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En jornada llena de simbolismos, Evo Morales asumió presidencia de Bolivia

La llegada del líder del MAS a Palacio Quemado puso término a más de 150 años de exclusión del mundo indígena de Bolivia de los círculos de poder. Por lo mismo, la ceremonia en la que Evo Morales asumió como nuevo gobernante del vecino país estuvo alejada de los protocolos tradicionales y más bien apuntó a reivindicar a quienes históricamente fueron marginados.


Al caminar por las calles de La Paz durante los días previos a que Evo Morales asumiera el mandato de la nación altiplánica, la pregunta inevitable era por qué, pese a la masiva presencia de indígenas, nunca, en sus más de 150 años de vida republicana, esta nación tuvo un Presidente de ese origen.



Sin embargo, para los bolivianos la respuesta a ese cuestionamiento, que puede tener explicaciones sociológicas e históricas, ya no importaba. Lo verdaderamente importante era que finalmente el líder del Movimiento al Socialismo (MAS), de origen aymara, se instalaría en el Palacio Quemado, terminando de esa manera con varios años de exclusión.



Si el evento del sábado en la ciudad imperial de Tiawanaku, a 71 kilómetros de La Paz, había tenido un alto contenido emotivo, la ceremonia en el Congreso boliviano en la que Álvaro García Linera, actual vicepresidente y compañero de fórmula de Morales, le entregó el mando de la Nación también tuvo esa misma cuota de simbolismo.



Por una particularidad en la legislación boliviana, el Presidente saliente -Eduardo Rodríguez- entrega el mando al Vicepresidente que, pese a no ser parlamentario, se transforma en titular del Congreso. Con esa investidura, toma juramento al nuevo gobernante. Y así ocurrió con Evo, que ha dicho que su gestión se sustentará en tres principios aymaras: Ama Suwa (no seas ladrón); Ama Khella (no seas flojo); y Ama Llulla (no seas mentiroso).



Tanto el Congreso como la sede de gobierno, se encuentran frente a la Plaza Murillo. Y hasta ese lugar llegaron cientos de aymaras, quechuas y mestizos, que gritaban permanentemente "jallalla Morales» (viva Morales), una muestra de la nueva etapa que enfrenta Bolivia, algo que fue recalcado por el propio mandatario.



Y es que estos hombres y mujeres de tez morena hasta hace algunos años tenían prohibido entrar al Congreso. Y cuando el ex Presidente Gualberto Villarroel, intentó darle mayores privilegios al mundo indígena, fue colgado en la misma Plaza Murillo.



En la ceremonia, Morales rompió el protocolo y costumbres de muchos años al jurar su cargo con una chaqueta con motivos andinos, sin solapas y sin portar la tradicional corbata. Se trató de un traje oscuro de paño, compuesto por pantalón y chaqueta, con tela tejida a mano por los pueblos quechuas y aymaras, con una camisa blanca desabrochada en su primer botón.



El socialista conservó así la informal manera de vestir que lo caracteriza desde sus tiempos como líder en la lucha sindical, aunque, en esta ocasión tan especial, si bien no usó un traje tradicional sí fue sobrio en el vestir. La originalidad de Morales contrastó con el elegante traje negro y corbata del mismo color que lució su vicepresidente García Linera, quien generalmente tampoco viste de esa manera.



Cita con Lagos



Los hechos que representan algo, un nuevo mundo, parecen ser la especialidad de Evo Morales. Esto también quedó de manifiesto cuando, sorpresivamente, invitó al Presidente Ricardo Lagos a su casa para dialogar sobre diversos temas que interesan a Chile y Bolivia, por cierto, el tema marítimo.



Lagos se transformó en el primer gobernante chileno que asiste a un acto de esta naturaleza en Bolivia, y también fue el primer mandatario de la decena de gobernantes que llegaron a La Paz que fue invitado a la residencia de Morales.



Su morada, tal como el propio Morales la ha definido, es humilde y sencilla. Incluso, llegó a disculparse con Lagos por este hecho. Efectivamente, la casa de Morales no tiene nada extraordinario, está ubicada en un barrio de clase media y ni siquiera ha sido pintada, por lo menos en el último tiempo.



El Mandatario chileno llegó al lugar tras reunirse con el Presidente saliente. Al bajar de su auto, alzó sus brazos a los indígenas apostados en la Plaza Murillo, pero nadie lo ovacionó. Quizás no lo reconocieron, porque en un segundo intento tibiamente comenzaron los aplausos. En ningún momento fue pifiado, aunque sí hubo alusiones al tema marítimo.



Lagos llegó al encuentro con una numerosa comitiva, que sólo estuvo durante la primera parte del encuentro, que se extendió por más de media hora. En la delegación figuraban el presidente (S) del Senado, Jaime Gazmuri (PS), y el de la Cámara de Diputados, Gabriel Ascencio (DC), el senador Sergio Páez (DC) y los diputados Alejandro Navarro y Fidel Espinoza (ambos PS), además del embajador de Chile en Argentina, Luis Maira.



Todos recibieron como regalo una bolsa plástica con los elementos que Evo Morales realizó su campaña, entre los que había un gorro del Movimiento al Socialismo, un póster, hoja de coca, un disco compacto y el libro denominado "Evo: La rebeldía de la coca".



Durante el encuentro, Lagos invitó a Evo Morales a Chile el próximo 11 de marzo, cuando asuma Michelle Bachelet, gesto que fue valorado y aceptado por el nuevo gobernante boliviano. Al término de la reunión, ambos salieron al balcón de la casa y saludaron a los manifestantes. Fueron precisamente éstos los que pidieron que los mandatarios sellaran la cita con un histórico abrazo y saludo de manos, algo a lo que ninguno se negó.



Posteriormente, Lagos y Morales se refirieron -por separado- al encuentro, con elogios mutuos y coincidiendo en que están trabajando en una agenda amplia, sin exclusiones, en directa alusión a la demanda marítima.



Si bien el gobernante boliviano ha dicho que quiere trabajar silenciosamente el tema, no dudó en recordar la condición mediterránea de su país durante su discurso de asunción. "Confío en el pueblo chileno, sus organizaciones sociales, la comprensión de su Estado para saldar o reparar ese tema histórico que tenemos pendiente con Chile", dijo.



"Necesitamos, como dos países vecinos y hermanos, relaciones. ¡Hasta cuándo podemos seguir viviendo en enemistad con un país vecino! La presencia del Presidente de Chile, Ricardo Lagos, obedece y genera una esperanza para el pueblo Boliviano, y por eso nuestro saludo al Presidente de Chile, que está presente acá», destacó Morales.



Festejos callejeros



Tras la ceremonia de asunción, Morales se retiró caminando del Congreso en compañía de decenas de mineros e indígenas, iniciando un recorrido por las calles de La Paz, que concluyó con una masiva manifestación en la Plaza de Los Héroes.



Al evento asistieron, entre otros, el vicepresidente de Cuba, Carlos Lage, el escritor uruguayo Eduardo Galeano, y una nutrida gama de artistas, entre los que destacaron el grupo chileno Inti Illimani y Vicente, que interpretó sus temas al son de una incesante lluvia.



"Vamos a cambiar la historia de Bolivia con la Constituyente, ahora les pido su apoyo para hacer un buen gobierno con equidad y justicia", afirmó Morales a la masiva concurrencia que, según expertos locales, habría sido una de las más masivas en la historia del país.



En el acto, aparte de Evo, también habló García Linera, a quienes muchos califican como una lumbrera por sus estudios matemáticos y por los más de 900 libros que se devoró al estar preso más de cinco años. En ese sentido, algunos dicen que pondrá el equilibrio y dará tranquilidad a la rica provincia de Santa Cruz. El vicepresidente fue enfático en que se debe terminar la discriminación y que el apellido "Mamani" valga igual que el de "García".



Durante los festejos, serie de estallidos movilizó a los policías que custodiaban el centro de prensa del cambio de mando, frente al edificio del Congreso. Algunos temieron que podría ser una asonada golpista. Sin embargo, sólo se trataba de los fuegos artificiales de los mineros de Potosí que siguieron celebrando hasta altas horas de la madrugada.



Son los nuevos tiempos de Evo Morales o la segunda independencia de Bolivia, como él la llamó.



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