El Ejército ceilanés y la guerrilla protagonizan combates constantes en el norte del país, donde los rebeldes dirigen un pequeño estado de hecho que tropas se proponen conquistar antes del final de 2008.
Al menos 42 guerrilleros tamiles y diez soldados murieron en las últimas 24 horas en varios combates registrados en el noreste de Sri Lanka, aseguró el Ministerio de Defensa ceilanés.
En el combate más sangriento, en el que trece rebeldes y diez militares perdieron la vida, tuvo lugar este lunes en el distrito de Welioya y supuso además la destrucción de 12 búnkers de la guerrilla, dijo a Efe por teléfono el portavoz del Ejército, Udaya Nanayakkara.
En el distrito septentrional de Vavuniya, otros catorce miembros de la guerrilla de los Tigres para la Liberación de la Patria Tamil (LTTE) fallecieron en enfrentamientos con las tropas ceilanesas.
Otros quince guerrilleros perdieron la vida en varios choques con el Ejército en los distritos norteños de Mannar y Vavuniya, donde seis soldados resultaron heridos.
Aunque el Ejército reporta diariamente la muerte de decenas de guerrilleros del LTTE, los partes no tienen confirmación independiente porque los reporteros carecen de acceso al frente de batalla.
El Ejército ceilanés y la guerrilla protagonizan combates constantes en el norte del país, donde el LTTE dirige un pequeño estado de hecho que las tropas se proponen conquistar antes del final de este año.
El Gobierno de Sri Lanka anuló el pasado mes de enero el acuerdo de alto el fuego vigente desde 2002, que era papel mojado desde hace meses porque los enfrentamientos eran habituales en el norte del país.
Nanayakkara aseguró hoy que los guerrilleros muertos en combate rondan el millar desde el final del alto el fuego, lo que supone un 20 por ciento de las tropas estimadas del LTTE, a pesar de que los avances sobre el terreno han sido por el momento escasos.
La guerrilla, que reivindica la independencia, gestiona un pequeño Estado de facto en sus bastiones del norte del país, con un aparato judicial independiente, servicios sanitarios y de policía, y una autoridad aduanera.
Con unos índices de educación y salud que son la envidia del subcontinente, la isla del Índico es sin embargo víctima de un conflicto que enfrenta desde hace décadas a tamiles y cingaleses y que ha dejado ya más de 65.000 muertos.
EFE
