José Gomes Temporao desestimó las amenazas del catolicismo de excomulgar a los responsables de repartir la píldora del día después durante el carnaval, señalando que el tema «es una cuestión de salud pública y no religiosa».
El ministro de Salud de Brasil, José Gomes Temporao, calificó este domingo de «lamentable» la postura de la Iglesia Católica que se opone a la distribución de anticonceptivos durante las fiestas de Carnaval, informaron fuentes oficiales.
«La alcaldía de Recife tiene razón y la Iglesia está equivocada, una vez más», declaró el ministro durante el lanzamiento de la campaña de prevención del Sida durante el Carnaval, en alusión a la polémica distribución de la píldora anticonceptiva del día después, anunciada por el ayuntamiento de la capital de Pernambuco.
«La alcaldía está haciendo una cosa que está dentro del protocolo del ministerio de Salud. La píldora del día siguiente es usada sólo con prescripción médica, por orientación médica. Por lo que es una cuestión de salud pública y no religiosa», argumentó el ministro.
La archidiócesis de Recife y Olinda amenazó con denunciar en los tribunales la decisión del ayuntamiento y con la excomunión de los responsables, debido a que consideran la píldora como un método abortivo.
En la localidad de Olinda se organiza una de las fiestas de Carnaval más populares de todo Brasil, solo superada por Río de Janeiro y Salvador.
El Gobierno brasileño también anunció la distribución de 19,5 millones de preservativos gratuitos en todo Brasil para las fiestas de Carnaval que se celebran la semana que viene.
Estos condones forman parte de una partida de 1.000 millones de preservativos que adquirió el Gobierno brasileño, dentro de su plan de combate al Sida y a otras enfermedades de transmisión sexual.
Esta no es la primera polémica entre Temporao y la Iglesia Católica por temas de índole sexual.
En mayo del año pasado, en las semanas previas a una visita del Papa Benedicto XVI de cinco días a Sao Paulo, el ministro intercambió ácidas declaraciones con altas autoridades del Episcopado por el tema del aborto.
El ministro expresó su apoyo a celebrar un referéndum para despenalizarlo y la Iglesia organizó diversas manifestaciones en contra del ministro, quien calificó de «machistas» a los que se oponen a esta práctica médica, que es ilegal en Brasil.
Según cálculos del ministerio de Salud, cerca de 200.000 mujeres son internadas cada año por complicaciones tras abortos realizados en clínicas clandestinas.
EFE
