Principal sindicato trasandino anunció en las últimas semanas que aspira a conseguir una compensación salarial por el alza de la inflación, cosa que niegan las autoridades y rechazan las empresas.
La Confederación General del Trabajo (CGT), el mayor sindicato de Argentina, advirtió que se pondrá «en la vereda de enfrente» del gobierno de Cristina Fernández si la nueva mandataria no respeta «los derechos de los trabajadores».
«Siempre vamos a acompañar (al gobierno), pero si no se respetan los derechos de los trabajadores, vamos a estar en la vereda de enfrente», subrayó el líder de la CGT, Hugo Moyano, en un acto sindical.
Dijo que la CGT, cuya dirección responde al peronismo, la misma fuerza política de Fernández, no acudió este lunes al festejo popular que siguió a la investidura de la mandataria para evitar «provocaciones».
«Hubo un acto en la plaza (de Mayo, frente a la sede del ejecutivo) del que nos hubiera gustado participar, pero nos dijeron 48 horas antes que iban a provocar a nuestra gente para crear una situación dificultosa y después hacernos quedar como los responsables: por eso no fuimos», aseguró el sindicalista.
Moyano, que además lidera el sindicato de camioneros, afirmó que tiene «un poco o mucho poder» gracias al apoyo de los trabajadores de su gremio.
En este sentido, puntualizó que «no va a faltar mucho tiempo» para que «sólo los camioneros vayan a llenar la Plaza de Mayo» en una manifestación.
«No vine a ser presidenta para convertirme en gendarme de la rentabilidad empresaria ni a ser parte de una interna sindical», advirtió Fernández en su primer discurso ante el parlamento luego del acto en el que su esposo y presidente saliente, Néstor Kirchner, le traspasó el poder.
Fernández, de 54 años, la primera mujer que gana una elección presidencial en Argentina, aclaró así que el «pacto» o «acuerdo social» que ella impulsa no se limita a las discusiones salariales.
Bajo la conducción de Moyano, la CGT se ha mantenido afín a la gestión de Kirchner, aunque en las últimas semanas anunció que aspira a conseguir una compensación salarial por el alza de la inflación, cosa que niegan las autoridades y rechazan las empresas.
Este año, los sindicatos argentinos han logrado aumentos salariales superiores al 20% en promedio, más del doble de la inflación de 2006 y por encima del 16% sugerido en su momento por las autoridades.
EFE
