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Alarma en Paraguay por posible ‘urbanización’ de fiebre amarilla selvática

Esto ante la posibilidad que se confirme que la muerte de un joven y de una mujer sean los primeros casos «urbanos» de la enfermedad, hasta ahora localizada sólo en sectores rurales.


Dos posibles casos de fiebre amarilla registrados en los alrededores de Asunción, uno de ellos letal, causaron alarma este miércoles entre la población, que acudió en masa a inmunizarse a pesar de que las autoridades anunciaron que no hay vacunas suficientes.



El director de Vigilancia Sanitaria de Ministerio de Salud, Gualberto Piñánez, dijo que «casi, casi se puede confirmar» un foco de esa enfermedad en San Lorenzo, a 20 kilómetros de Asunción.



Un joven de esa localidad, Raúl César Osorio, de 25 años, murió el 8 de enero aparentemente de fiebre amarilla y una vecina suya, María Helena Mendoza, de 39 años, se encuentra grave en el Hospital de Clínicas de Asunción, con los mismos síntomas que él.



Si se confirman, estos serían los primeros casos «urbanos» de la enfermedad, de la que desde comienzos de año se han registrado cinco casos reconocidos por el Ministerio de Salud de Paraguay, todos ellos en distritos rurales del departamento de San Pedro (centro).



Además, un campesino de la misma región murió a principios de este mes en un hospital de Asunción con síntomas de padecer fiebre amarilla, pero aún faltan los resultados de unas pruebas enviadas a Brasil para el reconocimiento oficial.



«Esta paciente (Mendoza) y el antecedente de otro (Osorio) que murió en el mismo lugar son datos epidemiológicos que van sumando para una conclusión casi con certeza de que puede tratarse de fiebre amarilla urbana», aseveró Piñánez.



Esos casos dispararon el temor de los pobladores del barrio Laurelty, en San Lorenzo, donde el Ministerio de Salud instaló hoy varias brigadas médicas para vacunar a los vecinos que residen en un radio de un kilómetro de la residencia de la víctima.



Sin embargo, las dosis se agotaron en pocas horas ante la masiva concurrencia, tras lo cual cientos de personas bloquearon una carretera para protestar y exigir la reanudación de la inmunización.



«Esperamos desde las siete de la mañana con mis hijos, llegamos a la puerta y nos dicen que no hay vacuna», afirmó a periodistas una de las manifestantes, mientras que el director de Inmunización del Ministerio de Salud, Víctor Cáceres, admitió que la afluencia rebasó el programa de vacunación regular.



Cáceres precisó que el Ministerio sólo cuenta con una reserva de 30.000 vacunas hasta que lleguen en los próximos días más de 700.000 dosis prometidas por países de la región, entre ellos Brasil y Perú, así como por la Organización Panamericana de la Salud (OPS).



Hasta ahora han sido vacunadas más de 22.000 personas en la zona de San Pedro, número que debe llegar a 50.000 en los próximos días, mientras que en Asunción hasta ahora la prioridad eran las personas que prueben que van a viajar a países donde la enfermedad es endémica, como Brasil.



«Estamos con la misma angustia y desesperación que seguramente tiene hasta el último ciudadano», expresó, por su parte, el viceministro de Salud, Antonio Barrios, quien instó a la ciudadanía a colaborar en la lucha, erradicando los criaderos del mosquito «aedes egypti», vector de la fiebre amarilla y también del dengue.



Barrios manifestó que hay una alta infestación de larvas de ese vector en varios barrios de Asunción, de acuerdo a datos recogidos en la lucha contra el dengue, enfermedad de la que el año pasado se produjo un brote epidémico, con 27.000 infectados y 17 muertos.



El viceministro explicó que la comisión de expertos creada para acompañar la evolución de la enfermedad también está abocada en el estudio de otras muertes sospechosas como la de una persona hace tres semanas en Capiatá, a 30 kilómetros al sur de Asunción, y la de dos hombres en el distrito de Lima, en el departamento de San Pedro.



Uno de ellos, un joven de 25 años, murió el 1 de febrero en el Hospital de Clínicas de Asunción de fiebre amarilla, según el director del centro hospitalario, Adolfo Galeano, aunque para Piñánez sigue siendo un caso «altamente sospechoso».



Desde que se anunció oficialmente hace una semana la aparición de la fiebre amarilla, que no se registraba en el país desde hace 34 años, la gente ha acudido masivamente a los hospitales para inmunizarse. El Ministerio de Salud declaró la alerta el pasado lunes para intensificar la campaña de prevención.



La fiebre amarilla, también denominada Plaga Americana, es causada por un virus perteneciente a la familia Flaviviridae y se transmite por la picadura de un mosquito del género Aedes.



Entre los síntomas se encuentra el dolor de cabeza, dolores musculares, fiebre, pérdida del apetito, vómitos e ictericia, de ahí el nombre de amarilla.



EFE

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