«La situación está absolutamente bajo control. No hay riesgo de epidemia, no hay casos de fiebre amarilla urbana en Brasil», dijo el ministro del área, José Gomes Temporao en una rueda de prensa en Brasilia.
Brasil intensificó una campaña preventiva contra la fiebre amarilla y envió una alerta internacional después de un repunte de casos de la enfermedad, pero el ministerio de Salud negó este miércoles que haya riesgo de epidemia.
«La situación está absolutamente bajo control. No hay riesgo de epidemia, no hay casos de fiebre amarilla urbana en Brasil», dijo el ministro del área, José Gomes Temporao en una rueda de prensa en Brasilia.
Los casos reportados son solamente de la variedad silvestre y «las autoridades sanitarias están acompañando, controlando, vacunando e informando adecuadamente», afirmó.
El martes último murió un hombre en Brasilia víctima de esta enfermedad viral infecciosa y un nuevo caso de contagio fue notificado en el estado de Minas Gerais (sureste).
Temporao admitió que el ministerio estudia otros ocho posibles casos.
Esta enfermedad ha matado a 161 personas en Brasil en los últimos 12 años, en los que fueron registrados 349 casos.
Todas esas muertes fueron de brasileños no vacunados que ingresaron en bosques y selvas donde la enfermedad es endémica, dijo el ministro al afirmar que en los últimos años ha disminuido el número de casos.
En 2000 hubo 40 muertes, 23 en 2003, dos en 2006 y cinco en 2007, explicó. «No hay necesidad de vacunaciones masivas», indicó.
«La forma silvestre está en forma permanente en nuestros bosques y el virus mantiene un ciclo de circulación. Cuando un hombre no protegido, no vacunado, entra ahí corre el riesgo de ser picado por el mosquito (transmisor) de una enfermedad con un índice de letalidad alto» explicó.
Insistió en que las personas que no van a viajar a áreas de riesgo no necesitan vacunarse y que la variedad urbana ha sido erradicada desde 1942.
Los casos ocurrieron en zonas rurales y selváticas, donde la variante silvestre es transmitida por un mosquito del género «haemagogus», según el Gobierno.
Mientras tanto, en centros de salud de Brasilia, Goiania y varias otras ciudades del centro de Brasil centenares de personas hacen fila hoy en busca de la vacuna.
El ministerio de Salud creó un «gabinete de crisis» para tratar el problema y anunció que el laboratorio estatal «Fundación Oswaldo Cruz» producirá 30 millones de dosis de nuevas vacunas.
Dos millones de dosis fueron enviadas a las áreas de riesgo, dijo hoy Temporao.
El martes un hombre de 38 años que estaba internado desde el viernes pasado con los síntomas murió en la capital federal, Brasilia.
El deceso se suma a otro registrado la semana pasada en el estado de Goiania, que rodea al Distrito Federal, y donde unos 50 municipios permanecen en estado de alerta por la enfermedad.
En varias localidades de Goiania se ha documentado la muerte de al menos 80 monos, aparentemente víctimas de la variante silvestre, casos calificados por el ministerio como «episodios centinela» que permiten tomar previsiones.
Esta mañana, las autoridades sanitarias del estado de Minas Gerais reportaron que un ganadero de 48 años fue internado en un hospital de Belo Horizonte con síntomas de la dolencia, contraída en el estado amazónico de Acre, fronterizo con Bolivia.
Temporao ratificó que solicitó a los ministerios de Relaciones Exteriores y de Turismo que alerten a diplomáticos, turistas y a todos los que viajen a Brasil que se inmunicen contra la fiebre amarilla al menos 10 días antes del viaje.
EFE
