«Llegará el día en que la solución de dos estados no se pueda materializar y entonces nos enfrentaremos a un conflicto como ocurrió en Sudáfrica por la igualdad en el derecho de voto», dijo el primer ministro en una entrevista.
El primer ministro israelí, Ehud Olmert, adviertió que si no se alcanza una solución de «dos estados para dos pueblos», llegará un día en que el Estado judío se colapse, como ocurrido en Sudáfrica del régimen del Apartheid.
Así lo declara en una entrevista que publica este jueves el diario «Haaretz», después que el miércoles concluyera la Conferencia de Paz de Annapolis (EEUU), en la que israelíes y palestinos expresaron su intención de negociar un acuerdo para crear un estado palestino antes de 2009.
«Llegará el día en que la solución de dos estados no se pueda materializar y entonces nos enfrentaremos a un conflicto como ocurrió en Sudáfrica por la igualdad en el derecho de voto» (también para los palestinos en los territorios), manifestó Olmert en Washington al rotativo de Tel Aviv.
Subrayó que «cuando esto suceda el Estado de Israel se habrá acabado».
El jefe del Ejecutivo israelí agregó que las «organizaciones judías, que han sido nuestra principal base de apoyo en EEUU, serán las primeras en salir contra nosotros porque dirán que no pueden apoyar a un estado no democrático en el que no existan derechos de igualdad de voto para todos sus residentes».
Olmert destacó que se expresó en el mismo sentido en una entrevista concedida hace cuatro años, cuando se desempeñaba como viceprimer ministro en el gobierno de Ariel Sharón, y reveló por primera vez su propuesta de evacuar la mayor parte de los territorios ocupados.
«Desde entonces, he repetido de forma sistemática esas posiciones», añadió, y destacó que el pueblo «dirá que estoy teniendo problemas y que por eso estoy intentado (llevar a cabo un proceso de paz), pero los hechos deben tratarse con justicia».
En cuanto a la conferencia de Annapolis, auspiciada por EEUU, Olmert aclaró que en ella «se alcanzaron más de lo que podríamos definir como expectativas israelíes, pero eso no nos exonera de los obstáculos que encontraremos en las negociaciones, que serán difíciles, complejas y requerirán grandes dosis de paciencia y sofisticación».
En palabras del primer ministro israelí, «ahora tenemos un interlocutor», en referencia al presidente palestino, Mahmud Abás.
Con todo, afirmó que el líder de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) es «un interlocutor débil, no calificado y, como dice (el representante del Cuarteto para Oriente Próximo) Tony Blair, tiene aún que formular las herramientas de trabajo y podría no conseguir llevarlo a cabo».
«Pero -añadió- es mi trabajo el hacer todo lo posible para que reciba los instrumentos, y alcanzar un entendimiento sobre las líneas maestras de un acuerdo. Annapolis no es un punto crucial, pero es un punto que puede servir de apoyo».
EFE
