Hace más de un mes y a espaldas del Consejo de Seguridad de la ONU, la oficina de la Vice Secretaria para Asuntos Humanitarios comenzó a elaborar un plan de contingencia para Irak con apoyo de diplomáticos norteamericanos. Hacer esto involucraría una clara ruptura de la carta de la ONU, porque el plan considera de antemano que Sadam será derrocado e implica que hubo una toma previa de posición.
Un proceso lleno de inconsistencias hacia una guerra no declarada pero que ya empezó, -además del espionaje dentro de las oficinas de miembros del Consejo- viene a sumarse a las ya múltiples violaciones a los principios que debería contemplar los procedimientos en las instancias internacionales.
Lo más alarmante de estas inconsistencias es que el mundo corporativo que rodea a esta guerra -y que la apoya- está cerrando filas con Estados Unidos: la oficina del Secretario General de la ONU está sirviendo como coordinadora principal en la planificación para la intervención en un Irak sin Hussein. El incentivo para hacerlo consiste en jugosos contratos para el período Post Sadam.
A estas alturas, ya nadie parece decidido a evitar el ataque definitivo a Irak, con la excepción de Francia y Alemania y algunos laboristas británicos.
Un personero importante del socialismo chileno ha señalado en privado que "Chile debía apoyar la guerra porque Sadam era un tirano". Y esta es la misma lógica con que está funcionando en forma muy pragmática el equipo que rodea al Secretario General de la ONU, Kofi Annan y es el mismo «argumento moral» que esgrimen Tony Blair y Bush.
Annan parece más preocupado de cómo posicionar a la ONU en la oferta financiera que ya se está revelando en los medios para las acciones humanitarias que hayan de venir después de los ataques.
"EEUU prácticamete ha secuestrado la oficina del Secretario General, que está más preocupado de organizar el plan Post Sadam que evitar la guerra", nos dice una fuente interna de la ONU.
El poco impacto que produjo el caso de espionaje en el Gobierno de los Estados Unidos y en la propia oficina del Secretario General de la ONU, así como la importancia reducida que concedieron los medios al hecho, son una señal del entendimiento entre la oficina del Ssecretario General y la administración Bush.
Annan en clave de guerra
"Lo que sucede es que ya no se distinguen los límites entre la Oficina de EEUU ante la ONU y las Oficinas el Secretariado del organismo", agrega este funcionario. «Hay una serie de personas en la ONU que deberían renunciar porque se sabía que operación bélica estaba en marcha y no tomaron las medidas. La ONU no parece verlo como grave», agrega.
Cuando el Secretario General insiste en decir que «Hussein debe desarmarse completamente, que los plazos no son eternos, si no, afrontará las consecuencias" está hablando el lenguaje de la guerra.
En los pasillos de las Naciones Unidas, se estima que la guera es inevitable a pesar de los esfuerzos de último minuto de Francia, Rusia y Alemania, incluyendo los del Vaticano. Mas aun, algunos analistas consideran que "estos esfuerzos son parte del montaje mediático para salvar un último reducto de dignididad que le va quedado al organismo" nos dice una fuente cercana al Consejo.
La figura con que se está jugando en este instante es simple: es Sadam contra el mundo, o al revés, el mundo contra Sadam. En este recorrido, la estrategia de acorralar a Sadam, va a actuar en como un bbomerang en el Medio Oriente y en esa Europa que se mantiene firme en contra de la guerra.
En el Medio Oriente, con la excepción de Kuwait, la posición de negociación paulatina de Sadam para no quedar totalmente desarmado -lo que Estados Unidos y ahora la ONU, insisten en llamar el "juego de Sadam"– empieza a generar respeto.
"La percepción de un Sadam satánico, ha dado una voltereta en 180° en círculos altos políticos del Medio Oriente" explica a El Mostrador.cl uno de los más respetado columnista de un periódico libanés.
El desprecio con que los medios occcidentales han tratado al mundo islámico, al lider iraquí, y su gobierno es incongruente si se considera que muchos miembros de la alianza en contra de Sadam tampoco muestran una conducta muy clara en derechos humanos.
Plan secreto de la ONU
El 5 de marzo, el periodista Julian Borger del The Guardian informó acerca de plan secreto de la ONU para el periodo Post Sadam. Esto sucedió antes del voto en consejo de seguridad en la ONU. O sea, hace más de un mes y a espaldas del Consejo -o con el conocimiento de alguno de sus miembros- la oficina de la Vice Secretaria Para asuntos Humanitarios, Louise Frechette, colaboradora cercana de Anann, comenzó a elaborar un plan de contingencia para Irak con al apoyo de diplomáticos norteamericanos.
Hacer esto involucraría una clara ruptura de la carta de Naciones Unidas, porque el plan considera de antemano que Sadam será derrocado y esto significa que hubo una toma previa de posición y, por ende, una intromisión en los asuntos de internos de país.
El plan se hecho con la colaboración de funcionarios del Departamento de Estado de los Estados Unidos, nos asegura un funcionario de la ONU. Este plan de contigencia se implementaría inmeidatamente después que Estados Unidos derroque a Husein para después entregar la administración a un General de los EEUU.
La ONU aparece comprometida en una estrategia de entrada suave para que después se imponga con todo el plan diseñado por las oficinas de Paul Wolfowitz y Richard Perle, que han tenido sus propios emisarios en un "pequeño grupo de trabajo" integrado por Kofi Annan. Jay Garner, un militar de los Estados Unidos en retiro será el encargado de liderar el plan de continngencia, anuncia Borger en The Guardian
La ONU lo niega
La información ha sido negada por los voceros del Secretario General, pero a todas luces, en el escenario de las negociaciones continúa las movidas corporativas en donde priman los ejes seguridad-finanzas y el aparataje mediático.
"Todos tienen su agenda, desde una secretaria que quiere ser promovida hasta un Oficial Senior que ve en la escalada hacia la guerra una oportuidad de ascender en el escalafón. En el ambiente financiero, la jugada es mas sustantiva. Tiene que ver con contratos que hacen al amparo de esta operación. Se habla de cien billones de dólares para los primeros tres años».
Escenarios hipotéticos
La señal más poderosa contra la guerra la debería entregar una alianza férrea entre China, Rusia, Francia, todos en el consejo con uso del veto a la postura de la guerra, más el voto alemán en la resolución inicial. Con ese cuarteto, el resto de la alianza, no podrá sostener el rirmo político y financiero de la intervención en la región.
Otra salida posible sería el desenganche del Reino Unido de su alianza con Estados Unidos. La clave inicial, como la primera nota que define la melodía, la debería entregar Tony Blair rompiendo la alianza con los Estados Unidos.
Ese sería un golpe de Estado a otro Estado que no es inédito en los anales del medio oriente. Cuando Europa decidió intervenir en el canal de Suez en 1957 fue para contener el surgimineto de un liderazgo regional en tono a Gamal Abdel Nasser en Egipto.
Este, el país más poderoso politicamete de la región, era una especie de India en zona del Asia Central y Sur. Gracias a esa intervención, hoy día está completamente disminuído. Estados Unidos no adhirió a la alianza europea contra Egipto. El desarrollo de la Crisis Suez, terminó con Nasser pero no resolvió el problema palestino.
El Reino Unido, la nación de la libertades como la llamaba Voltaire, podría hacer este gesto rupturista, dada la situación de virtual quiebre al interior del laborismo que apoya a Blair.
Pero éste último parece decidido a pasar a la historia como el politico que ayudó a derrocar a Hussein.
Tercera posibilidad: que renuncie Annan
También podría ocurrir que el Secretario General deje vacante el cargo. No es una situación que no se haya debatido, incluyendo dentr de la propia administración Bush, sobre todo en los cuarteles del exasperado Rumsfeld, Secretario de Defensa y su Vicepresidente.
«Kofi ya hizo el trabajo útil" ahora es una pieza perfectamente disponible." El plan de contingencia post Sadam puede manejarlo cualquiera. Con una renuncia de Annan se puede originar un vacío de poder donde los miembros del Consejo, con lo divididos que están, no atinen a una solución rápida y aceptable para todos. EEUU y su alianza se encontrarían con una crisis dentro de la crisis que podría acelerar más la guerra.
Pero por otra parte, obligaría a la máxima potencia a revisar el diseño original de reestructurar em mapa de la región. La renuncia sería para Anan una salida más que honorable ante una crisis que ni él ni su equipo han demostrado que puedan manejar y donde se han visto expuestos a un tipo de demandas y presiones que no estaban en los términos de referencia, ni en las calificaciones.
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