Publicidad

Clinton se compromete a una reforma migratoria de llegar a la Casa Blanca

En una entrevista telefónica con Efe con motivo de la realización hoy de los «caucus» en Nevada, estado con un 23 por ciento de población hispana, Clinton reiteró que ella es la mejor opción para los intereses de los hispanos que viven y trabajan en EE.UU.


La senadora demócrata y aspirante presidencial Hillary Clinton se comprometió este sábado a luchar «desde el primer día» que llegue a la Casa Blanca por una reforma migratoria integral y por ello pide el apoyo de los hispanos, «no por cuestión de fe», sino por su «trayectoria».



En una entrevista telefónica con Efe con motivo de la realización hoy de los «caucus» en Nevada, estado con un 23 por ciento de población hispana, Clinton reiteró que ella es la mejor opción para los intereses de los hispanos que viven y trabajan en EE.UU.



«Haré todo lo posible para que se apruebe una reforma migratoria integral. Comenzaré desde el momento de mi posesión del cargo y no descansaré hasta que corrijamos el sistema de inmigración», dijo Clinton desde Las Vegas (Nevada).



«No le estoy pidiendo a la gente que me acepte sólo porque me tiene fe, sino porque ve mi trayectoria y lo que he hecho durante 35 años», enfatizó la ex primera dama (1993-2001).



La senadora se manifestó «muy orgullosa» de sus 35 años de activismo con la comunidad hispana, desde su primer trabajo político en Chicago inscribiendo a votantes «hasta las buenas relaciones con muchos líderes hispanos en Nueva York».



«Seré una presidenta que escucha, que se preocupa y que lucha a favor de los latinoamericanos» en EE.UU., prometió.



Las encuestas señalan que la batalla no está fácil entre ella y sus dos principales rivales: el senador Barack Obama y el ex senador John Edwards.



Nevada es el laboratorio en el que están a prueba las estrategias de los candidatos para conquistar el voto hispano tanto en las primarias de Florida del próximo día 29 como en gran parte de los 22 estados donde se votará en el «supermartes» del 5 de febrero.



Tanto Clinton como Obama han invertido mucho tiempo y dinero en Nevada, donde los hispanos representan alrededor del 23 por ciento de la población y el once por ciento del electorado.



Es una cifra nada desdeñable para todos los aspirantes en liza en esta campaña electoral que se libra en las cafeterías, fábricas, restaurantes y en los barrios residenciales de las clases media y trabajadora de EE.UU.



La senadora de Nueva York ha echado mano de los medios en español para acercarse al codiciado voto hispano, que este año podría alcanzar hasta el 12 por ciento del electorado nacional, según la empresa encuestadora Zogby.



Así, lejos de los corredores del Congreso, a Clinton se le ve muy a gusto en el programa radiofónico de El Piolín, en Los Ángeles, comiendo tacos en un barrio angelino o conversando con ciudadanos de a pie en un popular restaurante mexicano en Las Vegas.



Esas visitas, donde suele hablar de inmigración o de la crisis inmobiliaria, son parte de una estrategia para mostrar la calidez de Hillary y romper la percepción -errónea, asegura ella- de que es «fría» y «polarizante».



Es una estrategia que le funcionó en 2000, cuando fue elegida como senadora de Nueva York -e hizo historia como la única ex primera dama en ostentar un cargo electo- y que vuelve a poner a prueba ahora bajo los reflectores del mundo entero.



Clinton reiteró hoy su deseo de «dar a la gente una vía para la legalización», si cumplen «las condiciones» que se han delineado, como pagar una multa e impuestos retrasados, aprender inglés y «esperar su turno en la cola».



Eso proponía un plan de reforma migratoria que no prosperó en el Congreso de EE.UU. en 2007 debido a disputas ideológicas entre demócratas y republicanos sobre la inmigración ilegal.



Clinton apoya una mayor vigilancia fronteriza y sanciones para empresas que «explotan a los trabajadores indocumentados», pero también opina que hay espacio para legalizar a buena parte de los doce millones de extranjeros que viven en la clandestinidad.



«Quiero que ellos salgan de la sombra, para que puedan trabajar, conducir o enviar a sus hijos a la escuela sin ningún temor», manifestó.



EFE


Publicidad

Tendencias