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Interrogatorio de fiscal en juicio a Fujimori genera polémica en Perú

Funcionario suplente fue acusado de "actitud agresiva y prepotente" `por hija del ex presidente.


La presencia del fiscal adjunto supremo Avelino Guillén en el juicio a Alberto Fujimori por violaciones a los derechos humanos generó polémica entre los simpatizantes y detractores del ex presidente de Perú.



Guillén, quien reemplazó en la tercera jornada del proceso al titular José Peláez, ausente por duelo familiar, fue más incisivo en sus preguntas e incluso le exigió al ex mandatario «sentarse bien».



«Hemos visto una actitud agresiva por parte de este fiscal adjunto, una actitud yo diría prepotente, pero mi padre ha mantenido la tranquilidad y ha contestado cada una de sus preguntas», declaró a los periodistas la legisladora Keiko Fujimori.



La hija del acusado criticó la supuesta «actitud prepotente» del fiscal, al «decir que Vladimiro Montesinos es el maestro de Alberto Fujimori».



«Vemos la carga subjetiva que tiene este fiscal. O decirle a mi padre ‘siéntese usted bien’ son actitudes. Pero acá lo importante y lo que ha dicho en la Sala es que ellos no se van a dejar impresionar por estos adjetivos», agregó.



El abogado del Instituto de Defensa Legal (IDL), Carlos Rivera, manifestó, por su parte, que la línea de interrogatorio del fiscal ayuda a que «se esclarezca de manera definitiva el nivel de participación de Alberto Fujimori en las órdenes que habría emitido para los crímenes de Barrios Altos y La Cantuta».



«Creo que el fiscal ha estructurado muy bien su interrogatorio y que, al final, lo que ha hecho Fujimori es admitir que Montesinos era el jefe real del Servicio de Inteligencia Nacional», dijo a Efe la abogada de la Asociación Pro derechos Humanos (Aprodeh), Gloria Cano.



Apuntó que Fujimori optó por el silencio cuando se vio acorralado y «en algunos otros aspectos (atinó) simplemente a mentir y contradecirse».



«Ha quedado descubierto que él sabía que Montesinos tenía todo el poder y que él fue el que le entregó el poder y lo compartía con Montesinos», remarcó.



La abogada denunció, además, que algunas personas que han asistido a la sala donde se celebra el juicio han agredido verbalmente a los familiares de las víctimas de las matanzas de Barrios Altos (1991) y La Cantuta (1992), por lo que pidió más seguridad en las instalaciones.



Esa información fue confirmada por la observadora de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (Wola), Jo Marie Burt, quien relató a Efe que algunos «de los familiares de Barrios Altos y La Cantuta manifestaron que, en el baño, personas vinculadas con la defensa les han agredido verbalmente con palabras intimidatorias, llamándoles terroristas».



«Creo que estamos aquí en un proceso. De eso se trata la democracia, de resolver los conflictos sociales, de los problemas grandes, en un foro imparcial donde se respete el debido proceso y donde se respeten los derechos de todas las partes», subrayó Burt.



Destacó, sin embargo, que el juicio se desarrolla «de alguna manera dentro de lo esperado de los estándares internacionales».



Durante el intenso interrogatorio de hoy, Fujimori se contradijo sobre el poder real de Montesinos en su Gobierno y rechazó que se hubiera implementado una «guerra de baja intensidad» para derrotar a la banda armada Sendero Luminoso.



Fujimori es enjuiciado por las matanzas en Barrios Altos (1991) y La Cantuta (1992), que dejaron 25 muertos, cometidas por el grupo militar encubierto Colina, así como los secuestros del periodista Gustavo Gorriti y el empresario Samuel Dyer.



EFE

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