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«Súpermartes» evidencia liderazgo de McCain y reafirma incógnita demócrata

Mientras John McCain reafirmó su liderazgo en la carrera republicana, en el lado demócrata Barak Obama y Hillary Clinton están, como se preveía, virtualmente empatados.


Barack Obama y Hillary Clinton demostraron que los demócratas están más divididos que nunca, mientras los republicanos consiguieron en el «Súpermartes» unir sus fuerzas en torno a John McCain, que es ya el claro favorito para conseguir la candidatura republicana.



McCain ganó en un total de nueve estados, entre ellos California y Nueva York, las dos «joyas de la corona» de esta jornada maratónica, pues son los dos estados que más delegados aportarán a las convenciones de los dos partidos.



Lo mismo ocurre con Hillary Clinton, que demostró su fortaleza en California y Nueva York, aunque, por número, Obama se impuso en un número mayor de estados, trece, frente a los ocho de la ex primera dama.



Los dos candidatos demócratas están, como se temía desde un principio, prácticamente empatados y el resultado final vendrá marcado por el reparto de delegados que salga de estas primarias.



Según las reglas demócratas, se realizará un reparto proporcional al porcentaje de votos obtenidos, a diferencia de lo que ocurre con el partido republicano, que en algunos estados aplica esta regla, y en otros otorga el 100% de los delegados al candidato más votado.



Además de California, Clinton demostró su fortaleza en la zona este de EEUU, especialmente en Nueva Jersey y Nueva York, donde hizo valer los dos mandatos que ha ejercido como senadora.



Hillary Clinton sufrió, sin embargo, una derrota en otro de los estados vecinos, Connecticut, donde se impuso Barack Obama.



No obstante, se resarció en Massachusetts, el estado feudo del clan Kennedy, que recientemente dio su apoyo a su rival Barack Obama.



La campaña de Hillary Clintón celebró esta victoria como «la sorpresa de la noche», pues demuestra su «fortaleza en lugares donde se suponía que Obama debía ganar».



La senadora venció además en varios estados sureños, como Arizona, Tennessee, Oklahoma y Arkansas, donde ejerció de primera dama del Estado durante el mandato de Bill Clinton como Gobernador.



Barack Obama, por su parte, logró la esperada victoria en el estado que ha estado representando en el Senado, Illinois, y que supone además el tercero en importancia en número de delegados, tras California y Nueva York.



El senador afroamericano también ganó en Alaska, Colorado, Delaware, Dakota del Norte, Idaho, Kansas, Minesota, Misuri y Utah, así como Georgia y Alabama, dos estados sureños con una gran proporción de población negra.



McCain, imparable



En el lado republicano, el senador John McCain destacó del resto con varias victorias importantes, especialmente en el área triestatal de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut, donde aparecía como favorito el alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, que se retiró hace una semana.



Al abandonar la carrera electoral, Giuliani anunció públicamente su apoyo explícito a McCain, lo que podría haber favorecido la victoria del senador en estos tres importantes estados de la costa este de EEUU.



Además de estos y de California, McCain venció en Delaware, Illinois, Misuri y Oklahoma, así como en Arizona, el estado del que es senador.



Tal y como se esperaba, el ex Gobernador de Massachussets Mitt Romney ganó en este estado, así como en Colorado, Dakota del Norte, Minesota, Montana y Colorado, así como en Utah, que concentra la mayor parte de la comunidad mormona del país, religión que profesa este aspirante a la Casa Blanca.



Tampoco fue una sorpresa la victoria en Arkansas del ex Gobernador de este estado Mike Huckabee, quien además ganó en Virginia Occidental, así como en Alabama, Tennessee y Georgia, estados sureños donde tiene un gran peso la derecha religiosa.



EFE

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