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Insulza propone emitir resolución sobre crítico escenario en Bolivia

«Éste es un asunto sumamente delicado que debemos aceptar con tranquilidad", sostuvo el secretario general de la OEA.


El secretario general de la OEA, el chileno José Miguel Insulza, propuso a la asamblea general de este foro regional pronunciarse sobre la creciente erosión de la estabilidad política y social de Bolivia.



«Éste es un asunto sumamente delicado que debemos aceptar con tranquilidad, pero no es posible pensar que la OEA no haga nada. Hay que hacer una declaración en las líneas que ha pedido el señor canciller de Bolivia (Juan Ignacio Siles)», dijo Insulza al pedir la palabra en la sesión inicial de la asamblea.



Siles informó a los 34 cancilleres que participan en la XXXV Asamblea General de la organización que el presidente de Bolivia, Carlos Mesa, renunció y pidió apoyo a quien «constitucionalmente» asuma la Presidencia del país.



«Pero al mismo tiempo pido a ustedes seguir con atención el estricto cumplimiento del orden democrático por parte de todos los actores políticos y sociales para que las resoluciones se enmarquen en el buen entendimiento entre los bolivianos», solicitó.



Ante la critica situación de Bolivia, Insulza a su vez exhortó a los cancilleres a analizar el tema al mediodía tras consultar con las diferentes delegaciones «el texto que pudiéramos acordar, pero no creo que sería conveniente que la asamblea no hiciera una declaración bastante clara de los temas que están planteados».



Varios cancilleres, entre ellos los de Panamá y El Salvador, respaldaron la propuesta del secretario general.



Insulza dijo en una conferencia de prensa previa a la sesión que la crisis boliviana sería el primer punto de la agenda.



«Éste es un caso que es evidente hay una crisis desde hace unos meses. Yo no creo que nadie desde afuera deba intervenir, no lo respaldo. (Pero) una misión de la OEA nunca tiene por objeto intervenir, sino mediar, a ver cómo podemos ayudar», expresó Insulza.



En La Paz, el presidente Mesa justificó su salida al señalar que «Bolivia está acercándose a un punto en el que nadie está dispuesto a escuchar al otro y en el que unos pocos están imponiendo sus criterios sobre una gran mayoría».



La nación andina está convulsionada por protestas sociales y presiones que propiciaron la renuncia de Mesa.



Siles había dicho el lunes que su país está «buscando su propia identidad, su manera de inserción en el mundo, producto de ello es que tenemos una situación muy difícil de solucionar».



«Hay conflictos regionales, otros que se podrían interpretar como étnicos, y por supuesto, hay sociales y políticos, pero somos los bolivianos los que tenemos que resolver nuestros problemas», reiteró.



Prosiguen protestas en espera de la sesión del Congreso



Mientras tanto, las protestas en las carreteras de Bolivia y en las ciudades de La Paz y El Alto prosiguen hoy, mientras se espera que el Congreso se reúna para evaluar la renuncia del presidente Carlos Mesa, anunciada anoche a la nación.



Las rutas están bloqueadas en más de sesenta puntos en ocho de los nueve departamentos del país, según el Servicio Nacional de Caminos, y también siguen cortadas las principales vías públicas entre La Paz y la vecina ciudad de El Alto.



Además, la Alcaldía de La Paz inició una huelga, en tanto los sindicatos de transporte convocaron a un paro para secundar las protestas, lo que ha reducido aún más el ritmo de la circulación, afectada en los últimos días a causa de la carencia de combustible.



La población paceña también afronta la escasez de alimentos debido a los bloqueos de sus principales vía de conexión con El Alto.



Las juntas vecinales de esta ciudad, que mantienen una huelga desde mediados de mayo, evaluarán en las próximas horas el desarrollo de su protesta por la nacionalización del gas y la elección de una Asamblea Constituyente, tras la dimisión de Mesa.



En el terreno político, continúan las consultas iniciadas anoche por el presidente del Congreso, Hormando Vaca Díez, para decidir la fecha y el lugar de la celebración de la sesión legislativa que considerará la dimisión de Mesa.



Siles: «La historia nos juzgará»



Síles informó a la asamblea de la OEA, reunida en Fort Lauderdale (Florida), que el actual Gobierno «garantizará» que el acto del Congreso se realizará «en absoluta normalidad en lugar y fecha que determine el propio Congreso Nacional».



En tanto, dijo, Carlos Mesa «seguirá ejerciendo sus funciones con la responsabilidad con la que ha asumido siempre sus tareas».



El canciller elogió ante le pleno de la Asamblea la figura de Mesa, que «ha desarrollado sus mayores esfuerzos por preservar la paz social, mantener el orden constitucional y respetar estrictamente en todo momento y promover los derechos de todos los bolivianos».



La decisión de dimitir ha sido, según Siles, un «acto de desprendimiento» para que Bolivia pueda encontrar «una solución a los gravísimos momentos por los que atraviesa».



Siles afirmó: «será la historia la que nos juzgue».





EFE


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