Este miércoles, los candidatos de la UMP y del PS, respectivamente, se enfrentarán en el cara a cara más esperado de los últimos meses. ¿Quién ganará el próximo domingo? A solo cuatro días de la segunda vuelta, los adherentes de uno y de otro mantienen la esperanza en su líder y los indecisos suman entre 14% y 17%, según los últimos sondeos.
Ayer, las elecciones francesas se tomaron las calles de París. Sólo en la capital francesa hubo cinco manifestaciones. La del Frente Nacional, la del comando del abanderado de la UMP en las afueras de la ciudad, la de la candidata socialista al otro extremo, la de las mujeres que la apoyan y la de los sindicatos. Y si bien no todas fueron de carácter político, hay que decir que la única dedicada a recordar el movimiento sindical se tiñó también con la campaña electoral: gente de todas las edades, nacionalidades y colores recorrió las calles para, junto con recordar la lucha sindical, manifestarse contra Nicolás Sarkozy, el aspirante conservador que, según las encuestas, tiene más probabilidades de ganar en la segunda vuelta presidencial.
Y si bien el último sondeo de LH2 efectuado el 30 de abril da a Sarkozy vencedor con un 52% contra 48% de Ségolène Royal (PS), los franceses saben que nada esta ganado: aún hay entre 14% y 17% de indecisos, según las encuestas. Por esto, tanto en uno y otro comando redoblan los esfuerzos, especialmente en estos días, puesto que este miércoles será el esperado duelo Sarkozy-Royal y este domingo 6 de mayo, los franceses irán a votar… ¿por quién?
Mediodía, frente a la Opera Garnier. Jean Marie Le Pen (Frente Nacional) comienza su discurso. Miles personas le acompañan en su tradicional marcha del 1 de mayo, donde reivindica en nombre de su partido los valores y la lucha de Juana de Arco. Jóvenes, ancianos, parisinos y franceses de regiones le aplauden, gritan y alzan las banderas cuando da la consigna para la segunda vuelta presidencial de este domingo: abstenerse masivamente y no dar su voto ni a Sarkozy ni a Royal.
Para Le Pen resulta «peligroso» votar por la socialista puesto que quiere regularizar a todos los inmigrantes y hacerlo por el postulante de la derecha es «insensato», ya que él rechaza avanzar hacia un sistema proporcional en la Asamblea Nacional (Cámara de Diputados) que permita al FN obtener más diputados y porque continúa considerando a los electores de este partido como «extremistas».
Sin embargo, no está claro que los más de tres millones que votaron por Le Pen en la primera vuelta sigan sus órdenes. Según lo constató El Mostrador.cl, varios electores del FN ya definieron qué hacer este domingo 6 de mayo: hay quienes respaldarán a Sarkozy, como Jean Serge Douez, quien pese a ser militante del FN desde 1984, ya apoyó a Sarkozy en la primera vuelta por el llamado «voto útil».
Otros, como Adrian Saint Exupéry (25 años), seguirán la consigna de Le Pen pero en vez de quedarse en su casa, irá a votar pero escribirá el nombre del líder de FN en la papeleta. Por su parte, Danielle Auther (65 años) seguirá las ordenes de Le Pen, mas «no al pie de la letra», es decir, votará en blanco y lo mismo harán sus cercanos.
Sin embargo, hay otros electores que aún no saben que hacer: tal es el caso de Mari Cristine Cardoso, responsable de la sección de Chareton (en los suburbios parisinos): «Personalmente no sé como votaré el domingo. Nicolás Sarkozy es patriota desde hace sólo tres meses, pero Le Pen desde hace 30 años. Sarkozy no es creíble».
Algo entristecidos, la mayoría de los militantes del Frente Nacional con los que habló El Mostrador.cl creen que el candidato de la UMP ganará las elecciones el próximo domingo. Ellos están conscientes que varios de sus camaradas no seguirán la consigna de Le Pen y acudirán a votar por el postulante de la derecha. «Creo que un 50% votará por Sarkozy, un 20% lo hará por Royal para impedir que Sarkozy gane y el resto se quedara en casa o votará nulo» dijo Douez.
Trabajadores, estudiantes, inmigrantes con y sin papeles y antisarko
A varios metros de allí, en la Place de la Republique se realizó la marcha convocada por cinco organizaciones: Confederación General del Trabajo (CGT), Federación de Sindicatos Unitarios (FSU), Unión Nacional de Sindicatos Autónomos (UNSA), Unión Sindical Solidaria (Solidaires) y la Unión Nacional de Estudiantes de Francia (UNEF).
Sin embargo, bastaba con caminar un par de metros para darse cuenta que había bastante más organizaciones que las cinco convocantes. Entre ellas, la de los inmigrantes sin papeles y varias de América Latina, como la Coordinadora Popular Colombiana de París, el Partido Político Colombiano Pueblo Democrático Alternativo, la Unión de Asociaciones Latinoaméricas en Francia, el ALBA (proyecto alternativo del gobierno venezolano de integración política de América Latina) el Comité France Amerique Latine, la Asociación de Estudiantes y Creadores Colombianos en Francia (Colcrea), la Asociación Raíces Cubanas, el Comité Pro Bolivia y, la Asociación de ex Prisioneros Políticos de Chile.
El objetivo era inscribir los temas sociales en el centro de la segunda vuelta de la elección presidencial. Sin embargo, la polarización de la campaña terminó por apoderarse también de esta manifestación. Es así que varios participantes de diferentes asociaciones afirmaron que no sólo estaban allí para demostrar que lucharán por mantener los derechos de los trabajadores, sino porque deseaban manifestarse también contra Nicolás Sarkozy.
De hecho, varios de los 60 mil asistentes tenían autoadhesivos antisarko, incluso, algunos llevaban puesta la camiseta del movimiento.
El chileno-francés Alan Jofré (66 años) votó por Ségolène Royal y lo hará de nuevo. Él tiene esperanzas en que la gente comprenda, a través del movimiento antisarkozy, lo que el candidato de la UMP quiere implementar como programa económico en el país y, especialmente lo que esto puede significar para trabajadores en términos de precariedad. Olivier Arenillas (45 años) no apoyó a Ségolène en la primera vuelta, pero ahora lo hará de todas maneras. Él cree que la socialista puede ganar aún cuando «matemáticamente es muy difícil porque eso significaría que una de cada dos personas que no votaron por ella, tendrían que hacerlo ahora. Además, hay una clara mayoría de derecha si uno une los votos de Le Pen (10,44%) Franí§ois Bayrou (UDF, 18,57%) y Sarkozy (31,17%), pero el movimiento antisarkozy que es muy fuerte, puede ser una ventaja».
Laure Shagnon (23 años) tampoco sufragó por Royal el 22 de abril pasado, de hecho, lo hizo por la candidata del Partido Comunista Marie-George Buffet, pero ahora tampoco tiene dudas. Ella cree que habrá una parte del electorado de extrema izquierda que no votará por Royal, porque ve que ella cuenta con un apoyo -no explícito- de Bayrou. «Pero contar con ese apoyo es más una ventaja que desventaja porque si bien habrá gente de extrema izquierda que decidirá votar en blanco o abstenerse, la mayoría votará por ella de todas formas. En todo caso, son más los votos de centro que ella va a ganar que los de izquierda que podría perder».
Artistas con Ségolène
El domingo pasado había sido el turno de Nicolás Sarkozy en el centro de eventos deportivos Bercy, en París. Allí, 30 mil de personas -según la UMP- lo aclamaron y cantantes y actores como Jean Reno, le dieron su público respaldo. Y el martes, le correspondió a Ségolène Royal, quien en el estadio de Charléty, en los suburbios de la capital francesa, logró congregar a más de 40 mil personas al interior y otras 20 mil al exterior -según los organizadores-, además de varios artistas, cantantes y deportistas, entre ellos el ex astro del tenis galo Yannick Noah.
Tal como Sarkozy había hecho con ella el domingo pasado, esta vez fue Royal la que destinó una buena parte de su discurso en atacar a su rival. «Francia no se dejará abusar por aquellos que, adornados con plumas de ruptura o cantos a lo novedoso, están marcados por el sello oficial del fracaso y la amnesia de los balances», dijo en alusión a los cinco años en los que Sarkozy ha sido parte del gobierno de Jaques Chirac.
Agregó que «la famosa ruptura anunciada (por Sarkozy, si él es elegido) es la fractura republicana». Asimismo, dijo que no designará a ninguna persona como enemigo sobre el territorio francés y que incluso aquellos que no tienen opinión política serán asociados a las reformas que pretende realizar, pues su objetivo es unir a todas las energías «provengan de donde provengan», refiriéndose a los extranjeros que viven en Francia.
La candidata aseguró que no quiere una victoria de una mitad de los franceses contra la otra, que quiere construir una país donde haya un lugar para todas y todos. Agregó que su candidatura «es la elección de la audacia, pero también de la reconciliación; es la elección de la armonía, de la paz, del éxito, de la justicia, de la energía. Es la elección de una Francia más justa y más fuerte».
Sus adherentes aplaudían, gritaban «Ségolène Presidente». Para ellos hay más que una esperanza, es algo cierto: ella tiene reales posibilidades de ganar el próximo domingo. Así lo manifestaron Hermik Nersessean (51 años), Stuart Pourgogno (34 años), quienes creen que el apoyo no verbalizado de Bayrou puede ayudar a la socialista. Y agregan que hay muchas personas que no quieren a Sarkozy. Una de ellas es Stephanie Beder (36 años) quien había votado por Bayrou en la primera vuelta pero que ahora lo hará por Royal. «Votaré por ella porque no quiero que Sarkozy gane. Además, durante el debate de Royal y Bayrou vi que había muchas cosas en común en su programa. Sarkozy me da miedo, tiene algunas ideas extremistas en relación con lo social y a mí me preocupan los temas sociales», afirmó.
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