero los restos también han sido manipulados por ciudadanos comunes, pese a las advertencias de que contienen elementos tóxicos. Algunos incluso han pretendido comercializarlos. Casi 30 personas residentes en las localidades de Palestine, Lufkin, San Augustine, y principalmente en Nacogdoches, ubicadas en área rural de Texas, donde cayeron más de mil fragmentos de las distintas partes del transbordador fueron hospitalizadas para su observación tras estar contacto con material de la nave.



Una investigación técnica y otra externa



Mientras la NASA realizará una investigación técnica, el Gobierno indagará los factores externos de la tragedia que costó la vida de los siete astronautas al desintegrarse el transbordador en pleno vuelo minutos antes de aterrizar en Cabo Cañaveral, Florida. El Congreso, por su parte, ha anunciado que también comenzará una pesquisa a través del Comité de Ciencias de la Cámara de Representantes.



La Agencia Federal de Gestión de Emergencias recogerá todas las pruebas posibles para saber qué pasó en el transbordador, luego de que el Presidente George W. Bush autorizara ayer a esta Agencia disponer de los fondos federales necesarios y a no escatimar esfuerzos para recopilar datos y evidencias.



Las pesquisas del Gobierno las dirigirá Harold Gehman, almirante retirado y experto en cuestiones de seguridad que codirigió la investigación sobre el atentado contra el destructor USS Cole en Yemen, en octubre de 2000, en el que murieron 17 marineros.



El director de la NASA, Sean O’Keefe, junto con insistir en que la hipótesis terrorista "está descartada", dijo que Gehman contará en esta "investigación externa" con el apoyo de expertos de la Fuerza Aérea, la Marina, del Departamento de Transporte y de la Agencia Federal de Aviación.



La NASA analiza ya las últimas comunicaciones entre tripulación y el centro de control, los datos registrados por los sensores del transbordador en los momentos anteriores a la tragedia y la información recogida por satélites militares y comerciales.



El Columbia se desintegró cuando se encontraba expuesto a temperaturas de 1.650 grados centígrados y volaba a una velocidad de 20.112 kilómetros por hora, es decir, a 18 veces la velocidad del sonido. Estaba a sólo 16 minutos de aterrizar en el Centro Espacial Kennedy (Florida), al cabo de una misión científica de 16 días.



La agencia espacial decidió de inmediato suspender las misiones de sus transbordadores a raíz de lo ocurrido con el Columbia, el más antiguo de su flota, pese a que está considerado que una nave de este tipo termine su vida útil tras cien misiones, y esta era sólo la número 28.



Recortes presupuestarios



Fuentes oficiales de la agencia espacial aseguraron que todos los transbordadores de la flota son sometidos a exhaustivas tareas de mantenimiento, aunque ex responsables de la NASA llevan denunciando desde hace meses un empeoramiento de los niveles de seguridad provocados por los recortes presupuestarios impuestos por los últimos gobiernos, que han repercutido negativamente en el mantenimiento de los transbordadores más veteranos, como el Columbia, construido en 1981.



Las fuentes han señalado que estos recortes en los años 90 supusieron la eliminación de muchos test rutinarios de seguridad.



Dado que la hipótesis terrorista ha sido descartada, básicamente porque el Columbia viajaba a unos 200 mil pies de altura, las hipótesis comienzan a enfocarse en una falla estructural que se pudo producir en el ala izquierda del Columbia.



Error de cálculo



Otra hipótesis menos divulgada, básicamente porque involucra una eresponsabilidad directa de la NASA y e incluso de la tripulación, es un error de cálculo, pues pudo haber problema en el ángulo de aproximación del Columbia a la tierra.



Los transbordadores espaciales inician el proceso de aterrizaje con un breve encendido de los motores para acercarse a la atmósfera.



A continuación, se apagan los cohetes y la nave se limita a planear, en un vuelo controlado por computadoras.



A fin de reducir la velocidad, que alcanza más de 25.700 kilómetros por hora, la naves realizan una serie de giros destinados a aumentar la fricción para obtener un frenado aerodinámico.



El Columbia se desintegró en el momento en que debía realizar un fuerte giro sobre su eje para frenar aún más y encarar la ruta de aproximación hacia la pista de Cabo Cañaveral (Florida). En esas circunstancias, cualquier problema o error puede ser muy grave.



GRAFICOS:



Vea aquí los últimos momentos del Columbia (animación Flash, requiere Flash Player 6)



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