Con la firma de estos dos pactos el gobierno de La Habana completaría la ratificación de los seis convenios de derechos humanos existentes.
El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Felipe Pérez Roque, informó este lunes que la isla suscribirá los pactos de derechos económicos, sociales y culturales, y de derechos civiles y políticos, como «expresión» de la colaboración del país con el sistema de Naciones Unidas.
«Cuba firmará en breve el pacto internacional de los derechos económicos, sociales y culturales y el pacto internacional de derechos civiles y políticos», dijo Pérez Roque en conferencia de prensa en la jornada en que se conmemora el día internacional de los derechos humanos.
«Esta decisión, que ha de materializarse en los próximos meses, es expresión de que nuestro país mantendrá siempre una estrecha cooperación con el sistema de las Naciones Unidas sobre la base del derecho a nuestra soberanía nacional y al derecho del pueblo cubano a la libre determinación», agregó Pérez Roque.
El canciller, que no aceptó preguntas al término de la declaración, señaló que ambos pactos «se encuentran ampliamente protegidos» por el «ordenamiento jurídico» del país y «particularmente por la obra y la ejecutoria de la revolución cubana desde el propio triunfo del 1 de enero de 1959».
Con la firma de estos dos pactos, Cuba completaría la ratificación de los seis convenios de derechos humanos existentes.
Pérez Roque explicó que mientras «persistieron las manipulaciones contra Cuba en el terreno de los derechos humanos» y EE.UU. convirtió a la antigua Comisión «en un tribunal inquisitorial», «no existían las condiciones mínimas para evaluar nuevos compromisos de Cuba con naciones Unidas en materia de Derechos Humanos».
En su opinión, esa situación «ha cambiado radicalmente con el surgimiento del nuevo Consejo de Derechos Humanos», que «descontinuó» el «espurio mandato que EE.UU. impuso allí para el seguimiento de la situación cubana», dijo, en alusión al mandato de la relatora especial para Cuba de la antigua Comisión, Chistine Chanet, a la que La Habana nunca autorizó a entrar en la isla.
«Cuba no ha actuado ni actuará jamás bajo presiones», dijo.
Acusó a EE.UU. de montar campañas con la participación «a veces de algunos pocos mercenarios a los que pagan y dirigen en nuestro país» -en referencia a los disidentes- y dijo que ni sus «amenazas ni su dinero abundante para pagar traiciones y deslealtades» harán desistir a Cuba de su «rumbo de defensa de los derechos humanos».
«Cuba enfrenta y celebra este día 10 de diciembre (…) con la frente en alto y la convicción de que su pueblo (…) mantendrá por siempre victoriosa una revolución que abrió de verdad a nuestro pueblo el disfrute real de los derechos humanos», dijo.
Pérez Roque exigió el levantamiento del «brutal bloqueo financiero y económico» que EE.UU. mantiene contra Cuba desde hace 45 años, así como el cierre el «vergonzoso centro de torturas» de la base naval estadounidense en Guantánamo (en el sureste de la isla) y la devolución a la isla de ese enclave.
También pidió la liberación de cinco agentes cubanos condenados a penas de hasta cadena perpetua acusados de conspirar para espiar en EE.UU. y el enjuiciamiento por terrorismo o la extradición a Venezuela de Luis Posada Carriles, acusado de terrorismo por La Habana y Caracas.
EFE
