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Presupuesto desfinanciado: El talón de Aquiles del gladiador americano

Déficit actual bajo la presidencia de Bush alcanza la astronómica cifra de US$ 500 mil millones en el balance fiscal que terminó el 30 de septiembre de 2004. En los hechos, el 25% de los gastos del gobierno es financiado en estos momentos con dinero procedente del exterior.


La administración demócrata de William Clinton dejó a los Estados Unidos con un excedente de 120 mil millones de dólares y el déficit actual bajo la presidencia del republicano George W. Bush alcanza la astronómica cifra de 500 mil millones de dólares en el balance fiscal que terminó el 30 de septiembre de 2004. Se trata del equivalente del 5% del Producto Interior Bruto, que es del orden de los 11 billones de dólares estadounidenses.



Tamaño déficit no es un fenómeno pasajero sino que se ha convertido en un factor estructural (no desaparecerá ni aún en período de fuerte crecimiento); un "dato" en el funcionamiento de la economía de los EE.UU., cuyos efectos en la llamada economía global y en las políticas económicas de los Estados no son para nada desdeñables.



Los comentarios de Alan Greenspan, Presidente de la Reserva Federal (FED, el banco central de los EE.UU.) el 15 de noviembre pasado en Frankfurt, sobre el doble déficit -el fiscal y el de cuentas corrientes-, reconociendo el problema, acentuó la tendencia a la baja del dólar.



«Los desequilibrios de las cuentas corrientes como tales no crean problema alguno, pero los déficits acumulados que son los causantes de una baja importante en las inversiones internacionales netas en un país, como es el caso actualmente en los EE.UU., plantean problemas complejos", declaró Greespan.



Digamos de paso que las "turbulencias" debido a la baja del dólar estadounidense y al alza del precio del petróleo se han traducido en amenazas de cierre de puestos de trabajo en países centrales como Canadá.



Un ejemplo: la fábrica de aviones canadiense Bombardier anunció que al menos 2.000 trabajadores quedarían cesantes debido a los avatares del mercado de cambios. Los directivos de Bombardier saben que los trabajadores canadienses no aceptarán bajas de salarios para competir con los trabajadores brasileños (altamente calificados) de la competidora Embraer. Los mercados laborales en explosión de las llamadas economías emergentes como China, india y Brasil, exportan pero no consumen lo suficiente, se quejan las economías centrales de Europa y Norteamérica.



Según analistas financieros canadienses y europeos, el gobierno norteamericano tiene una política económica "bizarra e incluso peligrosa"



En los hechos, el 25% de los gastos del gobierno norteamericano es financiado en estos momentos con dinero procedente del exterior, que se adeuda. Por lo tanto, es un factor de inquietud en los medios académicos y financieros de los EE.UU. y de los países acreedores que prestan dinero o que compran Bonos del Tesoro.



El economista Paul Krugman, de la Universidad Princeton, confirma que los dos tercios del déficit fiscal son, en este momento, estructurales y directamente atribuibles a las reducciones de impuestos otorgadas por la administración Bush y que han beneficiado a las grandes fortunas y empresas (un 1% de familias pagarán un 39% menos durante 10 años. Según Krugman, este déficit se mantendrá alrededor de los 500 mil millones, mientras el Congreso no vote un alza de impuestos del orden del 2 al 3% del PIB. Como bien se sabe, lo que hará la mayoría republicana del Congreso para reducir el déficit, es recortar en los programas sociales que quedan de la era demócrata.

Los capitales para financiar el hoyo presupuestario vienen sobre todo de Japón y China (intereses extranjeros poseen el 44% de un monto de 3.850 mil millones de dólares en títulos (bonos) del Tesoro). Ese dinero "fresco", que hasta ahora fluye constantemente, es el que suministra el combustible monetario para financiar el aumento en el gasto militar (20% del gasto federal) y el consumo de los hogares norteamericanos. Lógica perversa, este mercado consumidor endeudado es uno de los motores de la economía capitalista planetaria, pero consume más importado que lo que exporta.



Ahora bien, el discurso oficial de la administración Bush tiende a sacar provecho de esta situación. El secretario norteamericano del Tesoro (ministro de finanzas), John Snow, acaba de declarar en Dublín el 14 de noviembre pasado, que los problemas de déficit comercial de los EE.UU. se explican por la baja demanda europea. Snow propone "reducir los impuestos y desregular el mercado" para lanzar el crecimiento y la demanda europea de productos estadounidenses. Para Rob Lever de la Agencia France-Press, esta propuesta es "una manera de desviar la atención del déficit fiscal" norteamericano.



La política económica de la administración Bush puede ser considerada como un instrumento de control de los suprapoderes mundiales (FMI, OMC, BM) y de presión sobre los Estados y las elites políticas para liberalizar las economías nacionales e impedir el gasto en programas sociales. La diplomacia estadounidense es un medio para hacerse imprescindibles puesto que necesitan captar el dinero de otras naciones para financiar las guerras imperiales.



El papel de gendarme planetario cuesta mucho dinero (el francés Emmanuel Todd habla de un "micromilitarismo teatral" que se manifiesta aplastando adversarios insignificantes como Afganistán e Irak y cuyo objetivo es impresionar a los rivales potenciales). Una especie de hoyo negro que aspira el ahorro mundial, el tributo al poder. Grecia y Roma las imperiales, hicieron lo mismo, pero no eternamente …



leopoldo.lavin@climoilou.qc.ca











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