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Pentágono pide pena de muerte a seis presos de Guantánamo por 11-S

Esta es la primera vez que la junta militar de Guantánamo presenta cargos contra detenidos directamente involucrados en los atentados de septiembre de 2001 y la primera en la que pide la pena capital.


El Pentágono pidió este lunes la pena de muerte para seis detenidos de la base naval de Guantánamo (Cuba) por su implicación en los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, Washington y Pensilvania (EE.UU.), en los que murieron unas 3.000 personas.



La decisión fue anunciada por el asesor de Asuntos Legales del Departamento de Defensa de Estados Unidos, brigadier general Thomas Hartmann, en una conferencia de prensa.



Esta es la primera vez que la junta militar de Guantánamo presenta cargos contra detenidos directamente involucrados en los atentados del 11-S y la primera ocasión en la que pide la pena de muerte.



En concreto, los fiscales militares presentaron cargos contra Khalid Shaikh Mohammed, considerado el cerebro de los atentados; Mohammed al-Qahtani, el hombre bautizado como el secuestrador 20 que nunca llegó a participar físicamente en los ataques; y Ramzi bin al-Shibh, el principal intermediario entre los secuestradores que derribaron los aviones y los líderes de Al Qaeda.



También formularon cargos contra Ali Abd al-Aziz Ali, conocido como Ammar al-Baluchi, un sobrino de Mohammed, identificado como su lugarteniente en las operaciones de 2001, así como contra Mustafa Ahmed al-Hawsawi y Walid bin Attash, quienes habrían participado en distintas tareas como el entrenamiento de los terroristas del 11-S.



«Los acusados afrontarán la posibilidad de recibir una condena capital», anunció Hartmann.



Los seis detenidos afrontan cargos por conspiración, asesinato, terrorismo, prestar apoyo material, secuestro, atentar contra civiles y violar las leyes de guerra, entre otros.



Los fiscales militares enviarán la acusación formal a la juez Susan Crawford, encargada de supervisar las juntas militares, para que revise los cargos antes de aprobar la celebración del juicio contra los seis detenidos de Guantánamo.



Khalid Shaikh Mohammed, también conocido como KSM, es el principal acusado en este caso. El paquistaní confesó que había planeado cada detalle de los atentados del 11-S.



El utilizar su confesión en el juicio podría ser problemático, puesto que Mohammed es uno de los detenidos que la CIA reconoció que fue interrogado bajo la técnica del «waterboarding» o «asfixia simulada», considerado tortura por los críticos y los defensores de los derechos humanos.



Estados Unidos comenzó a enviar detenidos a Guantánamo en enero de 2002. El Pentágono espera poder llevar a juicio a 80 presos de los 275 que aún permanecen en la prisión de la base naval.



Los tribunales militares de Guantánamo, muy criticados, son las primeras cortes de crímenes de guerra de Estados Unidos desde la Segunda Guerra Mundial.



Las juntas fueron establecidas después de los atentados del 11-S para juzgar a detenidos considerados «enemigos combatientes» por el Gobierno del presidente George W. Bush. Por ello, los presos no están sujetos a la protección legal que reciben los militares o civiles.



EFE

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