«No hemos considerado, por el momento, ninguna intervención a nivel internacional, de ninguna figura, de ningún otro país», afirmó el canciller colombiano.
El gobierno colombiano dijo hoy en Bogotá que no ha previsto ninguna acción internacional que permita superar la crisis diplomática con el de Venezuela, cuyo presidente, Hugo Chávez, dejó en suspenso las relaciones bilaterales.
«No hemos considerado, por el momento, ninguna intervención a nivel internacional, de ninguna figura, de ningún otro país», afirmó el ministro colombiano de Relaciones Exteriores, Fernando Araújo, en una comparecencia ante la prensa en la Casa de Nariño (sede del Ejecutivo).
Araújo precisó que, en el ámbito internacional, el gobierno del presidente Álvaro Uribe no hace ninguna gestión «distinta de informarles a los gobiernos sobre la génesis de este incidente y sobre su desarrollo».
Son «simplemente acciones que pretenden informar al respecto a la comunidad internacional», agregó el canciller.
Araújo aludió a insistentes llamamientos de algunos sectores parlamentarios del país que han considerado necesario que gobernantes cercanos a Chávez, como el de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, medien entre los dos países vecinos.
El gobierno colombiano mantendrá en el ámbito interno el manejo de esta situación, «con prudencia y con discreción», añadió Araújo, quien indicó que su Gobierno no tiene «ningún comentario nuevo que hacer en relación con las declaraciones de ayer del presidente Chávez».
El gobernante venezolano dijo que mientras Uribe sea presidente de Colombia, no tendrá «ningún tipo de relación ni con él ni con el Gobierno de Colombia».
El pasado martes Chávez llamó a consultas a su embajador en Bogotá, Pável Rondón.
Dos días antes había afirmado que se sentía traicionado por Uribe porque éste canceló las tareas humanitarias que realizaba ante la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en pro de la liberación de secuestrados.
El motivo alegado para esa medida fue que la senadora colombiana Piedad Córdoba, que también mediaba ante las FARC, y Chávez llamaron directamente a un alto mando militar de Colombia, lo que Uribe afirma que había expresamente prohibido cuando autorizó los buenos oficios.
Araújo ratificó hoy que el Ejecutivo de Uribe no ha considerado «conveniente» traer a su embajador de Caracas, Fernando Marín, y observó que la única medida efectiva a nivel diplomático sobre el estado de los nexos bilaterales es el llamamiento a consultas de Rondón.
«Vamos a seguir manejando el tema con discreción y con prudencia», insistió el canciller, quien indicó que el asunto será abordado el próximo miércoles por la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores, formada por ex presidentes y ex cancilleres del país.
Mientras, el gobierno tiene previsto analizar la crisis hoy por la tarde con los ex ministros de Exteriores y continuará las consultas con «diferentes sectores de la sociedad», dijo.
EFE
