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Gobierno colombiano exige liberar a rehenes antes de cita Chávez-Tirofijo

De esta manera, respondió a una petición hecha por Hugo Chávez Francia, se reunió con el mandatario francés, Nicolas Sarkozy, en medio de una gran expectación.


El Gobierno colombiano fijó hoy las condiciones para autorizar un encuentro entre el presidente venezolano, Hugo Chávez, y el máximo jefe de las FARC, que depende, como primer paso, de la liberación «unilateral de un grupo de secuestrados», pero «con el compromiso de liberarlos a todos».



El alto comisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo, afirmó hoy que en ese caso, «Chávez recibirá autorización» para reunirse con el máximo jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), «Manuel Marulanda», «en un sitio del Caguán, con reglas claras y acompañamiento internacional».



«Dicha reunión se realizaría con el compromiso de iniciar un proceso de paz», indicó Restrepo, quien explicó que el compromiso de las FARC de liberar a los secuestrados debe incluir a los tres ciudadanos estadounidenses en su poder desde 2003.



Si las FARC cumplen estos requisitos, el presidente colombiano, Álvaro Uribe, está dispuesto a acudir a «un encuentro similar», en un lugar del sur del país, «previa liberación de todos los secuestrados y en el marco de un proceso de paz exitoso», insistió.



El Gobierno colombiano respondió así a una petición hecha por Chávez en París (Francia), donde hoy se reunió con el mandatario francés, Nicolas Sarkozy, en medio de una gran expectación.



Chávez no presentó una esperada prueba de vida de Íngrid Betancourt, que fue secuestrada por las FARC hace casi seis años cuando hacía campaña como candidata presidencial en una zona selvática, pero aseguró que la guerrilla la entregará antes de fin de año y no sólo para ese caso, sino para el resto de los rehenes.



Precisamente, el fin de año es el plazo, que no ultimátum, que el Gobierno colombiano ha dado para que dé frutos la mediación que lleva a cabo Chávez, con el fin de que las FARC entreguen a 45 secuestrados a cambio de la liberación de 500 guerrilleros presos.



Sarkozy consideró «indispensable» la presentación de esas pruebas de supervivencia, «tanto para estar tranquilos sobre la suerte de los rehenes como para asegurarse de la sinceridad de las FARC en la búsqueda de una solución humanitaria».



Además de Betancourt, que tiene nacionalidad francesa y colombiana, están en poder de la organización insurgente tres estadounidenses que trabajaban para una empresa contratada por el Pentágono cuando fueron capturados en 2002.



El resto de los 45 secuestrados que las FARC considera «canjeables» son policías, militares y políticos colombianos.



«Consideramos que las condiciones están dadas para que antes de finalizar este año se haya logrado una fórmula para la liberación de los secuestrados», señaló Restrepo.



Chávez indicó en París que «la clave» para el éxito del acuerdo humanitario en Colombia es que Uribe le deje entrevistarse con el líder de las FARC, Pedro Antonio Marín, alias «Manuel Marulanda» o «Tirofijo», e instalar una mesa de negociación del canje.



Como gesto de buena voluntad, el gobernante venezolano comentó que pedirá a «Marulanda», si es autorizado a reunirse con él, que ponga en libertad a algunos de los secuestrados por las FARC.



Sin embargo, para el Gobierno colombiano la condición es que todos sean liberados, algo que al mandatario venezolano le causa extrañeza.



«Quiero ser muy claro: como mediador, nunca se habló de la condición de que se liberen a todos (los rehenes), si no sería absurdo, ¿para qué iría yo al Caguán?», sostuvo.



El Caguán, una región selvática del sur de Colombia donde ya se efectuaron negociaciones con la guerrilla cuando era presidente Andrés Pastrana, sería el escenario del encuentro entre Chávez y los dirigentes de las FARC, si el grupo rebelde accede a las condiciones impuestas por el Gobierno, según Restrepo.



En ese caso, el Gobierno colombiano establecerá en el Caguán una zona de encuentro, «con reglas claras y acompañamiento internacional», y «con esas condiciones, el presidente Uribe también se haría presente en ese lugar», agregó.



Restrepo subrayó que los tres estadounidenses no deben ser apartados del resto de los secuestrados a efectos de su liberación y que el Gobierno colombiano no aceptar incluir en el canje a dos guerrilleros de las FARC, «Simón Trinidad» y «Sonia», extraditados a Estados Unidos y hoy bajo proceso judicial en ese país.



Al Gobierno colombiano le «preocupa que solo liberen a un grupo de secuestrados, dejen a otro y eventualmente separen a los tres norteamericanos del grupo total para después pretender una negociación autónoma», dijo.



El presidente venezolano indicó que si tiene oportunidad de ver a «Manuel Marulanda», aprovechará para explicarle que los movimientos armados pueden dar lugar a formaciones políticas con las que conseguir el poder y hacer cambios sociales.



Chávez indicó hoy en París que ha hablado con líderes de la otra guerrilla colombiana, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), y que se avanza «hacia el cese del fuego y el acuerdo de paz», pero que en el caso de las FARC el mismo objetivo está más lejano.



El jefe de Estado venezolano dijo que confía en la palabra de Uribe y elogió su actitud en favor del acuerdo, y también alabó la ayuda que recibe del presidente francés.



Por su parte, Restrepo señaló también que el Gobierno colombiano «confía en la gestión» de Chávez «y agradece su compromiso en este proceso, pero advirtió que, en cambio, no tiene «certeza sobre la voluntad de las FARC».



EFE

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