Los artistas se reunirían la próxima semana con el edil con planes en mano para paliar el déficit por el que atraviesa el recinto. La Fedarte reclama que 31 personas de la gerencia administrativa se llevan el 20% de los recursos totales asignados al teatro. Los concejales de la municipalidad de Santiago apoyan sus demandas y ya pidieron un informe financiero.
El 21 de mayo se estrena "Lohengrin", una nueva producción del Teatro Municipal. Una ópera de Wagner, de varias horas de duración, para la que hubo que contratar músicos y cantantes extra, además de comparsas y ocho artistas extranjeros. Habrá cuatro funciones, con entradas que van entre los nueve y los 94 mil pesos. Una producción de alto presupuesto, una apuesta arriesgada. Arriesgadísima, si se considera el déficit financiero que aqueja a la entidad.
Los trabajadores del Teatro Municipal están preocupados. Hace un tiempo se les avisó que los fondos que maneja la corporación cultural del recinto sólo durarán hasta mediados de septiembre. Temen despidos, reducción de horas, pérdidas de prórrogas. No están de acuerdo con que se programen obras de tal magnitud si no hay presupuesto para solventarlas. "Es muy caro para cuatro presentaciones solamente. Si estamos en un momento de crisis, no tiene ninguna coherencia que se programe este tipo de espectáculos", opina Cristián Navarrete, de la Federación de Artistas del Teatro Municipal (Fedarte).
La crisis económica se arrastra ya desde hace bastante tiempo. Un ambicioso proyecto se firmó en junio del año pasado entre la Municipalidad de Santiago -representada por Joaquín Lavín, el Gobierno y la Corporación Cultural del teatro. Se trataba de un plan de modernización para el recinto a largo plazo, que se desarrollaría entre el 2005 y el 2010.
Sin embargo, los trabajadores denuncian que los fondos para implementarlo eran "hipotéticos", puesto que se basaban en las esperanzas de obtener recursos del Fondart y del la Ley de Rentas II (que establecería la obligatoriedad de que las comunas más ricas entreguen un monto de dinero al teatro). El Fondart se perdió, y la Ley de Rentas II, cuya aprobación se esperaba para antes del 21 de mayo, todavía descansa en el Congreso. Fuentes internas de la Corporación aseguran que todavía tienen esperanza en que la ley salga antes de diciembre, pero los trabajadores ya no quieren confiar en un presupuesto inseguro.
Las propuestas del sindicato
Los artistas sugieren paliar la crisis con una reestructuración de los gastos del teatro que no impliquen despidos, ni menoscabos laborales. "Proponemos una mayor productividad de los cuerpos estables sin aumentar la jornada laboral. Hay horas de trabajo que no están siendo aprovechadas en su totalidad, hay ensayos que están mal programados. La reprogramación no la puede hacer cualquiera, la tiene que hacer alguien que sepa, que conozca el trabajo artístico", dice Navarrete.
Otra de las medidas fundamentales que plantean es hacer cambios en la programación de las obras. La idea es ofrecer en la cartelera obras que convoquen mayor cantidad de público, y de las que se pueda ofrecer mayor número de funciones.
"Esta crisis tiene que ver con la mala gestión económica, que no haya un proyecto cultural que involucre a los cuerpos artísticos, que involucre a la ciudadanía, que involucre a toda la gente que tiene que ver con el teatro municipal", asegura el dirigente, y en ese sentido, es indispensable que el público se acerque al teatro, que haya más accesibilidad y obras que reporten mayores ganancias en boleterías.
Formalmente, la cartelera es decidida por el directorio de la Corporación Cultural. En la práctica, explican los trabajadores, es Andrés Rodríguez, director general de la entidad, quien decide qué obras se presentarán. La Fedarte propone que la programación sea decidida por una instancia especializada. "Creemos que tiene que formarse una comisión artística, de gente que esté vinculada a la cultura, y que sea autónoma; que puedan programar obras para que no se salgan del presupuesto", explica Navarrete.
Están concientes de que todas estas propuestas son circunstanciales y apuntan a paliar la crisis inminente, y que a largo plazo es necesario reestructurar el funcionamiento del Teatro Municipal de modo definitivo.
El vocero de los artistas afirma que "debería existir un proyecto cultural que involucre lo artístico, lo económico, lo social. Eso tiene que hacerlo una entidad que se comprometa con la ciudadanía para sensibilizar a la gente de que lo que hay en el teatro le pertenece. Se tiene que abrir el teatro a la gente para que haya una política estatal de inversión en el Teatro Municipal, vengan de donde vengan las platas: del municipio, del Gobierno o de la empresa privada. No es posible que todos los años tengamos problemas de plata".
Los "cambios técnicos" de Alcaíno
Los artistas han solicitado desde abril una reunión con el alcalde de Santiago, Raúl Alcaíno, quien es además el presidente de la Corporación Cultural. La cita debería concretarse la próxima semana, según asegura el concejal Álvaro Undurraga, y en ella participarían todos los estamentos del Teatro Municipal. Según informa, las inclinaciones del edil se podrían conciliar con las propuestas de los artistas, puesto que también sería de la idea de cumplir el presupuesto y no incurrir en gastos excesivos.
Los dichos públicos de Alcaíno, respecto de que habrá "cambios técnicos" no han ayudado a tranquilizar a los trabajadores, y por eso Undurraga se apura a decir que no se trata de reducciones en los cuerpos estables (coro, ballet, orquesta y administrativos). Las intenciones del alcalde irían más bien en el sentido de aumentar la productividad de las horas laborales -sin acrecentar la jornada-, de modo de operar con mayor eficiencia.
También le interesaría lograr un acuerdo para hacer mayor cantidad de funciones, de modo de acercar a los vecinos de la comuna a la actividad del recinto.
Una gerencia abultada
Dentro de los reclamos que hacen los trabajadores está el hecho de que 31 personas que trabajan en la gerencia administrativa reciben sueldos que, sumados, equivalen al 20% del total de los recursos que se entregan al Teatro Municipal.
"A vuelo de pájaro -porque no se ha hecho una auditoría detallada-, me parece que efectivamente puede ser excesiva. Por la experiencia que uno tiene, uno puede decir que por ejemplo la gerencia administrativa ha crecido mucho, pero yo, como usuario y residente, no he visto mayores cambios en el teatro. Hay un gerente de extensión, pero qué extensión se hace, si uno no ve muchas funciones en otros lados, ni una escuela, no se ven cosas nuevas", expresa Undurraga, solidarizando con Fedarte.
Sólo a partir de la reunión con el alcalde, y dependiendo de las respuestas que se les dé, los trabajadores definirán los cursos de acción para los próximos meses. No se descartan paralizaciones, pero sólo si es que se descartan todas las instancias de diálogo.
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