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Ambiente de procedimientos favorece a Bush para ganar elección

Hoy la mayor preocupación mundial son los procedimientos a través de los que se hacen las cosas. En un contexto global, donde se detectan serias violaciones en los procedimientos que se emplean en la política y en los negocios, el estilo del Partido Republicano podría favorecer la reelección del actual gobernante.


Bush es atacado por todos los flancos, pero por los flancos más débiles. Los flancos fuertes, como el liderazgo en su equipo y en el Partido Republicano, o su amplia red de donadores para su campaña, permanecen incólumes.



Una revisión de los comentarios en los medios de los EEUU con más llegada, como Chicago Tribune, Los Angeles Times, New York Times y el Washington Post, indican que Bush debería ser reelegido.



Aún cuando la última encuesta -realizada por CNN/ Usa Today/ Gallup- del martes pasado arroja un 49 por ciento de apoyo a su gestión en la presidencia, y el apoyo a la guerra en Irak bajó el 50 por ciento, por primera vez, el plan diseñado por los estrategas electorales de Bush hace poco probable que sea vencido por el candidato Demócrata con más arrastre, el senador John Kerry.



"Bush está tranquilo, porque Kerry cada vez más se acerca a un discurso del tipo Kennedy y estamos en otras circunstancias. El factor 11 de septiembre 2001, aún con Osama Bin Laden libre, estará allí pendiente. El terrorismo será un issue en la campaña. Bush está a cargo, bajo un contexto de distorsión permanente y muy proclive a lo inesperado. Es más fácil ser candidato sin responsabilidades y con margen de opinión", asegura Bob R., analista que ha trabajado para Lehman Bros.



Efectivamente el discurso regenerativo o transformativo para la Casa Blanca, que surge de Kerry o Howard Dean, puede ser válido para otra estación, pero para ésta, cuando se está en guerra, en los momentos en que se acerca la fecha de la elección, perderá eficacia. "Bush puso al país en guerra y el público entenderá que bajo esa situación, será difícil salir de la misma", agrega Bob R.



La carta tecnológica del Partido Republicano



Si la elección es estrecha, se puede utilizar la alternativa computacional para torcer el resultado. Así lo sugiere Paul Krugman el afamado columnista del New York Times, quien advierte que si no se experimentan cambios sustantivos en la tecnología del sistema de votación y en la fiscalización de las mejorías -de aquí al día de la elección- Bush Jr. puede "robar otra vez la elección", como ocurrió el año 2000, donde el resultado fue sancionado por decisión de la Corte Suprema.



En aquella oportunidad, la Corte zanjó rápidamente y el candidato demócrata retiró su reclamo de repetir una votación en un condado de Florida, por superar la impasse que "socavaba la estabilidad del Estado", en las palabras de Al Gore, el candidato derrotado "mañosamente".



Si bien el ambiente mundial favorecería las prácticas dolosas que han caracterizado al Partido Republicano, la situación de seguridad de EEUU, en estas elecciones, no dejarán dudas de la transparencia del resultado de las elecciones.



El año 2000 se invocó a la estabilidad del Estado y no había ocurrido el 11 de septiembre del 2001. El país gozaba de cierta tranquilidad. Hoy la situación es diametralmente opuesta: el país está en guerra, y cualquier resultado estrecho entre Bush y el candidato Demócrata estará más expuesto al escrutinio y a la fiscalización para asegurar una transparencia absoluta.



Una encuesta efectuada por la empresa ZOGBY detectó que en aquellos estados en que Bush obtuvo una mayoría, el 32 por ciento de los consultados piensan que en la elección hubo un fraude electoral. En los estados donde triunfó el candidato demócrata, el porcentaje de personas que opinan que Bush ganó a través de un fraude es de un 44 por ciento.



La revista Fortune, dice Krugman, señaló que "la votación sin papel representa la peor tecnología del año 2004, y que no es solo una mala tecnología, sino que es una amenaza contra la República".



El autor Bev Harris señala en su libro Black Box Voting, o La votación en la Caja Negra, que la misma persona nominada para supervisar la probidad de los sistemas computacionales de las votaciones, Jeffrey Dean, estuvo en prisión por alterar archivos computacionales y apoderarse indebidamente de dinero, tal como lo hizo en Chile, Juan Pablo Dávila, en Codelco.



En un contexto global donde se detectan serias violaciones en los procedimientos que se emplean en la política y en los negocios, el estilo del Parido Republicano, patentado por el mentor del actual gobernante en la Casa Blanca, Richard Nixon, podría verse favorecido.



La penetrante advertencia de Krugman, a menos de 9 meses de la elección, no ha pasado inadvertida. Al mismo tiempo sería el test definitivo de la democracia norteamericana. "No podrá haber esta vez resultados estrechos, como fallos fotográficos, porque existen dudas de la calidad del software que se está manejando en las elecciones. Esta vez no puede haber dudas, sería desastroso para las bases de confianza de la gente hacia el Estado", asegura.

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