El ex Soundgarden y Audioslave deleitó al público con temas como "Burden in my hand", "Spoonman" y "Show me how to live", entre otros.
Eran las 21:10 horas cuando Chris Cornell (43) hizo su aparición en el escenario de un caluroso Espacio Riesco. Sonaban los acordes finales de "Sun Shower", tema perteneciente a la banda sonora de la película "Great Expectations" ("Grandes Esperanzas", 1998) y el público ovacionaba al ex Soundgarden como pocos de los últimos músicos que han venido a Chile pueden afirmar.
Durante más de dos horas y media de concierto, los casi diez mil fanáticos del norteamericano corearon clásicos del grunge. "Burden in my hand", "Black hole sun", "Spoonman", "Fell on black days", fueron algunos de los temas de la banda de Seattle, Soundgarden con los que Cornell hizo saltar a la concurrencia.
Pero no sólo rock del duro hubo anoche. Cornell se permitió un espacio para tomar la guitarra acústica y, sólo en el escenario, cantar junto al público un cover del clásico de Michael Jackson, "Billy Jean", entre otros, además de "Like a stone", una de las canciones más reconocidas de su anterior banda Audioslave, la que formó junto a ex integrantes de Rage Against The Machine.
Durante toda la presentación Cornell hizo gala de su particular y poderosa voz, demostrando que los años no han pasado para su especial timbre y para su capacidad de interpretar potentes agudos. También se dio licencia para interpretar un par de temas de Led Zeppelín, a propósito de su reunión esa misma noche en Londres.
Incorporando al repertorio alrededor de 5 temas propios, correspondientes a sus producciones en solitario "Euphoria Morning" (1999) y "Carry On" (2007), el ex Soundgarden se permitió además evocar con la canción "Hunger Strike" a Temple Of The Dogs, banda paralela que formó junto a Eddie Veder (Pearl Jam) y que sólo editó un disco en 1991.
Sin la parafernalia de un show visual, Chris Cornell interactuó con el público, dedicó canciones a su mujer y su hija, que "le cambiaron la vida" y hasta a un fan que conoció en el aeropuerto de Santiago, en lo que fue un espectáculo musical de gran calidad.
