Más de 60.000 personas se concentraron en la plaza San Pedro, en las afueras del Vaticano, en una vigilia convocada para acompañar al anciano jefe de la iglesia Católica en sus últimos momentos, a la que también se sumaron fieles de diferentes países.
El Vaticano reconoció que la salud de Juan Pablo II sufrió ayer un grave empeoramiento en las últimas horas, que su respiración se ha vuelto superficial y que su presión sanguínea está baja. Mientras, católicos de todo el mundo, a los que se han unido en algunos países devotos de otras religiones, acompañan al Papa en su agonía.
Pasadas las 4.00 horas del sábado (22.00 horas del viernes de Chile) , las luces de las dependencias privadas del Pontífice en el Palacio Apostólico Vaticano permanecían encendidas, al igual que las de la Secretaría de Estado, lo que es una señal de que se desarrolla actividad.
Su extrema gravedad, fue confirmada en la tarde del viernes por el portavoz del Vaticano, Joaquín Navaro Valls, que informó que presentaba un cuadro clínico de insuficiencia cardio circulatoria y renal y que los parámetros biológicos estaban notablemente afectados.
El informe sobre el estado de salud dio paso una serie de rumores, que incluso llevó a algunas agencias informativas y medios italianos a afirmaron que presentaba un encefalograma plano. Incluso, algunos se atrevieron a asegurar que el líder de la iglesia Católica había muerto la tarde de ayer, cerca de las 13.00 horas de Chile.
Sin embargo, El Vaticano salió al paso de esas versiones, asegurando que en el departamento donde se encuentra el agónico religioso no había ningún aparato que permita constatar la actividad cerebral.
Más tarde, el viceportavoz de la sede de la iglesia Católica, Ciro Benedettini, afirmó que Juan Pablo II estaba consciente y reiteró que no se le practicó un encefalograma, aunque volvió a remitirse al último reporte médico entregado por Navarro Valls.
Su salud se deterioró gravemente en la tarde noche del jueves, a causa de una fiebre alta provocada por una infección urinaria. Más tarde sufrió una falla cardiaco-respiratoria.
Ese mismo día, el Papa recibió la Unción de los Enfermos, el sacramento cristiano reservado para aquellos que están cerca de la hora final.
"No hay esperanza"
Con todo, el cardenal mexicano Javier Lozano Barragán reconoció que está agonizando «a punto de morir» y que "los médicos y me han dicho que no hay esperanza".
El «ministro de sanidad» del Vaticano agregó que Juan Pablo II estuvo consciente y rezó con los que estaban entorno a su cabecera. Pero fue el cardenal vicario de Roma, Camillo Ruini, quien mejor graficó la situación médica de Karol Wojtyla: «El Papa ya ve y toca a Dios», afirmó.
Diversos expertos han coincidido en señalar que el corazón del Papa no puede resistir por mucho tiempo y que su cuadro clínico era irreversible. «Un físico en estas condiciones no puede resistir por mucho más, salvo un milagro. Y llegados a este punto, no es posible intervenir», señaló el médico Corrado Manni, que fuera anestesista del Papa durante quince años.
Por lo mismo, no extrañó que colaboradores más íntimos de Juan Pablo durante sus 26 años de pontificado acudieran ayer a sus aposentos en el Palacio Apostólico, como un gesto para mostrarle su cercanía.
Concentración en plaza de San Pedro
En tanto, la plaza de San Pedro, desde donde se ven las ventanas de los aposentos del Papa Wojtyla, de 84 años, y 26 al frente de la Iglesia católica, se ha convertido en el principal lugar de peregrinación de los fieles católicos.
Más de 60.000 personas se concentraron en el entorno del Vaticano en medio de una gran emoción y un ambiente de recogimiento, en una vigilia convocada para acompañar al anciano jefe de la iglesia Católica.
En tanto, en la tierra santa del mundo cristiano, todos los conventos celebrarán este sábado una misa especial por el Pontífice y tendrán lugar otros oficios religiosos en todos los santuarios, incluidos los del Santo Sepulcro de Jerusalén, la Natividad de Belén, la Anunciación de Nazaret y la Iglesia de Cafarnaum.
Los católicos en la mayoría de países europeos también siguen de cerca la evolución del pontífice, y han acudido a iglesias convocados muchas veces por líderes religiosos, al igual que en el continente americano, donde reside el mayor número de católicos a nivel mundial (49%).
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ADEMÁS:
Vea las fotografías de la vigilia en la plaza San Pedro
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