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Iglesia Católica ya contactó a las FARC para gestionar ‘zona de encuentro’

«Hemos tomado contacto con ellos (los rebeldes), y todo lo demás lo estamos llevando adelante en una discreción que es fundamental en estos casos», dijo el presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), Luis Augusto Castro.


La Iglesia Católica de Colombia ya contactó a las FARC para gestionar la «zona de encuentro» que debe servir de sede para la negociación de un acuerdo humanitario sobre secuestrados, revelaron este miércoles portavoces del episcopado en Bogotá.



«Hemos tomado contacto con ellos (los rebeldes), y todo lo demás lo estamos llevando adelante en una discreción que es fundamental en estos casos», dijo el presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), Luis Augusto Castro.



«Lo que podemos decir es que estamos trabajando con mucho entusiasmo, con mucho interés», declaró el jerarca a la salida de un encuentro que mantuvo con el Consejo Gremial Nacional (CGN) de las asociaciones empresariales del país.



Castro, quien también es obispo de la ciudad central de Tunja, concurrió junto al secretario general de la CEC, Fabián Marulanda, a esta reunión, que fue celebrada en el norte de Bogotá, en la sede de la Asociación Nacional de Empresarios (ANDI).



Allí Castro y Marulanda informaron al CGN de la iniciativa de «zona de encuentro» que la CEC y la Comisión de Conciliación Nacional (CCN, creada por el episcopado) presentaron el pasado diciembre al Gobierno del presidente Álvaro Uribe.



Los detalles de la propuesta fueron divulgados el 7 de diciembre último por el jefe del Estado, quien la aceptó.



Uribe dijo entonces que la CEC y la CCN le sugirieron que autorizara una «zona de encuentro» en la que el Ejecutivo y las FARC lleven a cabo la negociación del acuerdo humanitario que permita la liberación de 44 secuestrados a cambio de unos 500 rebeldes presos.



Dicha zona debe tener unos 150 kilómetros cuadrados, en un territorio rural en el que «no haya puestos militares o policivos que sea necesario remover, preferiblemente sin población civil o con muy poca población», precisó entonces el mandatario colombiano.



Además, dijo, ese territorio debe tener la «presencia de observadores internacionales».



El presidente de la CEC comentó que en la Iglesia se sienten «muy agradecidos por el apoyo que nos están dando para que esta propuesta salga adelante».



EFE

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