Rafael Correa afirmó que «ante el mensaje claro de que el país quiere otra dirección, acabaré mi periodo y acogeremos el mandato de que hay que cambiar de rumbo», aunque luego dejó abierta la posibilidad de que ante el «fuerte mensaje de la población» tendría que meditarlo.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, dijo que si gana el «no» en el próximo referendo, en el que se aprobará la vigésima Carta Magna del país andino, acogerá el mensaje de los ecuatorianos y tendrá que hacer rectificaciones.
En una entrevista con el diario guayaquileño El Universo, Correa, que el próximo martes cumple el primero de los cuatro años de Gobierno, aseguró que si el «no» gana en las próximas elecciones acogerá el mensaje de los ecuatorianos, así como en su caso lo hizo el presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
«El voto popular le rechazó una reforma (a Chávez) y ha reconocido que hay que rectificar y que el mandato popular dice que hay que ir por otro lado (…). Si el pueblo ecuatoriano rechaza el referendo ¿cuál es el mensaje? que el mandante dice, que no es el camino y tendremos que rectificar», dijo el jefe de Estado.
Correa, que en anteriores ocasiones afirmó que renunciará ante la posibilidad de que el «no» gane en anteriores plebiscitos, como la convocatoria a la Asamblea Constituyente, y que hoy se extendió a la aprobación de la nueva Constitución, hoy aseguró que terminará su periodo que concluye en 2011.
«Que ante el mensaje claro de que el país quiere otra dirección, acabaré mi periodo y acogeremos el mandato de que hay que cambiar de rumbo», dijo Correa, aunque luego dejó abierta la posibilidad de que ante el «fuerte mensaje de la población» tendría que meditarlo.
El Ecuador, desde que Correa asumió el poder el 15 de enero de 2007, pasó dos veces por las urnas para decidir si desea una Asamblea Constituyente de plenos poderes, que redactará una Carta Magna la cual tendrá que ser aprobada también en referendo.
La Asamblea Constituyente, en la que existe una mayoría oficialista, se instaló el pasado 29 de noviembre en la provincia costera de Manabí.
Correa, que se define como un izquierdista cristiano, analizó su primer año de Gobierno con varias entrevistas en medios impresos en los cuales destaca que «no está satisfecho» con lo que ha conseguido, pero añade que «el cambio recién comienza».
Según Correa en el área económica no petrolera ha tenido un gran año al ubicarse en el 4,5 por ciento.
Además destacó los proyectos petroleros y energéticos que tiene con Venezuela, Brasil y Argentina.
El jefe de Estado ecuatoriano, tiene previsto construir una refinería en la provincia de Manabí, en el oeste de Ecuador con la ayuda de la estatal venezolana, PDVSA; crear el eje Manta Manaos con Brasil y construir con la empresa Argentina, Enarsa una planta hidroeléctrica que genere unos 1.500 megavatios de energía.
Correa, además, tiene previsto ampliar su política comercial a través de la creación de una embajada en Medio Oriente, así como la instalación de dos oficinas comerciales en China.
El gobernante en reiteradas ocasiones ha mencionado que quiere estrechar negocios con mercados europeos y asiáticos, después de que no tiene interés en un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.
Además destacó su labor contra la corrupción y señaló que junto a la Cancillería trabaja para que en este año se pueda extraditar a ciertos banqueros, que perjudicaron al país en la crisis bancaria de 1999 cuando medio centenar de bancos quebraron y otros pasaron a manos del Estado.
EFE
