La Federación Internacional de Ligas de Derechos Humanos (FIDH) pidió la creación de una comisión internacional que investigue el proceso electoral y las violaciones de derechos humanos ocurridas desde las elecciones, en Kenia.
La FIDH y la Comisión keniana de Derechos Humanos condenaron la muerte de «más de 300» personas en las violencias registradas desde los comicios presidenciales del pasado día 27 y, especialmente, desde el anuncio de la victoria «controvertida» del presidente Mwai Kibaki, contestada por la oposición.
En un comunicado, sendas organizaciones expresaron el temor de que las violencias de los últimos días se conviertan en «graves enfrentamientos étnicos como ya ocurrió con motivo de elecciones presidenciales anteriores desde 1992».
Las protestas organizadas por la oposición son reprimidas de forma «sangrienta» por las fuerzas de seguridad, en violación de los tratados internacionales ratificados por Kenia, una represión a la que manifestantes opositores, de la tribu lua, han respondido con asesinatos de miembros del grupo étnico Kikyyu del presidente Kibaki, denunciaron.
Además de pedir una comisión internacional de investigación, las dos organizaciones instan a la Unión Africana (cuyo líder es esperado hoy en Nairobi) a un diálogo entre los partidos políticos kenianos para restablecer la calma, y a la Unión Europea y la Commonwealth a tomar «todas las medidas apropiadas» ante las «violaciones de los derechos humanos».
A las autoridades kenianas les piden que respeten el derecho a la libertad de expresión; que exijan que las fuerzas de seguridad tengan una respuesta «proporcional» a las protestas de partidarios de la oposición; aseguren que todos los responsables de abusos sean perseguidos, e inviten al relator de la ONU para las ejecuciones sumarias a viajar al país.
La FIDH y la liga keniana instan al líder de la oposición, por su parte, a reiterar sus llamamientos a la calma y a protestar «mediante procedimientos legales» contra los resultados de las elecciones.
