Primer ministro israelí pretende acabar con ataques de Hamas y responsabilizó a la población palestina de la zona de complicidad.
El primer ministro israelí, Ehud Olmert, advirtió en el parlamento que «de ninguna forma» su país dejará «que la vida en Gaza sea cómoda y agradable», aunque matizó que no permitirá que la franja caiga en una crisis humanitaria.
Más de la mitad de la población de Gaza está desde este domingo por la tarde sin electricidad por la decisión de Israel de bloquear la franja en represalia a los ataques palestinos, una medida que ha despertado el temor a una crisis humanitaria.
«Hamas está agravando la crisis en Gaza para dirigir presión directa contra Israel», dijo este lunes el primer ministro israelí, Ehud Olmert, tras reunirse con el jefe de la diplomacia holandesa, Maxime Verhagen, según aparece citado por medios locales.
Olmert advirtió además que tampoco permitirá a los milicianos lanzar sus cohetes artesanales y proyectiles de mortero contra ciudades israelíes vecinas «sin consecuencias».
«Estamos tratando de golpear sólo a aquellos involucrados en el terrorismo, pero también señalando a la población en Gaza, que no puede ser liberada de su responsabilidad en la situación», dijo Olmert a Verhagen.
A última hora de la noche de ayer, el Ministerio israelí de Relaciones Exteriores hizo público un comunicado en el que acusaba a Hamas de «exagerar ampliamente» el riesgo de crisis humanitaria y le responsabilizaba de la situación por lanzar cohetes artesanales contra Israel.
Por su parte, el ex primer ministro israelí y líder conservador Benjamín Netanyahu pidió al jefe de gobierno que pase del «desgaste» a la «disuasión masiva»: la invasión de Gaza.
Por el contrario, el dirigente pacifista Yossi Beilin calificó el bloqueo de «acto inhumano, no judío e ineficaz que enardecerá políticamente a Hamas, que estaba perdiendo apoyo en las calles de Gaza».
EFE
