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Ex espía uruguayo dice que presidente brasileño Goulart fue asesinado

Goulart tomaba Isordil, Adelfan y Nifodin, tres medicamentos para tratar dolencias cardiacas, en cuyos frascos colocaron pastillas envenenadas con un compuesto químico «que envió la CIA», según relató Mario Neira Barreiro.


Un ex agente de inteligencia de Uruguay reveló que el ex presidente de Brasil, Joao Goulart, fue asesinado en 1976 a petición de la dictadura militar brasileña y con la colaboración de la CIA, informó este domingo el diario Folha de Sao Paulo.



Mario Neira Barreiro aseguró que Joao Goulart, popularmente conocido como Jango, fue envenenado y que no murió de un fallo cardíaco como se barajó en un primer momento.



«Murió como resultado de un cambio intencionado de medicamentos», aseguró el ex agente al mencionado periódico brasileño.



Goulart tomaba Isordil, Adelfan y Nifodin, tres medicamentos para tratar dolencias cardiacas, en cuyos frascos colocaron pastillas envenenadas con un compuesto químico «que envió la CIA», según relató Neira.



Jango murió el 6 de diciembre de 1976, en su hacienda cercana a la ciudad argentina de Mercedes.



Nunca fue realizada la autopsia y se aceptó la hipótesis de un infarto.



Según Neira, la orden fue dada por un conocido comisario de la policía política brasileña, Sergio Paranhos Fleury, que seguía las órdenes directas del presidente del régimen militar Ernesto Beckmann Geisel, quien también colaboró con los servicios de inteligencia estadounidense.



«La CIA pagó fortunas para saber lo que Jango decía y fue responsable por muchas cosas», relató el ex espía.



Neira aseguró haber comandado el equipo de espionaje que siguió a Jango en su exilio en Buenos Aires, 24 horas por día entre los años 1973 y 1976.



«Yo lo monitoricé desde mediados de 1973 hasta su muerte, el 6 de diciembre de 1976. Monitoricé todo lo que hablaba por teléfono, en escucha ambiental y en lugares públicos», relató el ex agente, que está preso en una cárcel del sur de Brasil desde 1999, por tráfico de armas.



El ex agente explicó que las escuchas se realizaban a distancia, porque colocó una estación repetidora que captaba la señal de los micrófonos instalados en la hacienda de Jango.



Según el relato de Neira, el ex presidente brasileño se percató de que estaba siendo vigilado y, en una ocasión, invitó a entrar a su casa a sus espías, para mostrarles que no escondía nada.



Joao Goulart gobernó Brasil entre 1961 y 1964, año en el que fue depuesto por los militares que dieron un golpe de Estado.



El ex presidente se exilió primero en Uruguay y después en Argentina, donde murió a los 57 años.



EFE

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